La Inteligencia Politizada de John Brennan

THE WALL STREET JOURNAL

 El director de la CIA llama deshonestos a los críticos de la política de Obama hacia Irán.

¿Recuerdan cuando la izquierda acusó al gobierno de Bush de politizar la inteligencia para justificar su invasión de Irak? No era cierto, pero alguien debió recordarlo al director de la CIA, John Brennan. Porque al atacar a los críticos de la política del Presidente hacia Irán el martes, el sonó más como un director de comunicaciones de la Casa Blanca que como un jefe de la CIA.

Durante comentarios en el Instituto de Política de Harvard, el Sr. Brennan dijo que cualquiera que conociera los hechos y crea que el acuerdo con Teherán “proporciona a Irán un camino a una bomba” está siendo “totalmente deshonesto.” Si lo tomamos al pie de la letra, los ex Secretarios de Estado George Shultz y Henry Kissinger, quienes escribieron en nuestras páginas el miércoles, deben ser deshonestos en su crítica detallada y cuidadosa.

Piensen en eso por un momento. Un director de la CIA afirma que cualquier desacuerdo por un acuerdo altamente complicado y controvertido debe venir de motivos de base. Piensen en la señal que envía a los analistas de la CIA que serán responsables por monitorear el acuerdo y cerciorarse de si Irán está violándolo. ¡Mejor no hablar!

Entonces nuevamente el Sr. Brennan ha estado llevando agua para el Presidente Obama durante un largo tiempo. Después que el dejó la CIA en la década del 2000, denunció la tortura de submarino como algo que “va más allá de los límites de lo que debe emplear una sociedad civilizada”, que se ajusta bien a la narrativa de campaña de Obama. Pero el Sr. Brennan todavía insistió en que había proporcionado información vital. La ayuda en la campaña del 2008 le devengó al Sr. Brennan un empleo en la Casa Blanca en el 2009, luego una promoción para la CIA en el año 2013, donde la Casa Blanca todavía parece estar escribiendo sus puntos de conversación.

En cuanto a los hechos y armas nucleares en el Medio Oriente, el Sr. Brennan gastaría mejor su tiempo asegurando que la CIA no repita sus errores pasados. Antes de la Primer Guerra del Golfo la agencia subestimó enormemente los programas nucleares de Saddam Hussein, luego en el 2003 los exageró vastamente. Algunos años más tarde concluyó erróneamente que Irán había renunciado a sus ambiciones nucleares.

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México