De vuelta por España los hijos de Sefarad

JOSÉ VICENTE GONZÁLEZ BETHENCOURT*

El pasado martes la Comisión de Justicia del Senado abordó el nombramiento de la ponencia que tiene que resolver el Proyecto de Ley en materia de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España que justifiquen tal condición y su especial vinculación con España, por la que es necesario modificar el artículo 23 del Código Civil, y por la que se regula el procedimiento para la adquisición de la nacionalidad española por residencia, un texto remitido desde el Congreso de los Diputados, que en su tramitación por el Senado como cámara de segunda lectura pretendemos revisar, plantear posibles enmiendas y, en suma, mejorar el texto para que sea aprobado definitivamente hasta su sanción por el Rey. En este trámite la Comisión de Justicia del Senado me nombró ponente de la Ley por el Grupo Parlamentario Socialista, y lo primero que he hecho es estudiar la historia de los judíos que vinieron de la Península Ibérica, pero que ellos y sus descendientes fueron cogiendo el camino del exilio y la diáspora tras los edictos de 1492 de Castilla y León y de 1498 del Reino de Navarra, al no aceptar la conversión forzosa.

Son llamados sefardíes dado que como “sefarad” se conoce a España en lengua hebrea. Lo cierto que le presencia judía en España no solo era firme y milenaria sino que aún hoy podemos visitar barrios y sinagogas judías de muchos valores históricos, arquitectónicos y simbólicos, que despiertan mucho la curiosidad de turistas y estudiosos. Sin embargo tuvieron que abandonar sus casas y propiedades, fundando nuevas comunidades en el Norte de África, los Balcanes y el Imperio Otomano. Hoy, con esta Ley, pretendemos el reencuentro y la reconciliación definitiva de las comunidades sefardíes con España, para lo que se precisan los oportunos trámites jurídicos para facilitar la condición de españoles a quienes se resistieron a dejar de serlo a pesar de las persecuciones, escarnios y padecimientos que en 1492 y 1498 sufrieron sus antepasados. Realmente la uniformidad religiosa impuesta en España durante siglos es la que ha impedido avance alguno.

Ya en época de Isabel II los sefardíes obtuvieron permisos para construir cementerios propios, y más tarde sinagogas, esta cuestión la abordó Emilio Castelar en su famoso discurso sobre la libertad religiosa, y en 1900 el senador Ángel Pulido inició un acercamiento a los sefardíes llevando su problemática al Senado. En la dictadura de Primo de Rivera se abrió la mano para que unos 3.000 sefardíes consiguieran la nacionalidad española, y con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, miles de judíos escaparon del holocausto nazi gracias a diversos trámites que pudieron hacerse en consulados abiertos previamente en varios países.

Pero los hijos de Sefarad nunca se olvidaron de España, manteniendo viva su memoria tras varias generaciones hasta que el 1 de octubre de 1987, tras cinco siglos de alejamiento, el Rey de España visita una sinagoga en Los Ángeles, California, y en 1990 la comunidad sefardí recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Antes Ernest Lluch había conseguido en 1981 la introducción en el Código Civil de la equiparación de los sefardíes con los nacionales de los países iberoamericanos, de Filipinas y de otros antiguos territorios españoles a efectos de la obtención de la nacionalidad por residencia.

La concesión se hará por carta de naturaleza o residencia, debiendo tener el solicitante más de 14 años y prestar declaración de fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y las leyes españolas. Nos corresponde ahora a Las Cortes Generales legislar para resolver definitivamente esta problemática, debatida ya en el Congreso de los Diputados con el apoyo unánime de todos los grupos parlamentarios a esta iniciativa, y el próximo 5 de mayo la abordaremos en la Comisión de Justicia del Senado previa al Pleno para así realizar todo el trabajo pendiente con el objetivo de recuperar como españoles a los descendientes de persecuciones y la ignorancia condenados a la diáspora, pudiendo darles así la bienvenida definitiva.

*Senador del PSOE por Tenerife, vocal de la Comisión de Justicia y ponente en el proyecto de ley de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes.

@JVGBethencourt

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Fuente:eldia.es