Los paisanos y sus perros

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Los perros se han vuelto una parte importante de la vida de muchos paisanos en México. Pero como en todas las situaciones de la vida cotidiana, los paisanos tenemos nuestras particularidades hasta cuando se trata de educar y vivir con una mascota, aunque les recomiendo que no usen la palabra mascota con los amantes de los perros (“Has ve halila”) pues las idishe mames los consideran sus hijos; y a veces son el hijo consentido de la familia.

En vez de usar las técnicas tradicionales de condicionamiento positivo que usa la mayoría de la gente para entrenar a sus perros, los paisanos usan la efectiva técnica del jewsih guilt. Le dicen a su perro: “Estoy tan cansado que si no te sientas me va a dar un “hartz attack” o “¿Así me agradeces el hueso que te traje el otro día?” o “Yo que sacrifiqué la comida con mis amigas por estar contigo y tú que no te quieres tirar a ver la TV conmigo…”

Los perros de los paisanos están seguros que son los más bonitos, tiernos e increíbles de todo el mundo, al igual que lo tienen que saber todos los que conocen a su dueño. Pues los dueños paisanos no se cansan de repetir cada 20 segundos lo adorable que se ve su perro masticando un hueso, lo simpático que se le mueven las orejas cuando corre, lo cariñoso que es cuando estás triste, etc, etc, etc. Aunque por alguna extraña razón cuando le hablan a su perro lo hacen en un tono de voz más alto que una soprano; solamente los deberían de poder escuchar los perros y delfines (aunque tristemente no es así).

Los perros de los paisanos nunca van a usar collares de castigo o de toques, sin importar cuanto ladren o que tan relajientos sean. Pues, ¡pobrecitos!. Si los vecinos se quejan de que hace algo mal es porque están celosos de tan bonito perro que tienen y nada más. Además, los perros paisanos tienen estómagos muy delicados y claro que son kosher, por eso ya no comen cualquier marca de croquetas… prefieren caldito de pollo con kreplaj de la sobra de la cena de shabes. Por si fuera poco, los perros paisanos tienen outfits para todas las ocasiones, ropa para el diario y otra más formal, doggles (lentes para perros) y un cinturón especial para el coche, botas e impermeable para la lluvia, una colección de suéteres, mil moñitos diferentes y, por supuesto, la mayor cantidad de juguetes para caninos jamás vista.