AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Veinte años después de un acuerdo al estilo de Irán, Corea del Norte tiene 20 bombas.
El Ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular China, Wang Yi, en la reunión de los representantes de las potencias mundiales sobre un acuerdo nuclear con Irán realizado en Lausana.
Incluso China está levantando las banderas sobre la proliferación nuclear. Beijing ayudó a Pakistán a obtener la bomba en la década de 1980 y ha sido el patrón de Corea del Norte. Pero en febrero, los funcionarios chinos advirtieron a un grupo de estadounidenses que Pyongyang tiene muchas más ojivas nucleares de lo que se creía anteriormente: hasta 20 ya, tal vez 40 para próximo año.
La nueva evaluación china está basada en información actualizada con respecto a la capacidad de Corea del Norte de enriquecerse uranio. Los norcoreanos no tenían tal capacidad cuando firmaron el Marco Acordado de 1994 con el gobierno de Clinton, que les exigía detener sus campañas por armas nucleares.
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Pero Pyongyang engañó ese acuerdo al desarrollar un programa de enriquecimiento de uranio reconocido por primera vez por la administración Bush en el 2002. Los coreanos del norte probaron su primera bomba en el año 2006 y más tarde fueron descubiertos construyendo una planta nuclear secreta en el desierto sirio, que fue destruida por aviones de combate israelíes en el 2007. El gobierno de Bush recompensó este comportamiento con un nuevo acuerdo nuclear—el que Pyongyang violó nuevamente al probar bombas en los años 2009 y 2013.
Ese es el historial deprimente del último intento diplomático de Washington por impedir que un régimen delincuente adquiera armas nucleares. Pero el acuerdo que la administración Obama está negociando ahora con Teherán parece estar incorporando los mismos errores. El acuerdo con Irán también tiene muchas partes móviles, haciéndolo considerablemente más difícil de aplicar. La última vez fue relativamente fácil decir cuando Corea del Norte estaba rompiendo sus promesas.
Irán es también un país mucho más rico, más sofisticado tecnológicamente y estrategicamente influyente que Corea del Norte. Al menos Pyongyang no tiene el tipo de control sobre sus vecinos que disfruta Teherán en Irak, Siria, Líbano y Yemen.
Irán y Corea del Norte tienen extensos vínculos diplomáticos y militares, con Pyongyang ayudando a proporcionar a los iraníes tecnología en misiles balísticos y, según informes noticiosos, albergar a científicos iraníes en sus pruebas nucleares. Nadie debe descartar la posibilidad que una parte del creciente arsenal de Pyongyang puede llegar algún día a manos de los iraníes, lo cual es un recordatorio espantoso que las consecuencias del control de armas descabellado con una dictadura raramente se limitan a esa dictadura.
Traducción: Marcela Lubczanski
Fuente: The Wall Street Journal
Fotografía: Brendan Smialowski / AFP / Getty Images
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