SHIMON SAMUELS, CENTRO WIESENTHAL – Frente a una manifestación pro palestina de unas 150 personas fuera del Palacio de Congresos de la FIFA en Zúrich, el Centro Simon Wiesenthal fue la única organización judía que presentó una contra-protesta.
Con el apoyo de unos amigos cristianos de Israel, cantamos Hatikva y “Am Israel Jai”. Los pro-palestinos se avalanzaron, golpeando la pantalla de mi iPad. El vidrio puede agrietarse pero nuestra posición era inexpugnable.
La policía corrió entre nosotros, arrebatando nuestros banderines israelíes del tamaño de pañuelos y multaron a una señora evangélica por llevar un collar con una pequeña estrella de David.
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Los pocos sionistas éramos, al parecer, los “provocadores”, mientras que, con los gritos de fondo de “El sionismo es racismo”, “Apartheid de Israel”, las cámaras de televisión del mundo se centraron en el “Blattergate”, ajenas al panorama genocida detrás de ellos de los aspirantes a terroristas.
Las diversas asociaciones de lucha contra el racismo en el fútbol – con las que hemos cooperado durante años – se mantuvieron al margen en este nuevo umbral de antisemitismo en el fútbol. Me sentí tan seguro en la FIFA como si estuviera sentado en las gradas de un reciente partido de Holanda a los gritos de “Hamas, Hamas, Judios al gas!”
Samuels sobre el derecho de podio. (Foto: Shimon Samuels)
Por suerte, el Centro Wiesenthal, como organismo de derechos humanos, fue invitado espontáneamente por Solidar – el ‘lobby’ suizo de los derechos de los trabajadores internacionales – a unirse a su manifestación contra el abuso de Qatar de la mano de obra extranjera.
Para los 209 delegados de la Asociación de Fútbol que había en el interior del Palacio de Congresos, “Blattergate” y el tumulto palestino debían seguir su curso. En un momento, sin embargo, la agitación de fuera invadió las actuaciones cuando dos mujeres que gritaban entre los manifestantes desplegaron una bandera palestina.
Al final, la ley fue tras los verdaderos “provocadores”, escoltándolos cortésmente a la salida.
Manifestación pro-palestina fuera del Congreso de la FIFA en Zúrich. (Foto: Shimon Samuels)
Los palestinos pueden haber retirado su demanda de voto para suspender a Israel. Fue un gesto para salvar las apariencias cuando tantos países temieron que la votación sería un precedente peligroso para ellos mismos.
Al final del día, la cuestión siguió colgando: si FIFA significa “Federación Internacional de Delitos de Fútbol” o “Federación Internacional de Antisemitismo en el Fútbol”. De cualquier manera, el fútbol ha sido contaminado y ahora requiere un tratamiento de conducto radicular en contra tanto de la mafia como del racismo.
Shimon Samuels es Director de Relaciones Internacionales del Centro Simon Wiesenthal.
Fuente: The Algemeiner/ Traducción: Silvia Schnessel
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