AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO
El Presidente d la República mexicana, Enrique Peña Nieto, acudió al ayuntamiento de Marsella, donde junto con el alcalde de la ciudad, Jean Claude Gaudin, develó la Placa de la Plaza Gilberto Bosques, como un homenaje al diplomático de origen poblano que ayudó a miles de refugiados durante la Segunda Guerra Mundial.
Estas son las palabras de EPN:
Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Particularmente, quiero saludar con respeto al Alcalde de Marsella y Vicepresidente del Senado, el señor Jean-Claude Gaudin.
Saludar al señor Ministro representante del Gobierno de Francia.
A las muy distinguidas autoridades que el día de hoy han estado acompañándonos, y que han sido anfitriones de esta visita a esta región de Marsella.
Muchas gracias por su atención y por su hospitalidad.
Saludo a las y los señores concejales que están aquí presentes.
A la comitiva oficial que representa a México en esta Visita de Estado a Francia.
Al señor Presidente del Senado de la República, a quien le agradezco, también, nos haga favor de acompañar. Por cierto, debo decir, originario del estado, precisamente, del que lo es, también, a quien hoy homenajeamos, a Gilberto Bosques, del Estado de Puebla.
Señores representantes de los medios de comunicación.
Señoras y señores:
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Ciudad de Marsella fue ejemplo de valor como baluarte de la resistencia.
Aquí, durante momentos de gran adversidad, se enarbolaron los principios supremos del pueblo francés: libertad, igualdad y fraternidad.
En aquella época, un mexicano universal Gilberto Bosques Saldívar, escribió en este puerto uno de los capítulos más memorables y honrosos de la política exterior de mi país.
Como Cónsul General de México en Francia, se estableció en Marsella en 1940, hace ya 75 años, después de verse obligado a abandonar París, por la ocupación del ejército alemán.
Con un profundo sentido solidario, Gilberto Bosques comprendió la gravedad del momento histórico que le estaba tocando vivir y resuelto, sin titubeos, puso a la diplomacia mexicana al servicio de los más desprotegidos.
No obstante que su misión inicial era auxiliar a los refugiados de la República española, Gilberto Bosques extendió el respaldo de México a las víctimas del fascismo y el nazismo.
Bajo su liderazgo, el Consulado de México recibió y protegió a miles de mujeres y hombres. Sin importar su condición social o situación económica, su ideología o religión, su nacionalidad o raza, Bosques le dio alimento, cobijo y esperanza.
Muy pronto, miles de personas, entre ellas, intelectuales, artistas y líderes políticos de oposición, se acercaron al consulado para solicitar una visa mexicana, una visa para salvar su vida.
Era tan grande el número de refugiados que enseguida el Consulado quedó rebasado, siendo necesario alquilar los castillos de Reinad y de Mont Grand, para utilizarlos como centros de asilo mientras recibían su documentación.
En total, gracias a esa valiente labor diplomática y solidaria, México salvó del exterminio a un estimado entre 30 y 40 mil personas.
Frente a la capacidad destructiva del totalitarismo, la intolerancia y el odio, Gilberto Bosques antepuso la capacidad constructiva del trato humano, la justicia y la razón.
Ni siquiera su arresto arbitrario, junto a su familia y colaboradores, quebrantó su compromiso con la justicia y la libertad.
Su trabajo en favor de los refugiados trasciende hasta nuestros días, pues su labor humanitaria inspiró el desarrollo de nuevas normas de protección a los derechos humanos, que hoy están consagradas en distintos tratados internacionales.
Su legado y ejemplo constituyen un vínculo histórico indisoluble que unirán a Marsella y México por siempre.
Así lo confirma la decisión tomada por la Alcaldía de esta ciudad, a propuesta del Consejo Regional de Provenza, Alpes, Costa Azul, de otorgar el nombre de Gilberto Bosques a una importante Plaza de esta ciudad.
En nombre de México, agradezco esta elevada distinción para un destacado integrante del servicio exterior mexicano.
Como Presidente de México, también expreso mi mayor agradecimiento por la gran medalla de la ciudad, que hoy me entrega el Alcalde de Marsella.
La recibo como una muestra más del aprecio a la labor de Gilberto Bosques y de la amistad con México.
Igualmente, celebro que los servicios postales de Francia y de México se sumen a este merecido homenaje con la cancelación de un timbre conmemorativo a Bosques, que ambos países estamos llevando a cabo.
Con acciones como éstas, honramos la memoria de un mexicano valiente y comprometido, de los que aparecen en muy contadas ocasiones en la historia.
Un hombre que luchó por el derecho de los seres humanos a la libertad y a la vida.
Señoras y señores:
El actuar de Gilberto Bosques constituye un ejemplo y una inspiración para México y el mundo, y así lo ha reconocido Francia este día.
Hoy, mi país asume su responsabilidad global con apego a los principios que Bosques promovió y defendió.
Me refiero a la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, así como el respeto, protección y promoción de los derechos humanos.
Con estos valores, continuaremos escribiendo nuevas páginas de amistad y cooperación con el mundo, con Francia y con Marsella.
Seguiremos avanzando juntos con firme determinación republicana y profunda convicción democrática.
Muchas gracias, señor Alcalde, por su hospitalidad y por ser amigo de México.
Muchas gracias.
Fuente: radioformula.com.mx
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