MAY SAMRA, MIRIAM BALEY Y VERA WALLACH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO –
“Historia gráfica de la aviación mexicana”, de José Serur, con 20 años de investigación y 5 de elaboración, además de cientos de ilustraciones hechas especialmente para la obra, está próximo a publicarse, revelando datos inéditos acerca de dos pasiones del autor: los aviones y México.
Airman (hombre del aire) es el nombre de mi productora y le puse ese nombre porque tengo mucha correlación con el tema de los aviones, desde que era chiquito. Mi sueño siempre fue poder volar, aunque creo que la mayoría de los niños y jóvenes siempre hemos soñado con eso. Yo lo convertí en una pasión, además de la arquitectura, la filosofía, el arte y la academia.
Recuerdo que, cuando era pequeño, mi papá llegó con una enciclopedia de aviación de Walt Disney; era un libro azul muy padre, llamado “¿Cómo vuelan los aviones?”. Me quedé fascinado con ese tema. Recuerdo cuando mis papás me llevaban al aeropuerto o nos íbamos de viaje y yo veía los aviones. Mi padre me agarraba de la mano y me preguntaba ‘¿puedes imaginarte que 100 toneladas puedan volar a 1,000 kilómetros por hora y a 10,000 metros? Qué maravilla’. Hoy lo vemos como algo muy común pero subirse a un avión es una fascinación de física; es algo impensable. El hombre no nació para eso pero tenemos la increíble tecnología para poder levantar el vuelo.
Bueno, desde pequeño me surgió esta pasión y hace ya bastante tiempo comencé a estudiar el tema de la aviación en México y su historia. Empecé a comprar algunas fotografías, a estudiar textos y, con base en el material que encontré (que no es mucho) y a otras investigaciones, hice una recopilación y una crónica, desde los inicios hasta la fecha, de la aviación mexicana.
Llevo 20 años haciendo esta investigación y este libro. Dicho proyecto surgió con la idea de hacer el Museo de la Aviación, el Museo del Espacio, donde para nosotros era muy importante describir lo hermosa y fascinante que es la historia de la aviación en este país. México juega un papel importantísimo en la historia de la aviación y quisimos traer a la luz a tantas personas y héroes que tuvimos en los 20’s y 30’s.
Prácticamente todo lo que está en el libro es inédito; es material que tuvimos que fabricar, plano por plano, avión por avión, investigación por investigación y personaje por personaje. Encontramos tantas fotografías, arrumbadas y archivadas, que hicimos una selección de más de cien mil. Quisimos hacer un libro gráfico en donde pusiéramos toda la historia de la aviación, todos los aviones, los planos- que tuvimos que investigar y, luego, dibujar de la manera más apegada a la realidad. Las ilustraciones también son inéditas, y hay más de 3,000; las mandamos hacer con artistas, y todo es inédito, es material que se produjo para este libro especialmente.
Dicen que hay que hacer un libro antes de morir; bueno, ésta es nuestra pequeña aportación. Es como una enciclopedia, donde se muestran los puntos más importantes de la aviación, aquéllos que marcaron una diferencia.
Un poco de historia
La aviación existe desde los tiempos míticos. En México, la cosmovisión de las culturas prehispánicas está basada, en gran parte, en el viento, las aves y los dioses del inframundo, así como el cielo mismo, los caballeros águila marcaron la filosofía y la manera de ver de los pueblos mesoamericanos.
México siempre fue un país de tendencias en América. Cuando se estaba construyendo Estados Unidos y se forjaba como una nación, el nuestro fue el segundo país (el primero de habla hispana) en volar un globo aerostático. Esos fueron los primeros intentos del hombre para hacer una máquina que volara con su propio impulso. Finalmente, en 1931 en Dayton, Ohio, los hermanos Wright lo lograron.
Aquí, los hermanos Andaloro Suárez también intentaron subir al vuelo y, en 1910, México se convirtió en el cuarto país en el que se voló un avión. México fue pionero en eso y es importante destacar que los primeros aviones que se fabricaron en el mundo se hicieron en nuestro país. Porfirio Díaz fue un gran impulsor de la aviación. En 1910-1911, ya se realizaban festivales aéreos en Balbuena. A esos festivales acudían entre 85,000 y 100,000 personas, quienes iban a ver los primeros aviones que volaban, traídos de una compañía cirquera de aviación estadounidense.
Posteriormente, se desarrolló el ejército mexicano. Con la revolución mexicana, con el conflicto bélico, México fue el primer país del mundo en el que hubo un bombardeo aeronaval, es decir, fue la primera vez que cayeron bombas de avión a barco. Asimismo, Francisco I. Madero fue el primer presidente en el mundo en volar. Dicho viaje tuvo una duración de 12 minutos y se hizo sobre Xochimilco y la Ciudad de México.
La Fuerza Aérea Mexicana.
Es de las más antiguas; fue creada por Carranza en 1915, creando su propia industria y talleres nacionales de construcciones aeronáuticas en 1917, año en que comenzaron a construirse aviones muy eficientes y con motores muy potentes.
En los años 20, la industria se desarrolló de manera increíble, ya que se crearon aviones que podían competir con los mejores de Europa y Estados Unidos. Fue una época de grandes vuelos y de héroes que querían cruzar los mares. Mucha gente intentó cruzar el Atlántico pero no lo logró. Aquí tuvimos a varios héroes, como los Carranza, los Sarabia, Fierro o Pablo Sidar, el cual voló en un avión por todos los países de Latinoamérica y murió cuando iba hacia Buenos Aires. Otro de los soñadores, Charles Lindbergh, fue quien cruzó el Atlántico en el famoso vuelo de Nueva York a París y quien, dos meses después, visitó México y fue recibido por 150,000 personas. Aquí conoció a su futura esposa- hija del Embajador de Estados Unidos de América- y la venía a visitar secretamente en un avión especial.
La primera aerolínea de Latinoamérica fue Mexicana de Aviación. Se fundó en 1927 después de Lufthansa, KLM, Scandinavian y United Airlines. Fue la aerolínea más querida y antigua del mundo.
La industria aeroespacial de nuestro país crece día con día: hay una inversión de diez mil millones de dólares y aquí ya se fabrican motores y partes de avión. Además, se va a construir el primer jet ejecutivo que está a punto de salir de la planta, y se fabrican drones en Baja California, mismos que utilizan México y las fuerzas armadas de Centroamérica.
Hay mucho por conocer, aprender y lograr, como la Agencia Espacial Mexicana. Pero hay que seguir trabajando para lograr aprender en la visión de lo que es el vuelo.
La aviación ha unido al mundo y a los seres humanos. En México, solo el 11 por ciento de la población ha viajado en avión y, regularmente, lo utiliza solo el 4 por ciento. De diez niños, solo 6 se han subido a un avión. Hay mucho más por hacer.
El sueño
Cuando tenía 18 años, sin consultarlo con mis papás, me fui a Guadalajara y me inscribí en el Colegio del Aire de la Fuerza Aérea Mexicana. Pero el sueño me duró solo dos semanas porque un tío me fue a recoger y me sacó de las greñas; además, no me dejaron entrar porque estaba un poco pasado de peso y usaba anteojos. No obstante, logré sacar mi licencia de piloto privado y, como dejé de volar en el ’94, ahora tengo que volver a estudiar la carrera para obtener mi licencia otra vez.
El libro
He ido a todos los archivos que te puedas imaginar y he descubierto cajas con fotografías que hasta te hacen llorar. Un día, una familia me habló para decirme que tenía una caja de fotos y, cuando llegué, fue como encontrar el archivo de Frank Cappa. Ellos ni sabían lo importantes que eran éstas.
Lo más importante es la gente que hemos ido a entrevistar, a los hijos de prácticamente todos los que fueron parte de la historia: sobrecargos, pilotos, controladores aéreos… y es curioso que todas, todas las entrevistas acabaron en lágrimas.
En el libro publicamos aproximadamente 80 por ciento de cosas que no se conocían sobre la historia de la aviación. Y puedo decir que en la Fuerza Aérea también están sorprendidos de lo que les he aportado. Se han dado cuenta de cosas que ni siquiera se imaginaban que existían.
Ese avión es un F5 de la Fuerza Mexicana. Entramos a un concurso en los Juegos Panamericanos; esos aviones iban a volar por el estadio y por la ciudad y querían pintarlos de un color conmemorativo para los juegos. Hicieron una convocatoria, mandamos nuestra propuesta, y ganamos, así que los pintamos de verde, blanco y rojo.
La filosofía de José Serur Cababie
He conocido a mucha gente que jamás había convivido con un paisano y, como saben, todo el mundo tiene mitos en la cabeza. Fui a una ciudad y la esposa del capitán con el que estaba hablando me estaba buscando la cola y los cuernos pero, bueno, ya con el tiempo nos volvimos grandes amigos.
Yo estudié una maestría en Filosofía, me leí miles de libros y estudié a cientos de filósofos y todo lo que se puedan imaginar. Y llegué a la conclusión de que todo se resume a saber pensar y una actitud positiva.
Fui muy religioso en algún momento; fui maestro y ahora estoy divorciado… He pasado por muchas cosas y he aprendido muchísimo. He valorado el amor, el matrimonio, los valores, etcétera.
La vida es más compleja que las frases trilladas y estúpidas que la mayoría de la gente dice. Se pueden cumplir los sueños pero hay que saber llegar a ellos. Uno dice ‘quiero ser feliz’ pero hay que aprender a serlo; hay que entrenar la mente, el corazón, los ojos y cómo pensar. A veces la vida es muy compleja pero hay que saber entrenarse y adaptarse y no vivir únicamente de las ilusiones. Hay que aprender a aterrizar el pensamiento y el camino.
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