ELIAS FASJA TAWIL PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO
“Eres como la sangre, eres el aire. La mar, la barca, el remo y el navegante. Timonel de mi alma más que nadie. Y aún eres muchas cosas más, Padre.”
Patxi Andion
Nosotros nos defendemos, nos avalamos, nos escudamos, pedimos, rezamos y nos enorgullecemos de nuestros padres.
“Elokeno veEloke abotenu…D’s nuestro y D’s de nuestros padres”. Es decir, la continuidad, el camino marcado, el camino a seguir.
Así es como comenzamos el rezo diario 3 veces al día. Recordándonos de quiénes somos hijos.
¿Por qué es así? Hay muchas razones que encontramos entre los comentaristas de la Torá, No me referiré a ellos.
El padre es nuestro guía, nuestro pasado y nuestro futuro, es uno de los elementos más importantes, querámoslo o no, de la manera en que se va confeccionando nuestra personalidad.
El padre es nuestra referencia, nuestro consejo. Es nuestro refugio y es nuestra guía.
Como usted, estimado lector debe saber, hoy en día todos somos intelectuales, sabios, historiadores. Sólo hay que entrar a Google y obtener la respuesta. Encontré que no se sabe a ciencia cierta el origen del Día del Padre. Unos lo atribuyen a una maestra , Nelly, quien organizo una tarde en la escuela para homenajear a los padres celosos del Día de la Madre, otros afirman que el día se originó cuando la Sra. Smart organizó un homenaje para su padre, veterano de guerra en los Estados Unidos, los más dicen que la idea fue de Galerías Preciados.
Lo cierto es que, sin importar quién lo haya inventado, este día es un día netamente comercial. Quizá usted no coincida conmigo, pero a mí me parece totalmente ridículo “el Día del Padre”.
Es un día netamente comercial. Ideado por inteligentes profesionales de la mercadotecnia para crear un día más de venta en las tiendas. Un día importante donde desde unas semanas antes las ventas se incrementan.
A un padre no se le festeja un día, no se le reconoce un día al año. Todos lo llevamos en nosotros durante todas las horas de todos los días.
Vera Wallach, de Enlace Judío, me pidió escribir sobre el día del Padre. Para mí, perdónenme, pero lo que quisiera es abolirlo. ¿Cómo es que a todos nosotros nos metieron en este juego mercantil? Sí, efectivamente es la oportunidad y el pretexto para poder decirle o escribirle al padre lo que sentimos por él, lo orgulloso que estamos de ser sus hijos, lo mucho que ha hecho por nosotros. En fin, las frases trilladas tan gastadas y conocidas.
Pero no nos damos cuenta que día a día, momento a momento, llevamos a nuestro padre, ya sea que esté vivo o no, impregnado en nosotros, en nuestro andar, en nuestro transitar por la vida.
Es muy difícil expresarse sobre un tema que simplemente no me gusta, pero intento plasmar mi desacuerdo con esto del comercial Día del Padre. Reconozco que, sin lugar a dudas, fue una idea genial y respeto incluso a quienes hasta santifican el tercer domingo de junio.
Escucho el sonido de las máquinas registradoras de las tiendas y almacenes abriéndose a cada rato y aplaudo a sus dueños y a sus publicistas, que saben hacer un trabajo muy bueno.
Padre es la continuidad, porque nosotros también lo somos y nuestros hijos también lo son y sus hijos también lo serán y la responsabilidad es la transmisión de valores en la continuidad.
Pero, puesto que el día del padre existe, entonces sí debemos felicitar a nuestros padres y decirles lo que no les decimos otros días (lástima) porque aquí entra en juego un nuevo elemento y es el hacerlos felices dándoles algo que esperan y eso es también “Kaved et Avija ve et Imeja”.
Aquí en Israel, donde tenemos el privilegio de vivir ya desde hace 20 años, no existe el Día del Padre y, baruj hashem, siendo padre y abuelo soy muy feliz sin el (aunque les diré que siempre es muy agradable recibir regalos). Si alguien comenta que en otros países existe algo llamado “el Día del Padre” la gente de por aquí simplemente se ríe.
En lo que a mí respecta, si a mi padre le tendría que decir algo lo resumiría en el bello y profundo mensaje de la canción “Padre” de Patxi Andión.
¡Feliz Día del Padre!
#DiadelPadre
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