Op-Ed: Israel debe reformatear sus relaciones con Suecia

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El nuevo gobierno de Israel debe adoptar una posición firme en sus relaciones con Suecia después de su reconocimiento de Palestina o se arriesga a perder Europa.

Por Martin Blecher

Ministra sueca de Asuntos Exteriores, Margot Wallström

Ed Milbrand y su Partido Laborista perdieron recientemente y de forma abrumadora las elecciones en Gran Bretaña. De haber ganado, Israel estaría en riesgo de ser aún más alienado y aislado, no a causa de sus propias políticas, sino por el paradigma de izquierda cada vez más anti-Israel  en los círculos socialistas europeos. 

El reconocimiento de Suecia de la llamada “Palestina” es el resultado de varios años de propaganda y campañas dirigidas a debilitar la democracia israelí. 

Hay que tener en cuenta que Europa Occidental durante décadas ha estado financiando organizaciones que deslegitiman el Estado judío y sus valores. ¿Cuál habría sido la reacción de Gran Bretaña, Alemania, España, Francia y otros si sus países estuvieran bajo ataque constante de entidades extranjeras que cuestionaran y deslegitimaran su propia existencia como nación? 

Países como Suecia afirman que mediante el reconocimiento de un estado terrorista como Palestina, están salvando la visión y la idea de la solución de dos estados. Sin reconocer siquiera que estado nacionales de facto en Oriente Medio están colapsando en este mismo instante. El concepto de estado nacional tal como lo conocemos ha dejado de existir en el actual Oriente Medio. 

Suecia afirma además que está a favor de una solución de dos estados. Sus acciones hablan más fuerte que sus palabras. 

El gobierno sueco financia numerosas ONGs israelíes y palestinas a través de la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (ASDI), la Embajada en Tel Aviv, la Oficina de Representación en Ramallah, e indirectamente por subcontratación a organizaciones de ayuda suecas como Diaconía y Kvinna till Kvinna. 

Muchas organizaciones no gubernamentales que reciben fondos del gobierno de Suecia se oponen a una fórmula de dos Estados, desaprueban los esfuerzos de paz, promueven los esfuerzos de BDS (movimiento de Boicot, Desinversión, Sanciones) y casos de guerra jurídica contra funcionarios israelíes, además de participar en actividades antisemitas.

Diakonia, que recibió  390 millones de coronas suecas  en Suecia en 2013, explota regularmente la retórica legal para demonizar a Israel, acusando a Israel  de “crímenes de guerra”, “castigo colectivo” y “violaciones del derecho internacional”.

La Iglesia de Suecia, que recibió 192 millones de coronas de Suecia y la Unión Europea en 2013,  apoyan y promueven  el documento Kairos Palestina. Este documento pide el BDS contra Israel y niega la conexión histórica judía a Israel, así como ignora el acoso extremo y la violencia cometidos por los palestinos contra los cristianos.

Los gobiernos europeos y otros utilizan la financiación directa de las ONG israelíes con el fin de promover sus propios puntos de vista e intereses, sin tener en cuenta y, a menudo en oposición a las políticas de los representantes democráticamente elegidos de la opinión pública israelí. Las ONG que reciben este tipo de financiación promueven políticas de la oposición en temas muy complejos y sensibles como Jerusalén, el futuro de la “Cisjordania”, las respuestas al terror en Gaza, y otras cuestiones básicas que son fundamentales para la vida de los ciudadanos israelíes.

Israel ha estado a la defensiva cuando se trata del reconocimiento de Suecia a “Palestina”. Israel efectivamente retiró a su embajador, pero no tardó en regresar.

Al no adaptar sanciones aún más duras, Israel ha asegurado que los países miembros en Europa pronto harán lo mismo (Noruega, España y Francia) mediante la adopción de medidas más anti-israelíes.


Tengo serias dudas de que el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí entiende completamente las implicaciones de este reconocimiento, el efecto bola de nieve que aún puede crear.  

 
¿Por qué debería existir un consulado sueco de los palestinos en Jerusalén Este?  Si Suecia no puede trasladar su embajada a Jerusalén, ¿por qué entonces reconoce Jerusalén Este como territorio palestino? La “cesión” de tierra como cortesía de Israel a los suecos, es algo que no tiene obligación moral de hacer.  El actual gobierno de Netanyahu debería cerrar el Consulado en Jerusalén Este y trasladarlo, sin demora, a Ramallah.  Y si los suecos afirman que los palestinos no pueden garantizar su seguridad, mala suerte. Ellos  definitivamente deberían haberlo considerado antes de reconocer un estado no funcional y no existente. 


Suecia es per cápita uno de los mayores donantes de la UNRWA.  Ahora que existe un estado palestino a los ojos de Suecia, la ayuda sueca debe desaparecer de la UNRWA. No hay ninguna explicación de por qué los refugiados palestinos y la actual organización reciben soporte sólido si hay un estado palestino al que se pueden trasladar!

Israel tiene que recuperar la iniciativa en lo que respecta a sus relaciones vis a vis Suecia y Escandinavia. Cerrando el consulado sueco en Jerusalén Este para los asuntos palestinos y limitando estrictamente la financiación sueca de organizaciones anti israelíes, Israel habrá adoptado medidas y logrará enviar un mensaje de fuerza de voluntad y rigor.

Fuente: Arutz Sheva

 

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Silvia Schnessel: Silvia Schnessel es corresponsal de Enlace Judío en España. Docente y traductora, maneja el español, el hebreo, el francés, el inglés y el catalán. Es amante del periodismo, del sionismo y de Israel.