Un siglo de genocidios. El próximo ejecutor, Irán

GUY MILLIÉRE

La primera prioridad de la mayoría de los gobiernos occidentales, hoy, parece ser firmar un acuerdo con el Líder Supremo de Irán, Ali Khamenei, que abiertamente llama a la destrucción de Israel y de Estados Unidos.

La siguiente prioridad de muchos gobiernos europeos, y al parecer del Papa, es confiarles un Estado a la Autoridad Palestina y Hamas, un movimiento que no oculta sus intenciones genocidas.

A menos que el gobierno de Obama y el Congreso detengan a Irán, estamos a punto de presenciar el próximo genocidio del mundo, cometido por Irán. Garantizando la capacidad nuclear de Irán y desencadenando una carrera de armas nucleares en Medio Oriente, EE.UU. y los negociadores del P5+1 están creando condiciones que sólo pueden conducir a una guerra desastrosa con resultados catastróficos.

El 28 de abril se realizaron ceremonias para conmemorar el septuagésimo aniversario de la liberación del campo de concentración de Dachau. Puede que no parezca un evento importante, ya que Dachau no fue un campo de exterminio. Auschwitz-Birkenau, el principal centro de exterminio nazi, había caído tres meses antes. El horror absoluto de los crímenes nazis era conocido plenamente. El final de la Segunda Guerra Mundial estaba cerca: diez días después, el 8 de mayo de 1945, se firmó la rendición de Alemania.

Dachau, no obstante, tiene un significado especial: fue el primer campo. Después de que sus puertas se abrieron, en 1933, se convirtió en el modelo para todos los campos de concentración nazis. [1]

Más de 30.000 hombres judíos fueron enviados a campos de concentración poco después de la Kristallnacht – una ola de violentas manifestaciones antisemitas en toda Alemania y Austria en la noche del 9 al 10 noviembre de 1938. Instigado por el partido nazi, negocios, sinagogas y hogares judíos fueron atacados y quemados, casi un centenar de judíos fueron asesinados, miles fueron heridos y decenas de miles de judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración.

El resto del mundo aún podría haber salvado judíos y detenido la máquina de destrucción. Pero el mundo no hizo nada. Hitler sabía – como Irán lo sabe ahora – que el mundo no haría nada.

Seis semanas antes, el 30 de septiembre, se había firmado el Acuerdo de Munich. El primer ministro británico, Neville Chamberlain, había presentado el acuerdo como “La paz para nuestro tiempo” a cambio de permitir que Alemania se comiera la parte de habla alemana de Checoslovaquia, más tarde conocida como los Sudetes. Chamberlain y el Primer Ministro de Francia, Édouard Daladier, habían aceptado las condiciones de Hitler sin siquiera mencionar el destino de los judíos.

Seis meses antes, en julio de 1938, durante la Conferencia de Evian, ningún país había aceptado acoger a refugiados judíos. [2]

Hubo pocas consecuencias para Alemania. Nada había cambiado.

En mayo de 1940, se abrió Auschwitz.

El 20 de enero de 1942 se llevó a cabo la Conferencia de Wannsee, durante la cual funcionarios alemanes de alto rango coordinaron lo que llamaron “La Solución Final a la Cuestión Judía”[3]. A los pocos días Auschwitz se convirtió en un campo de exterminio.

La grave situación de los judíos europeos y los crímenes de Auschwitz y otros campos de exterminio, no fueron una sorpresa. El Informe Witold, escrito por el Capitán WitoldPilecki, un agente secreto de la resistencia polaca, que entró y se escapó de Auschwitz, había sido remitido a los británicos[4]. El informe detallaba el “proceso de selección”, los tres hornos crematorios que podían quemar 8.000 personas por día, y los así llamados “experimentos médicos”. Los británicos cuestionaron la fiabilidad del informe. [5]

El reconocimiento y la conmemoración del Holocausto comenzó en Israel varios años después de 1945[6]. Durante décadas, sin embargo, el resto del mundo se mantuvo en silencio.

Consideraciones políticas prevalecieron sobre consideraciones éticas. Hacer hincapié en la responsabilidad de Alemania habría implicado que muchos más alemanes que los procesados en Nuremberg habrían tenido que ser juzgados. Varios líderes políticos occidentales podrían haber sido considerados cómplices. El momento de la rememoración llegó recién cuando casi todos los perpetradores y sobrevivientes estaban muertos. ¿Pero se aprendieron las lecciones?

El crimen del Holocausto fue el único intento de total exterminio de un pueblo por medios industriales, y fue cometido en un continente considerado la “cuna de la civilización occidental”.

Los otros horribles actos de exterminio que tuvieron lugar durante el siglo XX fueron tratados como de poca importancia – y todavía son tratados de ese modo.

Los crímenes del comunismo – incluyendo los campos de exterminio comunistas de Camboya que tuvieron lugar a finales de 1970 – también fueron inmensos. Fueron cometidos en los cinco continentes y duraron varias décadas. El comunismo asesinó a cerca de cien millones de personas[7]. A pesar de que los crímenes del comunismo son información pública, el mundo sigue mayormente estando en silencio. Una vez más, consideraciones políticas prevalecieron sobre consideraciones éticas. El Libro Negro del Comunismo fue publicado en 1999. El tema luego decayó. Es probable que nunca haya un Día de Conmemoración de las Víctimas del Comunismo.

En 1994, otro genocidio tuvo lugar en Ruanda: 70% de los tutsis que vivían allí fueron asesinados. Uno de los aspectos más horribles del genocidio ruandés fue que las fuerzas internacionales, enviadas por la ONU, fueron testigos y permanecieron pasivas. Francia lanzó una operación militar para evacuar a los ciudadanos franceses y belgas, pero se negó a evacuar a ningún tutsi. Cientos de personas fueron masacradas a pocos metros de distancia de las fuerzas francesas. Una vez más, consideraciones políticas prevalecieron sobre consideraciones éticas. Las responsabilidades de las fuerzas internacionales y las responsabilidades de Francia han sido ignoradas a nivel internacional[8]. Se estableció un Tribunal Penal Internacional para Ruanda; pronto terminará su trabajo. Solamente ruandeses fueron incriminados. Casi nadie en el resto del mundo se acuerda del genocidio de Ruanda.

También tuvo lugar un genocidio en el Imperio Otomano en el momento de su colapso, durante la Primera Guerra Mundial, un cuarto de siglo antes del Holocausto. A partir de 1915, entre 800.000 y 1,5 millones de armenios fueron asesinados por soldados del ejército otomano[9]. Turquía nunca ha reconocido la masacre como un genocidio[10]. El mundo fue, nuevamente, mayormente indiferente a la suerte de los armenios. Hitler aprovechó esta indiferencia para decir que si el mundo consiente lo que les sucedió a los armenios, consentirá lo que les sucederá a los judíos. Estuvo en lo cierto. Una vez más, consideraciones políticas prevalecieron sobre consideraciones éticas. Como Turquía era un aliado de Occidente contra la Unión Soviética, se dejó de lado cualquier decisión que pudiera molestar u ofender al gobierno turco. Desde el colapso del imperio soviético, sin embargo, Turquía ha perdido parte de su importancia geopolítica, pero contribuye a nuevas masacres genocidas similares. En los últimos meses, decenas de miles de cristianos y yazidis han sido asesinados salvajemente en Siria e Irak por el Estado Islámico – que no podría existir sin el apoyo de Turquía. Gran parte del petróleo vendido por el Estado Islámico y sus necesarios suministros militares, pasan a través de Turquía. El silencio de Occidente continúa. Sin duda. Las consideraciones políticas están trabajando.

Setenta años después de la caída de Dachau y Auschwitz, los judíos, los cristianos y los árabes de Israel están bajo la amenaza de un segundo Holocausto, por parte de personas que niegan la existencia del primer Holocausto: el liderazgo de Irán. Occidente, aparentemente dispuesto a permitir que Irán avance hacia la capacidad nuclear, no presta atención y actúa como si las continuas amenazas de Irán no tuvieran sentido.

La primera prioridad de la mayoría de los gobiernos occidentales, hoy, parece ser firmar un acuerdo con el Líder Supremo de Irán, Ali Khamenei, que abiertamente llama a la destrucción de Israel y de Estados Unidos.

[El Líder Supremo de Irán, el AyatollahKhamenei (centro), es mostrado reuniéndose, en mayo de 2014, con el jefe del estado mayor militar y los comandantes de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. (Fuente de la imagen: IRNA)]

La siguiente prioridad de muchos gobiernos europeos es confiarles un estado a la Autoridad Palestina y a Hamas, un movimiento que no oculta sus intenciones genocidas. Las consideraciones políticas están trabajando, a tiempo completo y con plena aceleración.

Han pasado cien años desde el genocidio armenio, marcados por asesinatos masivos, masacres y genocidios. Estos culminaron en el Holocausto, pero no terminaron con él. Los campos de exterminio comunistas de Camboya tuvieron lugar durante la década de los años 1970. El genocidio de Ruanda de los tutsis fue perpetrado hace veinte un años.

El siglo XX fue adecuadamente descrito por el historiador Robert Conquest como un “siglo devastado”. [11]

Es urgente que consideraciones éticas – no políticas o monetarias – tengan prioridad. Si no, este será el segundo “siglo devastado”.

[1] El Campo de Concentración de Dachau, 1933-1945: Texto y Documentos Fotográficos de la Exposición, con CD. Dachau: Comité Internacional De Dachau, 2005.

[2] William R. Perl, La Conspiración Holocausto: Una Política Internacional de Genocidio, ShapolskyPublishers, Inc., 1989.

[3] de Mark Roseman, La Villa, El Lago, La Reunión: Wannsee y la Solución Final, Allen Lane, 2002.

[4] WitoldPilecki, El Voluntario de Auschwitz: Más allá de Valentía, Aquila Polonica, 2012.

[5] Hubo también otros tres informes sobre las condiciones en Auschwitz: El “Informe del Mayor Polaco ” de JerzyTabeau; el “Informe Vrba-Wetzler” de Rudolf Vrba y Alfred Wetzler en abril de 1944, y un breve informe de ArnstRosin y Czelaw Mordowicz, que escaparon de Auschwitz en mayo de 1944.

[6] YomHaShoah (“Día del Holocausto”) se convirtió en una rememoración anual en Israel en 1953. El Día de Recuerdo de las Víctimas del Holocausto se celebró en EE.UU. por primera vez en 1979, veinte y seis años después de 1945 . El gobierno francés reconoció la responsabilidad de Francia en la deportación de los judíos en 1995. Un Día en Recuerdo de las Víctimas del Nacionalsocialismo se estableció en Alemania en 1996. El Día de Rememoración del Holocausto fue creado en el RU en 2001.

[7] Stephane Courtois, Nicolas Werth, Jean-Louis Panné, Andrzej Paczkowski, Karel Bartosek, Jean-LousMargolin, El Libro Negro del Comunismo, Harvard UniversityPress, 1999.

[8] Gerard Prunier, La Crisis de Ruanda, Fountain Publishers Limited, 1999; Romeo Dallaire, Darse las Manos con el Diablo: El Fracaso de la Humanidad en Ruanda, Arrow, 2004

[9] James Nazer, El primer genocidio del siglo XX: la historia de las masacres armenias en texto e imágenes, T&T Publishing inc, 1968.

[10] FatmaMügeGöçek, Negación de la Violencia: Pasado Otomano, Presente Turco, y la Violencia Colectiva Contra los Armenios, Oxford UniversityPress, 2014.

[11] Robert Conquest, Reflexiones Sobre un Siglo Devastado, WW Norton & Company, 1999

Fuente:cciu.org.uy

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