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Las elecciones son una oportunidad para realizar un debate público sobre asuntos relacionados con el futuro de nuestros hijos; el discurso de los medios en las últimas semanas no ha servido este propósito.
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Por Isaac Ben Israel
¿De qué se tratan estas elecciones? Un extranjero llegado de Marte respondería de inmediato que tienen que ver con la residencia del primer ministro israelí. Eso es lo que se refleja en los medios de comunicación, que ha cubierto este tema en todos los ámbitos posibles. Cualquier niño puede hablar sobre el reciclaje de botellas, paredes descarapeladas, los muebles de jardín y otros muy temas estratégicos de gran importancia.
Con el debido respeto a cómo se administra la residencia del primer ministro, hay otros temas críticos en las elecciones: ¿Habrá alguna esperanza de progreso en torno a nuestro conflicto con los palestinos? ¿Estaremos condenados a vivir por la espada en una región donde la mayoría de los habitantes no reconocen nuestra existencia, o habrá una oportunidad para producir un cambio en las relaciones de Israel con una gran parte de los países de Oriente Medio?
¿Puede el costo de la vida y y la vivienda reducirse significativamente? Y qué será de los asentamientos? ¿Podrá mejorar la actitud de los árabes israelíes hacia el estado, podrán ellos lograr una mejor integración? ¿Cómo podemos detener la fuga de cerebros israelíes a Estados Unidos y Europa?
Y ¿qué pasa con los cohetes de Hamas y de Hezbolá, además de al-Qaeda y el Estado islámico? ¿Cómo combatiremos la creciente corrupción de gobierno? ¿Cómo controlaremos el deterioro del sistema educativo? Y el programa nuclear iraní?
Las elecciones son una oportunidad para un debate público sobre asuntos relacionados con el futuro de nuestros hijos; el discurso de los medios en las últimas semanas no ha servido este propósito. El centrarse en la personalidad de los líderes o en su relación con sus cónyuges tampoco es lo esencial. Es mucho más importante conocer las opiniones de los líderes sobre las cuestiones antes mencionadas.
Un gobierno no es elegido imprudentemente, y no a causa de un incidente fortuito que tuvo lugar poco antes de las elecciones. Reemplazar a un gobierno es un asunto serio, no un programa de televisión sobre la vida cotidiana que eleva a sus héroes por un día y expulsa a otros en una ceremonia pública humillante.
Creo que el gobierno actual, a pesar de sus logros en muchas áreas, debe irse a casa por una serie de razones, principalmente por el riesgo de seguridad. Es cierto que el gobierno está compuesto por personas que hablan sobre la importancia de la seguridad, pero sus acciones nos están conduciendo a riesgos que no hemos experimentado en el pasado.
La obsesión del Gobierno por bloquear cualquier posibilidad de un acuerdo con los palestinos (a pesar de la famosa declaración del Primer Ministro Benjamín Netanyahu de “dos estados para dos pueblos” en el Bar-Ilan) afecta no sólo la actitud del mundo occidental hacia nosotros, sino que también frena los intentos hechos para un reconocimiento de nuestra existencia.
La insistencia de no congelar la construcción en los asentamientos está socavando el acuerdo casi total en el mundo para incluir los “bloques de asentamientos” en territorio israelí como parte de un futuro acuerdo.
Y, sobre todo, la forma en que el tema nuclear está siendo manejado. El primer ministro tiene razón en su percepción de que la bomba atómica es una seria amenaza para nuestra seguridad. Sin embargo, Irán ya no depende del conocimiento externo para construir una bomba, y casi la única manera de impedir su producción hoy es a través del mundo en general y los Estados Unidos en particular. Me resulta difícil comprender por qué el gobierno piensa que un enfrentamiento público con el presidente norteamericano y el deterioro de nuestras relaciones en el Congreso benefician a Israel.
El gobierno debe remplazarse porque su política actual está poniendo en peligro nuestra seguridad. Además, debemos poner solución a cuestiones como el alto costo de vida y de la vivienda, detener el deterioro del sistema educativo y abordar los temas antes mencionados.
El verdadero debate no es sobre la residencia del primer ministro, sino sobre nuestro hogar.
El General de División en la reserva y Profesor Isaac Ben-Israel es Presidente de la Agencia Espacial de Israel y Jefe del Centro Interdisciplinario de Investigación Cibernética de la Universidad de Tel Aviv.
Traducido desde Ynet para Agencia de Noticias Enlace Judío México
#EleccionesIsrael2015
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