Einstein la calificó como la matemática más creativa del mundo: Emmy Noether era judía y huyó de los nazis

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El Doodle de Google del día de hoy está dedicado al aniversario 133 del nacimiento de Emmy Noether.

 NATALIE ANGIER

Los científicos son un grupo famosamente anónimo pero pocos pueden alcanzar la profundidad de la perversa e inmerecida oscuridad de la genio matemática del siglo 20, Amalie Noether.

Albert Einstein la llamó su matemática más “significativa” y “creativa” de todos los tiempos, y otros de sus contemporáneos optaron por retirar la modificación por sexo. Ella inventó un teorema que unía con magistral concreción dos pilares conceptuales de la física: simetría en la naturaleza y las leyes universales de la conservación. Algunos consideran el teorema de Noether, como es llamado actualmente, tan importante como la teoría de la relatividad de Einstein; apuntala mucho de la investigación de hoy en día sobre la física, incluyendo la búsqueda del todopoderoso bosón de Higgs. Sin embargo, Noether sigue siendo absolutamente desconocida, no solo para el público en general, sino también para muchos miembros de la comunidad científica.

Cuando Dave Goldberg, un físico de la Universidad de Drexel que ha escrito sobre el trabajo de ella, recientemente realizó una pequeña “encuesta Noether” a varias docenas de colegas, estudiantes y seguidores en línea, y se quedó pasmado por los resultados. “Sorprendentemente, unos pocos podían decir exactamente quién era o porqué era importante”, dijo. “Algunos otros sabían su nombre pero no podían recordar qué había hecho, y la mayoría nunca había escuchado de ella”.

Noether (pronunciado NER-ter) nació en Erlangen, Alemania, hace 130 años. Éste es un buen momento para contrarrestar el rechazo crónico y celebrar la vida y trabajo de una brillante teórica, cuyo amor inquebrantable por los números y su sentido del humor irracionalmente robusto, le ayudaron a sobrellevar severas discapacidades- primero, el ser mujer en Alemania en un momento en el que la mayoría de las universidades alemanas no aceptaba estudiantes mujeres ni contrataba profesoras, y luego ,el hecho de ser judía pacifista en medio del ascenso Nazi al poder.

A través de todo, Noether fue una matemática altamente prolífica, publicando ensayos innovadores, a veces utilizando un pseudónimo masculino, en terrenos raros del álgebra y teoría de anillos. Y, cuando aplicaba sus ecuaciones al universo que estaba a su alrededor, descubrió algunas de sus reglas básicas, tales cómo que el tiempo y la energía están relacionados, y porqué , como el físico Lee Smolin del Perimeter Institute señaló, “andar en bicicleta es seguro”.

Ransom Stephens, un físico y novelista que ha impartido numerosas clases sobre Noether, dijo: “puedes armar un caso sólido respecto a que su teorema es la base sobre la cual está construida toda la física”.

Noether provino de una familia de matemáticos. Su padre fue un distinguido profesor de matemáticas en las universidades de Heidelberg y Erlangen; su hermano, Fritz, ganó un poco de renombre como un matemático aplicado. Emmy, como se le ha conocido a través de su vida, comenzó estudiando inglés, francés y piano- materias más aceptadas socialmente para las mujeres- pero sus intereses rápidamente cambiaron hacia las matemáticas. Al prohibírsele inscribirse formalmente en la Universidad de Erlangen, Emmy simplemente acudió de oído a todas sus clases y terminó sacando muy buenas notas en sus exámenes finales, por lo que se le otorgó el equivalente al grado de licenciatura.

Estudió un posgrado en la Universidad de Göttingen antes de regresar a la Universidad de Erlangen, donde obtuvo su doctorado summa cum laude. Conoció a muchos de los matemáticos líderes de la actualidad, incluyendo a David Hilbert y Felix Klein, que hicieron con la botella lo que August Ferdinand Möbius hizo con la banda. La inteligencia de Noether era obvia para todos los que trabajaron con ella, y sus maestros hombres se interesaron en su causa en repetidas ocasiones, intentando buscarle una posición como profesora- y, mejor aún, una pagada.

“No veo que el sexo del candidato sea un argumento en contra de ella”, dijo Hilbert indignado a la administración de Göttingen, donde buscó que Noether fuera nombrada como el equivalente de profesor asociado. “Después de todo, estamos en una universidad, no es una casa de baños”. Hilbert no logró armar su caso, así que, en su lugar, la trajo como miembro de su personal, como una “profesora invitada” de forma más o menos permanente; y Noether, muy acertadamente, después tomó clases de nado en una alberca exclusiva para hombres.

En Göttingen, persiguió su pasión por la invariancia matemática, el estudio de los números que pueden ser manipulados en varias formas y aún mantenerse constantes. En la relación entre una estrella y su planeta, por ejemplo, la forma y el radio de la órbita planetaria puede variar pero la atracción gravitacional co-uniendo una con la otra se mantiene igual- y ahí está tu invariancia.

E 1915, Einstein publicó su teoría general de la relatividad. El departamento de matemáticas de Göttingen se enamoró de ella, en las palabras de un observador, y Noether empezó a aplicar su trabajo de invariancia a algunas de las complejidades de la teoría. Ése ejercicio eventualmente la inspiró a formular lo que ahora se llama “teorema Noether”, una expresión de la profunda conexión entre la geometría subyacente del universo y el comportamiento de la masa y la energía que atraen el universo a casa.

Lo que el teorema revolucionario dice, de forma sencilla, es lo siguiente: donde sea que encuentres alguna forma de simetría en la naturaleza, alguna predictibilidad u homogeneidad de las partes, encontrarás espiando en el fondo una correspondiente conservación- de momentum, carga eléctrica, energía o algo similar. Si la rueda de una bicicleta es radialmente simétrica, si la puedes hacer girar sobre su eje y sigue viéndose de la misma forma en todas las direcciones, bueno, entonces, esa traducción simétrica debe ceder a una correspondiente conservación. Al aplicar los principios y cálculos contenidos en el teorema de Noether, verás que es un momentum angular, el impulso newtoniano que mantiene rectos a los ciclistas cuando están en movimiento.

Algunas de las relaciones que resaltan en el teorema son sorprendentes, la más profunda es la unión del tiempo y la energía. El teorema de Noether muestra que una simetría del tiempo- como el hecho de que lances una pelota en el aire o hagas el mismo lanzamiento la siguiente semana no tendrá efecto alguno en la trayectoria de la pelota- está directamente relacionada con la conservación de la energía, nuestra vieja homilía de que la energía no puede ser ni creada ni destruida, sino que sólo se transforma.

Las conexiones que Noether forjó son “fundamentales” para la física moderna, dijo Lisa Randall, una profesora de física teórica de partículas y cosmología en Harvard. “La energía, el momentum y otras cantidades que damos por sentadas ganan mucho significado e, incluso, más valor cuando entendemos cómo esas cantidades derivan de la simetría en tiempo y espacio”.

La Dra. Randall, autora del recientemente publicado Knocking on Heaven’s Door recordó un momento en la universidad, donde se enteró de que el autor del teorema de Noether era ella. “Fue impactante e, inclusive, emocionante e inspiracional”, dijo la Dra. Randall, admitiendo que “me sorprendió mi reacción”.

Por su parte, Noether dejó pocos registros sobre cómo se sintió con las dificultades que enfrentó como mujer, o acerca de su vida personal y emocional en general. Nunca se casó y, de haber tenido algún romance, no hizo mención de ellos. Después de reunirse con la joven matemática estrella checa, Olga Taussky en 1930, Noether le contó a sus amigos lo feliz que estaba de que las mujeres por fin obtuvieran aceptación en el campo pero ella misma tenía tan pocas alumnas que sus  devotas  estudiantes eran conocidas en el pueblo como los chicos de Noether.

Noether vivió para las matemáticas y no le importaba el trabajo de casa ni las posesiones y, si su cabello largo y revuelto empezaba a despeinarse al hablar tan emocionada sobre las matemáticas, lo dejaba así. Se reía a menudo y en las fotos siempre salía sonriendo.

Cuando un par de estudiantes empezaron a asistir a sus clases utilizando camisas de color café estilo Hitler, se reía de eso también. Pero no por mucho tiempo. Noether fue una de las primeras científicas judías que fue despedida de su puesto y forzada a huir de Alemania. En 1933, obtuvo un trabajo en la Universidad Bryn Mawr, donde dijo que se sintió profundamente aceptada como nunca lo había sido en Alemania.

Eso tampoco duró mucho tiempo. Solo 18 meses después de su llegada a los Estados Unidos, a la edad de 53 años, Noether fue operada de un quiste en un ovario y murió unos días después.

Fuente: The New York Times / Traducción: Miriam Baley.

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