“La mujer en la religión judía, ¿es invisible?”. No, según el Rabino Abraham Tobal

ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Actualmente, existe confusión en las creencias de los integrantes de la Comunidad Judía de México con respecto al papel de la mujer en la Torá. Ante esta situación, Enlace Judío entrevistó al rabino Abraham Tobal, rabino principal de la Comunidad Monte Sinaí, quien aclaró las inquietudes explicando que la gente tiene la impresión de que la mujer está en segundo término o marginada, debido a que la mujer no participa de manera igualitaria en los rituales religiosos. Sin embargo, recalca el rabino, no sólo no es cierto, sino que es todo lo contrario, ya que a la mujer se le considera superior al hombre. Al hablar del momento de la creación, la mujer fue creada más espiritual y sensible.

El rabino Tobal indicó que es irónico que por la superioridad de la mujer, ella no participe en los rituales religiosos. La mujer ha sido liberada de dichas obligaciones porque debe dedicarse al cuidado de casa, crianza y educación de los hijos. “Hay una explicación más profunda que no es muy conocida y que indica lo siguiente: ‘Todos los preceptos que indica la Torá, que se nos dio al ser humano por indicación de D-os, son para la superación personal, para cumplir la misión en este mundo y que D-os nos da libre albedrío, por lo que al hacer una buena acción nos estamos superando’. Retomando la idea que la mujer es superior al hombre, su recorrido para llegar a la superación es más corto que el del hombre”.

Por otra parte, explicó que en la Torá, en el tratado de Meguila, está escrito que en Shabat siete personas deben subir a la Torá, entre ellos hombres, mujeres o niños; así fue de origen establecido. Sin embargo, con el tiempo se estableció que no podían subir las mujeres.

El rabino Tobal relató que Maimónides afirmaba que cuando una pareja se casa, el hombre tiene la obligación de respetar a la mujer más que a sí mismo y si la pareja estuviera en una situación económicamente mala, y sólo les alcanza para comprar dos prendas de vestir, una digna y la otra menos digna; la más digna sin lugar a dudas debe de ser para la mujer, para que cuando salga a la calle no se sienta incómoda y la menos digna será para el esposo. Lo mismo pasa en Shabat cuando se dice el rezo de Hamotzi, sin importar quién esté invitado, el primer pedazo de pan tiene que dársele a la esposa.

También, explicó que el rezo que dice el hombre en la mañana ‘Gracias D-os por no haberme hecho mujer, “no se refiere a eso de manera explícita, yo personalmente no lo hubiera redactado de esa manera, ya que suena en forma despectiva a la mujer. El origen de ese texto se refiere totalmente a otra situación, no habla de superioridad del hombre o la inferioridad de la mujer, sino que se refiere a la cantidad de preceptos que tenemos que cumplir los hombres, si tuviéramos que realizar nuestros preceptos y los que hacen las mujeres no tendríamos el tiempo para cumplirlos. Entre los preceptos que agradece el hombre es no tener que pasar por el embarazo y el parto”.

Finalmente, el rabino Tobal explicó que tanto para éste como para otros temas en la religión, nos basamos en lo que vemos o en lo que dice la sociedad, vemos cómo actúan ciertas persona y de forma natural decimos que la religión es así. Sin embargo, no podemos tomar referencias de cómo actúa la sociedad, ya que hay que conocer las cosas más profundas para saber los valores, equilibrio y la filosofía de la religión.