AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Vladimir Putin no perdió tiempo en convertir la diplomacia nuclear del Presidente Obama con Irán en una oportunidad comercial, acordando el lunes, vender a los mullahs sistemas sofisticados de misiles de defensa aérea. Ahora China planea unirse a Rusia en construir nuevos reactores nucleares para la República Islámica.
El Irán rico en petróleo tiene poca necesidad de la planta de energía nuclear que ya posee en la ciudad costera de Bushehr, pero quiere cinco más. Los reactores abrirán más caminos a la capacidad de armas nucleares, con interrupción mínima de la diplomacia liderada por Estados Unidos.
“Hemos firmado un acuerdo con los rusos para construir dos nuevas plantas de energía nuclear para la generación de electricidad, mientras que los chinos también entrarán en este escenario pronto”, dijo Behrouz Kamalvandi, jefe adjunto de la Organización de Energía Atómica de Irán, en comentarios publicados el martes en medios de comunicación estatales.
El rol de China como facilitador nuclear de Irán se remonta a la década de 1980, cuando especialistas chinos comenzaron a ayudar a Teherán a excavar minas de uranio y a producir hexafluoruro de uranio, ha dicho Susan Voss, ex funcionaria de Los Alamos. Después que Teherán quedó bajo sanciones de las Naciones Unidas en el año 2006, las empresas chinas siguieron de todas formas exportando metales y químicos proscriptos a Irán. En los últimos años China ha sido el principal comprador de petróleo iraní, adquirido legalmente con las exenciones de sanciones y contrabandeado en forma ilícita por mar, según el grupo Unidos contra Irán nuclear.
La energía nuclear para uso civil no es ilegal. Pero tales reactores “pueden ser productores copiosos de plutonio adecuado para armas nucleares”, destaca Henry Sokolski del Centro de Educación en Políticas de No Proliferación. Él agrega que construir una pequeña planta clandestina de reprocesamiento para extraer el plutonio “es realmente más fácil que establecer una planta de centrifugadoras” tal como las que Irán tiene en Natanz y Fordo.
El riesgo de proliferación de plantas de energía fue comprobado en octubre del 2012, cuando Irán sacó en forma inesperada barras de combustible de Bushehr que contenían hasta 220 libras de plutonio en grado de armas, suficiente para 24 bombas nucleares del tipo de la de Nagasaki. Los funcionarios de la inteligencia estadounidense en respuesta se apresuraron a aumentar sus capacidades de espionaje en torno a Bushehr, pero los drones y otras herramientas pueden solo ver una parte.
En cuanto a los límites que coloca el acuerdo nuclear de este mes sobre los reactores, Irán insiste en que no hay ninguno. Esto difiere del texto publicado por Estados Unidos, que dice que “un canal de procuración dedicado monitoreará y aprobará” las adquisiciones nucleares iraníes.
La administración Obama promete que tales diferencias serán sorteadas todas en un acuerdo final. Por ahora, las lagunas legales son lo suficientemente grandes como para que navegue a través de ellas un reactor nuclear, o cinco”.
Traducción: Marcela Lubczanski
Fuente: The Wall Street Journal
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