Irán ordena la caza de jóvenes ricos al volante

ZAHIDA MEMBRADO

Dos accidentes mortales la misma noche con coches de lujo provocan la ira ciudadana. La policía se incauta en dos semanas de 850 coches de lujo por exceso de velocidad.

Tres calles más abajo todavía se oye el rugido atronador de los tubos de escape. Un Porsche acaba de cruzar la ancha avenida que atraviesa el acomodado barrio de Shahrak Gharb de Teherán. Al volante, un joven multimillonario a quien las señales de tráfico le traen sin cuidado. La escena es habitual en el norte de Teherán, pero el pasado 19 de abril la tragedia se cernió sobre la élite acaudalada de la capital.

Con pocas horas de diferencia, el exceso de velocidad provocó dos accidentes mortales que acabaron con la vida de cuatro jóvenes que viajaban en vehículos de alta gama. En uno de los casos, la conductora era una joven de veinte años que estampó contra un árbol de la avenida Shariati el Porsche Boxter que conducía a más de 190 kilómetros por hora. Su acompañante y propietario del deportivo falleció horas después en el hospital. El eco de la desgracia podía haber terminado con el titular del accidente, pero el ruido ha sido mucho mayor cuando ha trascendido en los medios de comunicación que el copiloto era el nieto de un influyente clérigo conservador.

La noticia ha desatado en las últimas semanas una turba de mensajes de ira hacia la nueva élite rica que nada en la abundancia y exhibe su opulencia sin reparos, mientras las clases media y baja padecen las consecuencias de una economía maltrecha y asfixiada por las sanciones. Pero no sólo eso, las críticas también han arreciado contra la doble moral que la élite puede permitirse, llevando una vida holgada y alejada de la modestia, la humildad y las restricciones a las que obliga el régimen ultraconservador del país.

Tal ha sido el escándalo, que el líder supremo, Ali Jamenei, se vio obligado a abordar el caso ante una nutrida audiencia de agentes de policía, a la que pidió detener a estos “jóvenes ricos, intoxicados por la riqueza, que conducen coches de lujo de manera temeraria provocando una inseguridad psicológica en la población”.

Gas, petróleo y corrupción

En los últimos años, Irán ha aumentado de manera muy significativa la importación de coches de lujo. Las cifras empezaron a dispararse durante el anterior gobierno de Mahmoud Ahmadinejad, y entre las causas que explican el fenómeno se encuentra el surgimiento de una élite que se enriqueció con la corrupción y los cuantiosos beneficios obtenidos de la industria del gas y el petróleo, aprovechando la coyuntura favorable para unos pocos que durante todos estos años han provocado las sanciones. Desde el año 2012, varios políticos han sido detenidos acusados de malversación de caudales públicos.

Tras la llamada al orden del ayatolá Jamenei, la policía de Teherán se ha puesto manos a la obra. Así, según informó esta semana el jefe del departamento de tráfico de Teherán, Teymour Hosseini, en tan solo 15 días la policía se ha incautado de 850 coches de alta gama conducidos por “nuevos ricos” a una velocidad mucho mayor de la permitida. En tan solo 7 horas, los oficiales cazaron 47 coches de lujo con el velocímetro disparado.

“Hemos puesto en marcha un plan para hacer frente a la conducción agresiva. La vigilancia durante la madrugada será una prioridad”, apuntó Hosseini, quien añadió que con estas nuevas medidas de control se atajará de forma seria la práctica del “dor-dor” -recorrer las calles de la ciudad en coche a toda velocidad como forma de diversión- .

“Esta conducción pone en peligro la seguridad de los peatones, no sólo la de ellos mismos”, se queja una iraní de mediana edad, que arremete contra la exuberancia que muestran estos jóvenes en sus lujosos deportivos, mientras la mayoría de la población vive con muchas dificultades.

Con una inflación superior al 15%, que ha afectado sobre todo a los alimentos de primera necesidad, un paro juvenil de más del 25%, una renta per cápita de 12.300 dólares y un crecimiento negativo del -3%, Irán es el país que más Porsches importa de todo Oriente Medio.

Fuente:elmundo.es