AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

por Lawrence Kadish

https://www.gatestoneinstitute.org/5453/fifth-columnists

Los estadounidenses siempre se han sentido incómodos con las teorías de la conspiración.

Sin embargo, el espectro de los Quintacolumnistas, grupos de traidores organizados en Estados Unidos, ha sido una sombra verdadera e inquietante. Sus orígenes vienen desde la Guerra Civil Española de 1936, cuando un general rebelde habló de sus cuatro columnas que avanzaban hacia Madrid, y que él también tenía una “quinta columna” de colaboradores encubiertos de la ciudad.

A partir de entonces, a los espías y los simpatizantes de los nazis se los conocía comúnmente como los Quintacolumnistas.

Al comienzo de la Guerra Fría, Winston Churchill advirtió que los Quintacolumnistas Comunistas buscarían debilitar las democracias por medio de la disidencia entre sus ciudadanos. Aunque ampliamente desacreditado por su conducta y abuso de poder, muchas de las acusaciones hechas por el senador Joseph McCarthy en materia de la infiltración comunista del gobierno resultarían ser ciertas cuando se publicaron los archivos del Kremlin  después que se derrumbara la Unión Soviética.

La corrección política prevalece, y muchos estadounidenses desconfían del término quintacolumnista y sus implicaciones. Es la razón por la que el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani fue duramente atacado por los críticos cuando se cuestionó si el presidente estadounidense, Barack Obama realmente ama a su país. Suscitó para el debate público lo que un número de nuestros ciudadanos se preguntan en voz baja, que no es si Obama ama América, sino si en realidad le gusta quienes somos como sociedad y cuáles son los orígenes de su agenda para cambiar profundamente Estados Unidos a través de la ingeniería social.

Dejando de lado la posible relación de los problemas del Presidente con nuestra herencia, la cuestión de los Quintacolumnistas en América ha sido explorada por cualquier número de historiadores, estudiosos y comentaristas que a menudo redefinen la frase.

Por ejemplo, el presidente Franklin Delano Roosevelt acuñó el término “Sexto Columnista” en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, en referencia a los traficantes de chismes y los derrotistas que intentaron apaciguar a una creciente Alemania nazi.

En 1941, la escritora Ayn Rand escribió sobre los “Inocentes Quintacolumnistas”, que, por su ignorancia de la inminente amenaza nazi, participaban en la derrota de América con tanta seguridad como los que toman las armas o ponen explosivos en el Capitolio.

La carta abierta de Rand a los “Inocentes Quintacolumnistas” preguntaba a los estadounidenses,

“¿Eres el tipo que se sienta en casa y se queja sobre el estado del mundo – pero no hace nada al respecto? ¿Eres el tipo que dice que el futuro está predestinado por una cosa u otra, algo que no sabe cómo llamar ni puede explicar y no sabe bien de qué se trata, pero el mundo está condenado a la dictadura y no hay nada que se pueda hacer al respecto? ¿Eres el tipo que dice que le gustaría poder hacer algo, que estaría ansioso por hacer algo – pero ¿qué puede hacer un hombre? ¿Eres de esos que están tan dedicados a su propia carrera, su familia, su hogar o sus hijos que permitirá que ocurran los horrores más inconfesables a punto de destruir su carrera, su familia, su casa y sus hijos – porque ahora está demasiado ocupado para evitarlos?”

A través de su prosa afilada, Rand trató de perforar la indiferencia de muchos y la parálisis del individuo que se negaba a reconocer el peligro para nuestras libertades colectivas.

Actualmente, es evidente que los Fascistas Quintacolumnistas de la era de Ayn Rand han sido sustituidos por los jihadistas de hoy – cuando un flujo constante de radicales islámicos con pasaportes americanos hacen su camino a la sangrienta bandera de ISIS.

La evidencia también sugiere que de hecho estamos experimentando el “choque de civilizaciones”, sobre el que escribieron los estudiosos Bernard Lewis y Samuel Huntington, que advirtieron que la religión sería la chispa para el futuro conflicto en una era post-Guerra Fría. Ambos estudiosos establecieron trenes paralelos de pensamiento que observaron que los modelos económicos y la ideología política serían sustituidos por la religión como “falla geológica” para el conflicto. Su predicción no ha sido refutada por los hechos.

De importancia crítica es nuestra actual incapacidad o falta de voluntad política para abordar adecuadamente la amenaza del Islam radical con capacidades de arsenal nuclear – aún aquellos que han tratado de llamar la atención sobre estas amenazas son a menudo criticados, o algo peor.

Considere lo siguiente: Los intentos del senador Robert Menéndez de apoyo a la supervisión y sanciones del Congreso contra un Irán con capacidad nuclear se topan con denuncias de irregularidades relacionadas con acusaciones distantes. Pocos en Washington creen que sus acciones en el pleno del Senado y el “ruido” reciente acerca de una posible acusación eran una simple coincidencia. Operadores políticos experimentados llaman a este tipo de desviación calculada a partir de temas cruciales, “desvío de voltaje”.

Hoy nos enfrentamos a los retos de Quintacolumnistas actuales que tratan de socavar nuestra democracia. Nuestra nación ha soportado muchos otros desafíos, y como la historia tiende a repetirse, echemos un vistazo al pasado.

La sabiduría de los padres fundadores de nuestra nación, como aparece en sus escritos y discursos brillantes e inspiradores, puede ayudarnos a responder mejor a las graves amenazas que enfrenta nuestra nación hoy en día, y también para nuestras propias responsabilidades patrióticas.

Thomas Paine, autor de “La crisis estadounidense”, escribió: “Estos son los tiempos que prueban las almas de los hombres. El soldado de verano y el patriota del sol reducirá, en esta crisis, el tamaño del servicio de su país. Pero aquel que lo apoye ahora, merece el amor y el agradecimiento de hombres y mujeres. La tiranía, como el infierno, no se conquista fácilmente”.

Considere los poderosos consejos de precaución del héroe de la Guerra Revolucionaria Patrick Henry a sus colegas:

“Señor presidente, nadie tiene en más alta consideración que yo el patriotismo de los caballeros dignos que han dirigido la casa, pero diferentes hombres a menudo ven el mismo tema en diferentes luces; es natural que el hombre se rinda a las ilusiones de la esperanza. Estoy dispuesto a conocer toda la verdad; a saber lo peor, y prepararme para ello. Solo tengo una lámpara por la cual se guían mis pies;.. y es la lámpara de la experiencia. No conozco otra manera de juzgar el futuro que no sea a través del pasado, y a juzgar por el pasado … “

No es de extrañar que hayamos construido una nación basada en las palabras de esos hombres.  Ahora la pregunta es si podemos defender a Estados Unidos.

Traducción: Silvia Schnessel