SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – El documental de 30 minutos en el buque insignia de la serie ‘Panorama’ de la BBC se titulaba provocativamente “El tren que divide Jerusalén”.
Por Jerry Lewis
Adolescentes israelíes tocan música mientras pasa el tren ligero en Jerusalén. (Crédito de la foto: REUTERS)
El documental de 30 minutos en el buque insignia de la serie Panorama de la BBC, titulado de manera provocativa “El tren que divide Jerusalén”, fue descrito por la corporación financiada con fondos públicos como emitida en el aniversario del “brutal conflicto del verano pasado en Gaza” en el que un “cineasta, Adam Wishart” visitó Jerusalén para montar en el llamado ‘controvertido tren de la ciudad’.
En en el anuncio publicitario previo a la emisión, la BBC añadió que, con sólo 9 millas de principio a fin, algunos esperaban que pudiera servir para sanar las divisiones entre israelíes y palestinos”, pero Wishart descubre que sólo ha profundizado la sensación de resentimiento en ambas partes”.
La BBC agregó que, paseando por la Ciudad Vieja de Jerusalén, se enfrentó “cara a cara con la batalla por uno de los sitios más sagrados del mundo y se pregunta ¿podría ser el punto de inflamación para el comienzo de otra guerra?” Lo que la propaganda no anunciaba era que Wishart, un galardonado documentalista, es judío, pero su enfoque de Israel le sitúa muy fuertemente en el ‘campamento pro-palestino’. El programa, que tuvo su primera emisión el pasado lunes por la noche, en un cálculo estimado atrajo a 1.7 millones de espectadores, lo que según un representante de la BBC es una audiencia media en emisiones similares.
Lo que también se dio a conocer al día siguiente fue que la BBC había recibido 24 quejas.
¿Las justas? Bueno, después de un examen tan controvertido del conflicto sobre Jerusalén, era inevitable que se quejaran muchos más.
Sin embargo, la BBC tiene una política estricta en el tratamiento de este tipo de quejas, desencadenado en parte por la constante (y en opinión de este periodista, a menudo injustificado) aluvión de críticas dirigidas a la BBC prácticamente cada vez que Israel está en las noticias, por los llamados grupos de presión pro-Israel, que instan a los seguidores a inundar la BBC con quejas.
Esto ha llevado a la BBC a negarse a dar cifras de quejas “cuando ha habido evidencia de cabildeo o donde la cobertura de los medios de comunicación ha influido en el número” y se sabe por fugas internas dentro de la corporación que su preocupación es menor después de tales campañas organizadas.
Wishart, de 46 años, dijo que sus padres eran orgullosos sionistas, y admitió que había viajado a Israel con un grupo juvenil sionista hace 31 años. Pero pronto demostró que ahora cree que el tren no sólo es divisivo, sino que su ruta se había planeado sólo para servir a los asentamientos judíos como Pisgat Zeev y no estaba dirigido a ayudar a los palestinos a cruzar la ciudad o acceder a los hospitales, centros comerciales, y similares.
Las entrevistas con gente como Rivka Shimon – un miembro prominente del Foro de Mujeres por el Templo, que reclama el derecho a reconstruir el Templo, independientemente de que los árabes estén en las cercanías – no ayuda tampoco.
Figura periférica en la política de Jerusalén ni siquiera podía pretender representar a la corriente principal de pensamiento israelí en la capital.
Otras entrevistas en la misma línea también distorsionan la imagen de la mayoría de los habitantes de Jerusalén. Ni siquiera los fragmentos de alcalde Nir Birkat lograron equilibrar las impresiones en el documental sobre las intenciones israelíes.
Lucas Akehurst del grupo Creemos en la defensa de Israel del Reino Unido dejó claro su disgusto, marcando el programa de “inexacto y tendencioso”. Agregó que la importancia de los grupos judíos marginales estaba exagerada. Por otra parte, “El papel desempeñado por los grupos extremistas palestinos y la incitación para lograr perpetrar ataques mortales contra civiles israelíes fue pasada por alto”.
La BBC no tuvo respuesta cuando se le preguntó qué controles se habían sido desplegado para garantizar que el programa era equilibrado, y si consideraría la puesta en marcha de otro documental que muestre la otra cara de la discusión sobre Jerusalén. Todo lo que dijo la portavoz fue que el programa “explora las tensiones en Jerusalén a través de los ojos de un cineasta judío británico, que refleja lo que presenció en la ciudad y escuchó de una serie de voces que expresan puntos de vista alternativos”.
Yiftach Curiel, portavoz israelí de la Embajada de Londres, dijo que el programa presenta una de las narrativas más sesgadas de Israel en la historia reciente. “Se basa en gran parte en una narrativa de ficción, utilizando voces marginales en la sociedad israelí y presentándolas como” corriente principal”, mientras que al mismo tiempo, deja de lado el terrorismo y la incitación palestina. “La vida en Jerusalén, agregó, es sin duda compleja y desafiante”, y merece un análisis en profundidad, lo que este programa no es capaz de servir”.
Fuente: The Jerusalem Post
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