Por Mayor General (Ret.) Uzi Dayan*
AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Técnicamente correspondería decir que esta afirmación es la correcta, pero por motivos de derechos históricos, culturales y estratégicos, que tiene el pueblo judío en esa región, no se debiera ni siquiera poner en duda que estos territorios están en disputa, ya que ipso facto estaríamos reconociendo que estamos en una controversia territorial con un ente real y confiable como se autodefinen los árabes que se hacen llamar palestinos. Además aceptando que tienen derecho a reclamarlas para su futuro estado. Lo que no correspondería ya que nunca a habido un país o pueblo llamado palestino, en lo que hoy comprende las históricas tierras de Israel.
Otro factor a considerar son las llamadas FRONTERAS DEFENDIBLES.
Qué pasaría si Israel entregara JUDEA Y SAMARIA a un futuro estado palestino, no es una pregunta difícil de contestar sabiendo lo que paso con la retirada de Israel de GAZA en el 2005. Para Israel seria un suicidio tomando en cuenta la difícil situación del barrio, con un ISIS imparable en muchos puntos del Medio Oriente y la amenaza de un Irán nuclear.
Israel tiene un derecho natural, y una necesidad reconocida internacionalmente de defender sus fronteras. El Valle del Jordán es la única frontera oriental verdaderamente defendible para Israel.
La Resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de noviembre, 1967 declaró que Israel debe tener “asegurados y reconocidos límites fronterizos”, fronteras que no son necesariamente idénticas a las líneas indefendibles que precedieron a la guerra. La resolución no le exigía a las Fuerzas de Defensa de Israel retirarse totalmente a las líneas de 1947. Ya para ese entonces se entendía que las líneas de 1967 eran demasiado tentadoras para los enemigos de Israel.
En el 2004, los Estados Unidos le dieron a Israel una carta de garantía que reconocía el derecho de Israel a “fronteras defendibles que le permitieran defenderse a sí mismo y por sí mismo”. Este documento fue firmado por el Presidente George W. Bush y respaldado por una mayoría bipartidista en el Congreso norteamericano.
Al tratar de determinar la ubicación de estas fronteras defendibles para Israel, debemos tener en cuenta dos factores principales, a un largo plazo y con una perspectiva histórica. En primer lugar, tenemos que considerar las amenazas sobre Israel – las guerras convencionales, los misiles y cohetes, el terrorismo y las armas nucleares. Segundo, debemos tener en cuenta su situación geo-estratégica y topográfica.
El Estado de Israel no es, de ninguna manera, una nación débil, pero es vulnerable porque es pequeño y estrecho. El 70% de su población y el 80% de su capacidad industrial se concentran en la estrecha franja costera entre el mar Mediterráneo y Judea y Samaria.
Las colinas de Judea y Samaria dominan topográficamente la llanura costera expuesta, que contiene una parte significativa de las infraestructuras nacionales de Israel, incluyendo: el Aeropuerto International Ben-Gurion, la autopista que cruza de norte a sur Israel (Ruta 6), el Acueducto Nacional de Israel, sus principales líneas de energía eléctrica de alta tensión y más. Esta topografía da una clara ventaja a cualquier atacante en términos de observación, potencia de fuego, y una buena capacidad defensiva frente a una respuesta terrestre israelí.
Estas razones llevaron a los arquitectos de la doctrina de seguridad nacional de Israel, desde Yigal Alon y Moshe Dayan a Yitzhak Rabin, a oponerse tenazmente al regreso de Israel a las vulnerables fronteras de 1967; que creían, sólo invitaría a la agresión y pondrían en peligro el futuro de Israel en lugar de pavimentar un camino hacia la paz.
Han pasado muchos años y la necesidad de fronteras defendibles sólo ha aumentado. De hecho, la historia de la agresión árabe contra Israel y la inestabilidad crónica en el Medio Oriente se ha visto agravada recientemente por una serie de acontecimientos importantes.
La “Primavera Árabe” o “levantamientos” han dado lugar a guerras civiles y a un derramamiento de sangre sin precedentes, aumento del terrorismo, e incluso el haber introducido el terrorismo yihadista global al Medio Oriente. Esto amenaza a regímenes y refuerza la incertidumbre fundamental de la región.
Irán se está moviendo obstinadamente hacia la conquista de las armas nucleares, y está involucrado agresivamente en todos los conflictos en la región; estableciendo “puestos de avanzada” en los países vecinos.
El terrorismo sin fin va en aumento, y su eficacia ha crecido con el desarrollo del terrorismo a través de misiles. La participación de las organizaciones terroristas en las luchas de regímenes, la introducción en la región del terrorismo yihadista global y la participación de Irán han hecho del terrorismo una amenaza estratégica que podría llevar a una guerra en la región.
Los renovados esfuerzos para llevar el conflicto palestino-israelí a una resolución pacífica ponen el tema de las fronteras en la mesa de negociaciones y lo coloca al frente de los temas centrales en disputa.
Las fronteras defendibles para Israel deben cumplir los siguientes criterios: profundidad estratégica fundamental; espacio para emprender la guerra en contra de la amenaza de un ataque convencional desde el exterior; y espacio que permita combatir eficazmente el terrorismo.
Al sur de Israel (con la desmilitarización del Sinaí) y al norte (dado que Israel ha llevado a cabo maniobras en los Altos del Golán), Israel tiene fronteras defendibles.
¿Cuál es el significado de los criterios de fronteras defendibles en el frente oriental?
En primer lugar, Israel requiere de una profundidad estratégica fundamental, cuya importancia sólo aumenta en la era de los misiles balísticos y cohetes de largo alcance – que amenazan a los centros de población civil e incluso impactan sobre el reclutamiento militar y el despliegue de las fuerzas reservistas.
Bajo estas condiciones las unidades terrestres de las FDI se verán obligadas a operar durante largos períodos de tiempo sin ayuda significativa de la Fuerza Aérea de Israel. La fuerza aérea estará ocupada logrando superioridad aérea destruyendo las defensas aéreas enemigas y suprimiendo el lanzamiento de misiles balísticos y cohetes dirigidos a las ciudades de Israel. Además, la amenaza de armas nucleares en la región refuerza la necesidad de una profundidad estratégica necesaria para implementar sistemas tempranos de alerta y de intercepción.
En segundo lugar, Israel necesita profundidad para realizar una guerra defensiva contra las amenazas de un ataque convencional desde el este. La incertidumbre y preocupación por las direcciones a las que Irak y Jordania pueden desarrollar, y la guerra civil en Siria que amenaza con extenderse a los países vecinos, hace que esta profundidad sea crítica.
En tercer lugar, Israel debe retener espacio para combatir eficazmente el terrorismo. Sólo la presencia de Israel en la frontera oriental exterior de Judea y Samaria (el río Jordán y el Valle) permitirá una genuina desmilitarización de la Autoridad Palestina, lo cual es una condición necesaria para cualquier acuerdo estable y una de las condiciones fundamentales de Israel en aceptar la solución de dos estados.
Así que ¡la única frontera defendible posible de Israel se encuentra en el valle del Jordán!
Es importante recordar que Israel tiene en promedio sólo 40 kilómetros de ancho desde el mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Es, en todos los dictámenes, la profundidad estratégica mínima y el espacio aéreo indivisible.
El ancho del Valle del Jordán oscila entre 6.7 y 14.5 kilómetros. El Río Jordán fluye a una altitud de unos 400 metros por debajo del nivel del mar, y al oeste se encuentra una cordillera de montañas que se elevan hasta una altura de más de 1.000 metros sobre el nivel del mar. Por lo tanto, el valle del Jordán es una barrera física defensiva con una altura de 900 a 1.400 metros, transitable sólo por cinco pasos esenciales de montaña. Por lo tanto, incluso la fuerza limitada del ejército frontal de las FDI debe ser capaz de defender con éxito a Israel contra un ataque desde el este, siempre y cuando sea desplegado en el valle del Jordán y en las crestas que la controlan desde el oeste.
El Valle del Jordán es la zona de amortiguamiento este, que rodea al estado de Israel en general y a la ciudad de Jerusalén su capital, en particular. La experiencia de las retiradas de Israel del sur del Líbano y Gaza nos ha enseñado que si Israel no logra controlar la zona de amortiguamiento, toda la zona de la cual nos retiramos se convertirá en una entidad terrorista. Y es importante tener en cuenta que el Valle del Jordán es una región árida con muy poca población árabe palestina.
Todo esto hace del valle del Jordán una línea vital de defensa para la seguridad de Israel. No es de extrañar que Yitzhak Rabin, en su último discurso ante la Knesset en octubre de 1995 declaró que Israel debe, en cualquier acuerdo de paz, controlar el Valle del Jordán “en el sentido más amplio de la palabra”.
Hay quienes intentan disputar esta declaración de seguridad proponiendo la colocación de sistemas de detección temprana en el Valle del Jordán respaldados por el despliegue de fuerzas extranjeras. Sin embargo, la experiencia demuestra que ningún sistema de alerta puede reemplazar el espacio defensivo del valle del Jordán, y que Israel no debe depender de las fuerzas extranjeras para combatir contra el terrorismo ni como una fuerza defensiva. Las tropas extranjeras no arriesgarán sus vidas por la guerra contra el terrorismo y estos serán los primeros en salir en caso de una crisis. Sólo las fuerzas israelíes pueden proporcionar la seguridad que Israel necesita.
En consecuencia, Israel debe pasar de una política de “seguridad basada en acuerdos internacionales y garantías diplomáticas” a una política de “acuerdos basados en la seguridad proporcionada por las fuerzas israelíes desplegadas en espacios defendibles”. Ni la Línea Verde ni la Valla de Seguridad pueden servir como las fronteras defendibles de Israel. Sólo el control total israelí de toda la región del Valle del Jordán como zona de seguridad, basado en el Río Jordán como línea fronteriza, será capaz de proporcionarle a Israel suficiente seguridad.
*El Mayor General (Ret.) Uzi Dayan fue jefe del Comando Central de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), subjefe del Personal Principal de las FDI, y asesor de Seguridad Nacional del Primer Ministro de Israel.
Fuente: Érase una vez Palestina
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