SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El CEO del Club del Vino de Jerusalem Eli Poch dice que Israel tiene ventajas que están permitiendo un crecimiento sin precedentes.
Por Gedalyah Reback
En los casi 30 años desde que la industria fue revitalizada por aquel premio, el número de bodegas ha pasado de un puñado a entre 250 y 400. El Sr. Poch no podía dar un número exacto porque constantemente nuevas bodegas se preparan para abrir sus puertas.
El Sr. Poch entró en el mundo de los vinos a una edad temprana en Toronto, vinculado a una tienda de vinos locales como parte de un evento para recaudar fondos pre-Pascua, cuando estaba en noveno grado. Más tarde consiguió un trabajo de almacén en ese negocio y luego su entusiasmo creció cuando comenzó a explorar la emergente industria en Israel.
“Hay incluso un Embajador Internacional de Vinos israelíes. También está el consorcio en Israel con Machon HaYayin concentrado específicamente en apoyar la capacidad de exportación y controlar los niveles de pH y los niveles de alcohol en el producto”.
Degustando un Adir Cabernet Sauvignon con Adi Bar Golan – Presidente de Adir Vistors Center Eli Poch
“La reputación de Israel ha cobrado gran renombre mundial. Hay un enfoque de cambio de imagen de los vinos israelíes y de sacarlos de la ‘sección kosher” asegurando de que se los menciona con los gustos de los españoles, los franceses y los italianos”.
Respecto a los boicots internacionales, Poch dice que no ha oído nada en los círculos de vino que frecuenta, ni siquiera en Francia o España.
¿Cómo es que la industria se ha expandido tan rápidamente? Según Poch, a diferencia de otras expansiones rápidas que podrían sacrificar la calidad de la producción, es la propia calidad de los vinos de Israel la que ha hecho posible la expansión en el primer lugar. Como resultado, los centros tradicionales de la industria global del vino como Francia, España e Italia están viendo que Israel comienza a acaparar elementos del mercado.
Los vinos de mezcla son apenas un segmento de ese mercado internacional que Israel aborda mejor que otros centros industriales. Teniendo en cuenta los ejemplos de mezclas de Burdeos, que requieren una mezcla de cinco tipos diferentes de uvas, Israel utiliza constantemente versiones de alta calidad de cada uva que plantea un reto a los Estados que pueden sobresalir en una raza de vid, pero no en las otras.
La razón principal es científica. Ningún país en la costa mediterránea o en las regiones del norte de Europa tiene la diversidad climática con la que Israel cuenta en una sola área.
“Somos muy, pero muy diferentes en las capacidades de nuestro suelo y eso produce más variedades, las duplica o ambas cosas juntas”.
Dentro de un espacio pequeño, el contraste de los Altos del Golán con las playas de Eilat, las regiones del nivel del mar a lo largo de la costa se complementan con las colinas de Judea y los valles de Jerusalén, y así sucesivamente. Incluso la composición del suelo es muy diferente de un lugar a otro, incluido el suelo volcánico en el Golán, la piedra caliza, la Terra Rosa (arcilla), el basalto y las regiones de arena en el Negev.
“Literalmente, puedo ir a Cadesh Barnea y la arena me caerá entre los dedos como si estuviera en la playa. ¡Cultivamos las uvas en esto! Cada suelo tiene diferentes combinaciones de minerales que le dan diferentes sabores a las uvas israelíes”.
Las variaciones del suelo en sí son suficientes como para hacer que la misma raza de uva tenga un sabor diferente dependiendo del terreno en el que crece.
Esa variación es la que está detrás de la idea del Club de Vinos Jerusalén. La suscripción de pago otorga a los miembros entre dos y cuatro botellas de vino por mes – incluidos los de bodegas boutique – que de otra manera no habrían tenido la oportunidad de probar con la popularidad de los productos de las bodegas más grandes.
Otras ventajas de Israel se basan en su formación cultural y religiosa en particular. La reunión de exiliados judíos de Francia, Italia, España, Estados Unidos, Sudáfrica, Australia y otros lugares de Israel significa que los enólogos formados y con experiencia en climas vinícolos muy diferentes pueden consultarse entre sí. Al preguntarle por qué esto era un desafío para, digamos, franceses e italianos, dijo que cada industria puede llegar a aislarse.
“Es una cuestión de ego a veces. En Israel, dado que la versión de alta calidad de la industria es tan joven, las personas se dan cuenta de que o se hundirán o navegarán juntos en el mismo barco”.
El clima de Israel es también constante. Mientras que la lluvia puede variar durante el invierno, en la estación de crecimiento real de marzo a Rosh Hashaná realmente es equivalente a cero. Como resultado, el riego por goteo de Israel es la única fuente de agua para los viñedos, dando a los enólogos israelíes la ventaja contraria a la intuición de poder controlar exactamente la cantidad de agua a utilizar en sus viñedos.
“Con demasiada lluvia podría acabar con uvas de sabor demasiado diluído. Demasiado sol, puede resultar en exceso de azúcar y alto contenido de alcohol. Cero precipitaciones durante la temporada de crecimiento y el riego por goteo permite a los productores controlar la cantidad exacta de agua que entra en la viña”.
Poch dice que la dependencia de la tecnología ha sido una bendición disfrazada. La Bodega Altos del Golán cuenta con maquinaria que controla la cantidad de evaporación de cualquier hoja en cualquier vid en cualquiera de sus viñedos. Es una precisión científica con la que otros centros vitivinícolas están muy lejos de equipararse.
Lo que para Poch era digno de destacar, estaba en las líneas de la idea frecuentemente citada de que la ecologización de Israel refleja las profecías bíblicas que prevén un país que experimenta su propio renacimiento cuando los judíos del mundo retornan. Dice que una sección de la Torá implica que la industria del vino es el mejor indicador:
“Si nos fijamos en la bendición de Yaakov Avinu a Yehudah en Génesis 49: 11-12, que lo bendice con tanto vino que ‘lavará su ropa en vino y su túnica en sangre de uvas; con los ojos rojos de vino y los dientes blancos por la leche’. Los descendientes de Yehudah prosperarán por la vid. Lo estamos viendo en la riqueza de la industria vitivinícola de Israel. Es una bendición literal”.
La tienda Jerusalén Wine Club se encuentra en Efrat, Gush Etzion. Puede contactar con ellos en su página web www.jerusalemwineclub.com o llamando al 02.625.2896.
Fuente: Arutz Sheva
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