Israel – El primer Estado indígena

DR. YITZHAK CALAFI

Podemos afirmar con absoluta seguridad que Medinat Israel es el primer Estado indígena moderno del mundo como afirma Ryan Mervin Bellerose, activista de los Derechos Indígenas que ha publicado un artículo a favor de Israel en Alberta, Canadá, que apareció por primera vez en el blog Israellycool y luego en Calgary United with Israel, en el que explica “por qué los judíos son indígenas en la tierra de Israel y por qué los palestinos no lo son” [1].

Para Ryan Mervin Bellerose los únicos habitantes de Medinat Israel que pueden ser considerados realmente indígenas son los judíos: “A pesar de que Israel es el primer estado indígena moderno, todavía tiene tierras que están ocupadas por extranjeros en Judea y Samaria. Son tierras ancestrales, y muchos sienten que deberían ser devueltas a los pueblos indígenas por la libre determinación”. Ryan Mervin concluye con una larga serie de argumentos en los que considera a los no-judíos como personas con “rights of longstanding presence” (“derechos de la presencia de larga duración”), y aunque se trata de derechos legítimos, no deben prevalecer sobre los derechos indígenas [2].

El Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, en su septuagésima sexta reunión, establecerá unas pautas y normas para devolver parte de sus tierras y dignidad a los indígenas [3]. A pesar de las declaraciones de buenas intenciones y pretender querer devolver parte de sus tierras y dignidad a los indígenas, nada se ha cumplido. La historia muestra que todos los pueblos indígenas que fueron ocupados y dispersados fueron y van siendo asimilados y desparecieron -y desaparecen- como pueblos.

Esta es la ley natural de la humanidad: los pueblos – como todos los organismos vivos- nacen, crecen, se mantienen, envejecen y fenecen, es la ley de la asimilación y desaparición de los pueblos que se ha confirmado a lo largo de la historia de la humanidad y se ha dado en todos los pueblos. Sólo quedan recuerdos históricos de aquellos pueblos en los libros, sombras pálidas de lo que fueron e hicieron hace siglos o milenios. De todos ellos no hay más memoria viviente, de todos ellos no queda nada, excepto Israel en el que no se da esta ley.

Am Israel es el único pueblo de la tierra que a pesar de haber sufrido destierros, cautiverios, persecuciones, y disperso entre todas las naciones del orbe, hablar las lenguas de los países de su Diáspora y haber servido de gran provecho para todas las naciones, de aquellas que le han permitido vivir en relativa tolerancia, relegando su lengua original en el recuerdo litúrgico, ha recuperado parte de su tierra al cabo de dos milenios, y ha resucitado su lengua ancestral, el hebreo, y cohesionado todas las gentes de diversas culturas y procedencias.

El proceso de recuperación de Eretz y del hebreo, único en la historia de la humanidad y que contradice la ley de la historia natural de las naciones – la ley de la asimilación y desaparición de los pueblos – estaba profetizado miles de años antes. Todas las profecías se están cumpliendo. En los corazones de los yehudim palpitan almas judías que dirigen con esperanza sus miradas hacia Sion, una esperanza bimilenaria de ser un pueblo libre en nuestra tierra, en tierra de Sion y Yerushalayim, como profetizó Zejariá 12:6-10: […] Y Yerushalayim será habitada otra vez en su propio lugar, en Yerushalayim. … En aquel día el Eterno defenderá a los moradores de Yerushalayim, […] Y sucederá en aquel día que trataré de destruir a todas las naciones que vinieren contra Yerushalayim. Y volcaré sobre la casa de David y los moradores de Yerushalayim el espíritu de la gracia y de la imploración. Y Me mirarán a Mí”. 

El capítulo 60 del libro del profeta Yeshayahu describe el retorno de Am Israel a Eretz, desde la lejanía y de todos los confines del planeta, por tierra, por barcos y en el pasuk 8 se describe también volando; al tener su visión el profeta (Yeshayahu) se sorprendió y exclamó: ¿Quiénes son esos que vuelan como nubes, que van como palomas a sus palomares? en los modernos aviones de nuestra época, exactamente como Yeshayahu los vio.

Hace 2,700 años profetizaba Yeshayahu 49:13-17 que a pesar que Am Israel quedaría –en un futuro cercano- exiliado de su tierra, el Eterno nunca se olvidaría de él y le haría retornar a su tierra. Hace 3,400 años está profetizado en Levítico 26:32-33 que la tierra de Israel sería devastada, Am Israel sería esparcida entre las naciones y la espada nos perseguiría, Eretz asolada y sus ciudades en ruinas, pero también en Vayikrá 26:44, -hace 3,400 años-, se profetiza que el Eterno nunca permitirá que Am Israel sea completamente destruido. Hace más de 2,600 años Yirmiyahu (32:36-37) advirtió que Am Israel sería exiliado por los babilonios y que el Eterno recogería de todas las tierras a Am Israel adonde lo echó, que posteriormente lo haría volver a su hogar, Eretz, donde vivirá en seguridad. Yejezkel 34:13 hace2.600 años profetizó que el Eterno reunirá a los exiliados de las diversas naciones a las que habían sido esparcidos y que iba a restaurarlos a “su propia tierra”, Eretz.

Son innumerables las profecías en el Tanaj que aseguran que Am Israel será perseguido en los países a los que serían desterrados ​​durante su exilio, y que la tierra de Israel quedaría en ruinas, nuestros santuarios una desolación, y que los enemigos de Israel residirían en la tierra de Israel durante y después de la época del exilio (Vayikrá 26:31-32). Nejemiah hace 2,500 años profetizó que los yehudim que regresarían en el futuro a Eretz serán recibidos con hostilidad por parte de los extranjeros residentes en Yerushalayim y sus alrededores. Estos extranjeros se burlan de los yehudim por procurar reconstruir Yerushalayim y Nejemiah se enfrenta a estos diciéndoles: “El D-s del cielo nos hará salir adelante. Por tanto nosotros Sus siervos nos levantaremos y construiremos. Pero vosotros no tenéis parte, ni derecho, ni recuerdo en Yerushalayim” [Nejemiah 2:20].

Tan pronto como se proclamó la refundación del Estado de Israel en 1948, los judíos comenzaron a llegar desde los cuatro puntos cardinales de la tierra: Norte, Sur, Este y Oeste. Tal como dijo el profeta en Yeshayahu 43:5-6: “No temas, porque Yo estoy contigo; del oriente traeré tu descendencia, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos Mis hijos, y Mis hijas de los confines de la tierra”. Hay multitud de pasajes en el Tanaj que anticipan el retorno de Am Israel a Eretz Yisrael. [4].

No existen profecías de exilio y retorno en ninguna otra nación. Am Israel es singular y único por su origen, su vida errante entre las naciones, la conservación de su identidad a pesar de todos los pesares, su anhelado deseo de retornar a Eretz, su vuelta a su tierra de promisión, Eretz Yisrael, y las profecías que hay sobre todo ello.

Vivimos en una época en que podemos ver como muchas de estas profecías se han cumplido y se están cumpliendo. [5]. Yirmiahu16:14-15: He aquí pues que vendrán días, dice el Eterno, en que no se dirá más: “Vive el Eterno, que trajo a los hijos de Israel de la tierra de Egipto”, sino: “Vive el Eterno, que trajo a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todos los países adonde Él los llevó”, y los traeré de vuelta a la tierra que les di a sus padres. En cada generación los judíos hemos revivido y recordado la liberación de nuestro pueblo del cautiverio en Egipto durante Pesaj y recitado diariamente en el Shemá de la mañana y de la noche, y llegará el día en que esto será desplazado por el evento más reciente, el retorno de los cautivos a Eretz, lo que confirma que los yehudim serían cautivos y más tarde liberados. Este actual retorno eclipsará entre las naciones la liberación de Egipto.

A través de su entera historia de más de tres mil trescientos años, la tierra de Israel nunca había sido dividida por potencias extranjeras. Ha sido conquistada por varias naciones, pero ninguna de ellas llegó a dividir la tierra. La temporal división perpetrada por los mismos israelitas de Eretz en el Reino de Yehudá (sur) y el Reino de Israel (norte), se producirá después de la muerte del rey Salomón en 928 antes EC (hace 2,943 años). El rey Josías, de Yehudá (640-609 antes EC) [Divrei Hayamim II -Crónicas II-, capítulos 34 y 35] conseguirá la total independencia de Yehudá en el 12 año de su reinado (628/629) al estar Asiria corroída por disturbios internos. Assurbanapal, rey de Asiria, asoció su trono a su hijo Sin-Shar-Ishkun en calidad de corregente, perdió el control efectivo del oeste y no estaba en situación de poder intervenir, por lo que Josías se movilizó para apoderarse de las provincias del Norte (Reino de Israel), vasallas de Asiria. Pero dado que estas provincias habían sido abandonadas por Asiria, no podían ofrecer gran resistencia. La reforma de Josías y vuelta a la Torá es la más completa de ambos reinos. En el pensamiento de los escritores bíblicos esto eclipsó tanto todos los demás hechos reales de Josías que prácticamente no cuentan ninguna otra cosa de él. [Melajim II: capítulos 22 y 23]. Cuando Josías obtuvo el control del norte (Reino de Israel) llevó el cambio y vuelta a la Torá e hizo destruir el templo rival e idolátrico de Betel en Samaria y condenó a muerte a sus sacerdotes, cerró los santuarios dispersos por todo el Reino de Israel y centralizó todo el culto público en Yerushalayim. Josías culminó la anexión del Reino de Israel (el Norte) y dio expresión política al ideal de un Eretz libre y unido una vez más bajo el cetro de David. [6]

Hace unos 2,700 años profetizó Yoel 4:1-2: Por cuanto he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo, cuando hiciere retornar a los cautivos de Yehudá y Yerushalayim, reuniré a todas las naciones y las traeré al valle de Yehoshafat, y las he de juzgar allí, por Mi pueblo y por Mi herencia Israel, a quien esparcieron entre las naciones, y dividieron Mi tierra. Todas las diversas potencias imperiales y coloniales que ocuparon Eretz les interesó mantenerla intacta, siempre integra. Esta división de Israel –que profetiza Yoel- no ocurrió ni bajo la ocupación árabe ni la otomana, pero se ha dado solamente en nuestros días. El Reino Unido había sido puesto a cargo de “Palestina” por las fuerzas aliadas que habían sido victoriosas en la Primera Guerra Mundial y que le dieron el Mandato por intermedio de La Liga de las Naciones para que esta tierra quedase como refugio para los judíos, quienes habían sido dispersados por todo el mundo, pero el Reino Unido la dividió, contraviniendo toda lógica y tradición.

Hace 2,500 años Zejariá 12:2-3 profetizó: He aquí que haré que Yerushalayim sea una copa de vértigo para todos los pueblos de alrededor, y sobre Yehudá también estará la batalla, en el sitio contra Yerushalayim. Y acontecerá en aquel día que haré de Yerushalayim una piedra de carga para todos los pueblos, todos los que la levanten de hecho quedarán lacerados. Y todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.” El profeta Zejariá hace distinción de dos grupos: “todos los pueblos de alrededor contra Judá” y “todas las naciones de la tierra”. Estos grupos son identificados por dos profecías diferentes. Para el primer grupo Yerushalayim será “una copa de vértigo, que hará temblar” y para el segundo grupo Yerushalayim será “una piedra pesada”. El primer grupo son las naciones vecinas de Eretz, el segundo grupo es identificado como todas las naciones de la tierra que “se juntarán contra ella”. La mayoría de resoluciones de las Naciones Unidas han sido contra Israel.

Desde 1967 hasta 1989 de las 865 resoluciones de las Naciones Unidas, 526 fueron contra de Israel. Para que todas las naciones estén unidas en contra de Israel, tendría que existir una organización de “todas las naciones”. Las Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente el 24 de octubre de 1945, después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios [7], justo a tiempo para ser el conducto del cumplimiento de esta profecía dicha hace 25 siglos. Y se ha confirmado históricamente con creces que todos los países que han querido inmiscuirse han tenido serios problemas por ello y no han resuelto nada, cumpliéndose: Todos los que estén cargados con ella quedarán heridos. Todas las naciones vecinas Israel están unidas por una ideología y deseo común, la voluntad de destruir a Israel. Esta ideología no existía durante el tiempo de estas profecías. El antisemitismo, la judeofobia, no tiene una base lógica ni obedece a intereses ulteriores. La implacable animadversión gratuita contra Am Israel que ha persistido, y persiste, durante miles de años, es mantenida por el odio insensato y absurdo y la demente obsesión de exterminar a los judíos y aniquilar el judaísmo. Ninguna otra nación u otra nacionalidad ha sido blanco por tanto tiempo de tal odio.

En el libro La Guerra Secreta en contra de los Judíos, Mark Aarons y John Loftus escriben: “Por más de veinte siglos los judíos han sido perseguidos, desplazados y aniquilados. Es cierto que otros grupos han sufrido enormemente en las manos de tiranos, pero existe una diferencia crucial. […] En cada uno de estos casos, el genocidio fue con la intención de servir un propósito más profundo, como la conquista de un territorio, la adquisición de fortunas, el engrandecimiento de poder político… en contraste, el genocidio de la gente judía fue hecho no necesariamente para alcanzar otro propósito fundamental. ¡Ese era el propósito fundamental! [la aniquilación del pueblo judío] Esto es lo que hace el Holocausto Nazi tan singular, tan distinto, tan único”.

¡Que podamos ver cumplida prontamente la profecía de: […] “Me llamarán por Mi Nombre, y les contestaré. Diré: “Es Mi pueblo”, y ellos dirán: “El Eterno es mi D-s”. [Zejariá 13:9]!

NOTAS

[1] Ryan Mervin Bellerose, metís del Paddle Prairie Metis, -pueblo aborigen del Canadá-, fundó Canadians for Accountability, un grupo de defensa de los derechos indígenas, y es uno de los organizadores y de los participantes en el movimiento Idle No More en Calgary. Su padre es co-autor de la Ley de Asentamientos de Métis de 1989, que fue aprobada por la legislatura de Alberta en 1990, que consolidó los derechos de los Metís en su tierra. Ryan Mervin Bellerose afirma que “hay una guía muy clara para considerar a un pueblo como indígena y se basa en la (guía) desarrollada por el antropólogo José R. Martínez Cobo, ex relator especial de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección de las Minorías de las Naciones Unidas. Esta lista fue desarrollada porque los derechos indígenas están comenzando a ser respetados en todo el planeta. Este reconocimiento es muy importante, por lo que las personas indígenas no pueden permitir que las personas no indígenas hagan afirmaciones falsas, y que en última instancia perjudique a nuestros propios derechos. Israel es el primer estado indígena moderno del mundo: mediante la creación y la declaración de la nación soberana de Israel es la primera vez en la historia que un pueblo indígena ha logrado recuperar el control de sus tierras ancestrales y que ha construido un Estado-nación. Como tal, esto es increíblemente importante para los pueblos indígenas, tanto porque reconoce y apoya nuestros derechos, como por ser un gran ejemplo a emular por nuestros pueblos. La investigación de Martínez-Cobo sugiere que las comunidades indígenas, los pueblos y las naciones son aquellos que, teniendo una continuidad histórica, se consideran distintos al de otros sectores de las sociedades que ahora prevalecen en esos territorios o en partes de ellos. Constituyen ahora sectores no dominantes de la sociedad y están determinados a preservar, desarrollar y transmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales y su identidad étnica como base de su existencia continuada como pueblo, de acuerdo con sus propios patrones culturales, sociales, institucionales y legales. Esta continuidad histórica puede consistir en la continuación, durante un período prolongado que llegue hasta el presente de uno o más de los siguientes factores: – La ocupación de tierras ancestrales o al menos de parte de ellas. – La ascendencia común con los ocupantes originales de esas tierras. – Cultura en general, o en manifestaciones específicas (tales como religión, vida bajo un sistema tribal, pertenencia a una comunidad indígena, forma de vestir, medios o estilo de vida, etc.). – Idioma (ya se utilice como lengua única, como lengua materna, como el medio habitual de comunicación en el hogar o en la familia). – Residencia en ciertas partes del país, o en ciertas regiones del mundo. – Religión que de importancia a los lazos espirituales con las tierras ancestrales. Es importante también la existencia del Blood quántum, es decir, la cantidad de sangre que lleva un pueblo específico. Veamos ahora rápidamente el caso de los judíos: ¿Cómo encajan en esta definición? Sus tierras fueron ocupadas, primero por los romanos, y luego por los árabes en el siglo VII. Ellos comparten un ancestro común con los ocupantes anteriores según lo determinado por varios estudios genéticos. Su cultura se puede remontar directamente al Este, donde se convirtió en lo que hoy es conocido como “la cultura judía.” Mientras que las diferentes comunidades judías tienen ligeramente diferentes tradiciones, todos comparten la misma cultura, y se mantiene sin cambios. Ellos han resucitado su lengua tradicional, y aunque muchos todavía hablan yiddish y ladino, el hebreo se ha convertido en el idioma principal de nuevo. Tienen vínculos espirituales con la tierra, la cual juega un papel importante en sus tradiciones como pueblo. A pesar de todos los argumentos sobre la europeización de los judíos, cumplen con todos los criterios establecidos por Martínez-Cobo”.

[2] Israel: El primer Estado indígena moderno del mundo https://unitedwithisrael.org/es/israel-el-primer-estado-indigena-moderno-del-mundo/

[3] En el preámbulo de la Conferencia General de la OIT se declarará: observando las Normas Internacionales enunciadas en el Convenio y en la Recomendación sobre Poblaciones Indígenas y Tribales, 1957. Recordando los términos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y de los numerosos instrumentos internacionales sobre la prevención de la discriminación. Considerando que la evolución del derecho internacional desde 1957 y los cambios sobrevenidos en la situación de los pueblos indígenas y tribales en todas las regiones del mundo hacen aconsejable adoptar nuevas normas internacionales en la materia, a fin de eliminar la orientación hacia la asimilación de las normas anteriores. Reconociendo las aspiraciones de esos pueblos a asumir el control de sus propias instituciones y formas de vida y de su desarrollo económico y a mantener y fortalecer sus identidades, lenguas y religiones, dentro del marco de los Estados en que viven. Observando que en muchas partes del mundo esos pueblos no pueden gozar de los derechos humanos fundamentales en el mismo grado que el resto de la población de los Estados en que viven y que sus leyes, valores, costumbres y perspectivas han sufrido a menudo una erosión. https://white.oit.org.pe/ipec/documentos/169.pdf

[4] Bereshit 17:8, Devarim 30:5, Tehilim 102:12-16, Yeshayahu 10:20-23, 11:10-14, 11:16, 14:1-2, 27:6, 35:1-2, 49:1, 49:8-13, 49:22-23, 60:3-5, 60:8-10, 62:1-5, 66:10-12. Yirmiahu 3:12, 3:14, 3:18, 23:7-8, 30:18-19, 31:7-13, 33:7-9. Yejezkel 11:17–20, 20:34, 37–38, 28:25–26, 34:11-16, 34:23-28, 36:24, 36:34-37, 37:12–14, 21–22, 25–28, 39:25-29, Hoshea11:8-11, Yoel 3:1-2, Amós 9:14-15, Mijá 2:12, 4:1-4, Tzefaniá 3:19-20, Zejariá 2:10-11, 8:3-8, 8:20–23, 10:6, 10:9-11, 14:16.

[5] Medinat Israel está avanzando a pasos agigantados en todos los terrenos del conocimiento, del saber, de la ciencia, de la medicina, y de la tecnología. Un pequeñísimo ejemplo es el de que investigadores israelíes han logrado obtener con éxito una variedad de uvas sin semillas que crecerán durante todo el año. Ya profetizó Yejezkel 28:5-8: Así dice D-s el Eterno: Cuando haya recogido a la Casa de Israel de entre los pueblos donde están dispersos, y los haya santificado a la vista de las naciones, morarán en su propia tierra que el di a Mi siervo Yaacov. Y allí vivirán seguros, y construirán casas, y plantarán viñedos; sí, vivirán allí en seguridad cuando Yo ejecute Mis designios sobre todos los que los desprecian en derredor, y sabrán que Yo soy el Eterno su D-s. Y también Amós 9:14-15: Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y reconstruirán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues Yo los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que Yo les di, dice el Eterno su D-s.

[6] La historia de Israel, John Bright. Pg 327-331

[7] https://www.un.org/es/aboutun/history/

Fuente: centrokehila.org/

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