AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha sido presionada recientemente por gobiernos y políticos occidentales para celebrar elecciones muy atrasadas en la Ribera Occidental y la Franja de Gaza.
https://www.gatestoneinstitute.org/5686/palestinians-reforms
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Ex presidente estadounidense Jimmy Carter con el Presidente Mahmoud Abbas de la Autoridad Palestina, en Ramallah el 02 de mayo de 2015. (Fuente de la imagen: la oficina del presidente de la AP)
Pero los que están exigiendo que los palestinos celebren otras elecciones libres y democráticas ignoran la posibilidad de que Hamas, una vez más gane el voto.
El liderazgo de la AP en Cisjordania es muy consciente de la fuerte probabilidad de Hamas de ganar las elecciones. Es por eso que al Presidente de la AP Mahmoud Abbas y su facción gobernante de Fatah no les entusiasma la idea.
Abbas y Fatah todavía tienen que recuperarse del trauma de las elecciones parlamentarias de enero de 2006, lo que resultó en una victoria para Hamas y la posterior expulsión de la Autoridad Palestina de la Franja de Gaza.
Recientemente, Abbas y Fatah sufrieron otro golpe cuando el Bloque Islámico afiliado a Hamas anotó una victoria aplastante en las elecciones del consejo estudiantil de la Universidad de Bir Zeit, en Cisjordania. Abbas reaccionó furioso a la elección de Bir Zeit por ordenar a sus fuerzas de seguridad detener a varios miembros del Bloque Islámico en varias universidades y colegios de Cisjordania. También ha dado instrucciones a todas las universidades y escuelas de suspender las elecciones previstas para los consejos de estudiantes, por temor a que Hamas gane de nuevo.
Por otra parte, fuentes palestinas dicen que Abbas ha ordenado una investigación sobre las circunstancias que llevaron a la derrota de los partidarios de Fatah en la Universidad Bir Zeit. Según los informes, funcionarios de alto rango de Fatah estrechamente asociados con Abbas se han ofrecido a renunciar por su responsabilidad en la victoria de Hamas.
Sin embargo, mientras que Abbas y Fatah entienden el riesgo de celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias, muchos en Occidente prefieren seguir enterrando sus cabezas en la arena, y se niegan a aceptar la realidad.
Tomemos, por ejemplo, el caso del ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, que ahora está tratando de persuadir a los palestinos a que celebren nuevas elecciones.
El 2 de mayo, Carter y miembros del “Grupo de Sabios” se reunieron en Ramallah con Abbas y le instaron a trabajar para celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias.
En declaraciones a los periodistas tras la reunión, Carter dijo: “Esperamos que en algún momento veamos las elecciones en todo el área de Palestina y Jerusalén oriental y Gaza y en Cisjordania.”
El ex primer ministro de Noruega, Gro Harlem Brundtland, otro miembro del “Grupo de Sabios”, también agregó su voz a los que piden nuevas elecciones palestinas.
Carter, Brundtland y sus amigos en el “Grupo de Sabios” en realidad están pidiendo a Abbas y Fatah que cometan un suicidio político para allanar el camino a una nueva victoria electoral de Hamas. Obviamente, los líderes del “Grupo de Sabios” no han oído hablar de los resultados de las elecciones de la Universidad de Bir Zeit. Tampoco son conscientes del hecho de que Hamas y otros grupos islámicos extremistas como Hizb al-Tahrir (Partido de la Liberación) y la Jihad Islámica Palestina siguen manteniendo una fuerte presencia política en Cisjordania e incluso en algunas partes del este de Jerusalén.
De hecho, mientras tenía lugar la reunión en Ramala, las fuerzas de seguridad de Abbas tomaban medidas enérgicas contra un gran número de miembros de la Jihad Islámica Palestina y Hamas en Cisjordania, en un intento por socavar a los dos grupos.
Pero lo que es aún más desastroso, si bien intencionado, es que Carter y su “Grupo de Sabios” creen que pueden actuar como mediadores entre Hamas y Fatah. En la reunión en Ramala con Abbas, pidieron la ejecución del acuerdo de unidad al que se llegó entre Hamas y Fatah en abril de 2014.
El acuerdo de unidad ha fallado hasta ahora en materializarse debido a las diferencias actuales entre Hamas y Fatah. Abbas no parece estar interesado en la aplicación del acuerdo por temor a que la unidad con Hamas daría lugar a sanciones internacionales e israelíes contra su Autoridad Palestina. Abbas también se refiere, por supuesto, a que Hamas utilizaría un acuerdo de unidad para deshacerse de él y la Autoridad Palestina.
Abbas también teme que el acuerdo de unidad alentaría y legitimaría a Hamas, y lo ayudaría a deshacerse de su mayor aislamiento, tanto a nivel local como en el ámbito internacional.
Los que ahora están pidiendo nuevas elecciones y la aplicación del acuerdo de unidad están, de hecho, allanando el camino para que Hamas se extienda más allá de su control de la Franja de Gaza. Aún más inquietante es el hecho de que gente como Carter no considera a Hamas una organización terrorista, incluso mientras la Autoridad Palestina y algunos países árabes como Egipto están librando la guerra contra el movimiento islamista.
En una entrevista con el canal 2 de televisión de Israel, Carter, posiblemente deseoso de creer cualquier cosa que le dijera, declaró que el líder de Hamas, Khaled Meshaal era un fuerte defensor del proceso de paz. Carter llegó a afirmar que Mashaal ha aceptado la solución de dos estados y se mostró a favor de la Iniciativa de Paz Árabe de 2002, que reconoce el derecho de Israel a existir, a cambio de una retirada total a las líneas anteriores a 1967.
La defensa de Carter de Hamas llega incluso cuando Hamas y sus líderes continúan hablando de sus planes y deseos de destruir a Israel. También coincide con los intensivos preparativos en curso de Hamas para otra guerra con Israel, mientras cavan nuevos túneles y reconstruyen los demás que fueron destruidos en la Franja de Gaza por parte de Israel en la guerra hace menos de un año.
Las elecciones libres y democráticas son lo último que los palestinos necesitan ahora. Tales elecciones sólo allanarán el camino para una toma de control de Hamas de la Autoridad Palestina y sumir a la región en el caos y la violencia. Mientras la facción Fatah de Abbas no es vista como una mejor alternativa a Hamas, sería demasiado arriesgado pedir a los palestinos que vayan a las urnas. En lugar de presionar a los palestinos para celebrar nuevas elecciones, los líderes mundiales deberían exigir rendición de cuentas y transparencia de la PA.
También deberían instar a la Autoridad Palestina a allanar el camino para el surgimiento de nuevos líderes y deshacerse de todos los representantes de la vieja guardia corruptos que han estado en el poder durante décadas. Por último, la comunidad internacional debe instar a la Autoridad Palestina a detener su campaña para deslegitimar y aislar a Israel, lo que impulsa a más palestinos a los brazos abiertos de Hamas y otros grupos radicales, que asumen que si los israelíes son tan terribles como se les dice, bien podrían formar parte del grupo dedicado a matarlos en vez de negociar la paz.
Traducción: Silvia Schnessel
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