El presidente informó que presentará una iniciativa para crear la instancia. Según el titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, ni el INBA ni el INAH desaparecerán; se suprimirán áreas que dupliquen funciones.
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La nueva Secretaría de Cultura que impulsará el presidente Enrique Peña Nieto en los próximos meses, como uno de los 10 compromisos prioritarios que anunció en su Tercer Informe de Gobierno, nacerá con recursos limitados, pero buscarán eliminar duplicidad de funciones y que ésta no se convierta en un ente burocrático, dijo ayer Rafael Tovar de Teresa, titular de Conaculta, quien proveerá los contenidos para que la propuesta llegue al Congreso de la Unión y sea aprobada.
El Presidente aseguró ayer que “en breve presentaré una Iniciativa para crear la Secretaría de Cultura”.
Ante el anuncio, Tovar explicó que la propuesta se realizará de forma inmediata y que el camino para su aprobación será simple.
Primero Conaculta delineará los contenidos y los enviarán a la Consejería Jurídica de Presidencia de la República, quien elaborará la iniciativa de Ley y la enviará al Congreso de la Unión para alcanzar su aprobación.
“Esto nos obliga a detectar dónde hay duplicidades, dónde existen áreas que podrían compactarse”, dado que la intención será evitar la duplicidad, y que con el mismo dinero pueda hacerse exactamente lo mismo”, explicó.
Durante la conferencia, Tovar aseveró que esta propuesta no afectará los derechos de los empleados de las instituciones culturales existentes, ya que “los derechos de nadie serán afectados… no vamos a cambiar a la gente que está ahí o a modificar sus condiciones laborales”.
También comentó que esta propuesta sumará las prioridades de la comunidad intelectual y cultural de México.
“Independientemente de lo que se pueda expresar en este momento, por el contacto cotidiano que tenemos con todos (los intelectuales), sabemos cuáles son sus preocupaciones y en los temas específicos se dialogará con ellos. No haremos nada en contra de la propia comunidad”, garantizó.
Sin embargo, explicó que para quienes tengan ideas distintas se mantendrá abierto a platicar. “No estamos absolutamente casados con ninguna idea ni estamos partiendo de una conclusión en lugar de una premisa”.
Para la creación de esta nueva secretaría, Tovar indicó que no se engrosará el número de empleados, y su mayor prioridad será integrar el patrimonio cultural desde una sola óptica.
Y como cabeza de su marco jurídico, se mantendrá la Ley Federal sobre Monumentos y Sitios Arqueológicos, Artísticos e Históricos de 1972.
En torno al tema de la duplicidad de funciones, Tovar aseguró que se revisará el tema patrimonial, considerando que la Dirección de Sitios y Monumentos de Conaculta, a través del programa Foremoba, sus funciones con otras áreas del INAH.
También revisará los estímulos a la creatividad para concentrarlos dentro del Fonca, y se suprimirían los demás apoyos que conceden otras áreas de Conaculta; y en la parte de movimientos musicales, se le asignaría totalmente al INBA,
Además, explicó que en el rubro de las publicaciones se concentrarán las publicaciones en la Dirección General de Publicaciones (DGP), eso sí, bajo la supervisión de las áreas especializadas del INBA en el caso de los catálogos. “Sin duda necesitamos una política editorial que nos permitirá ahorrar mucho dinero”.
Con base en estos ejemplos, Tovar y sus colaboradores realizarán la propuesta de Secretaría de Cultura bajo una sola idea: “eliminar duplicidades para aprovechar plenamente la infraestructura cultural que se ha construido con mucho trabajo durante muchos decenios en nuestro país está dispersa”.
Anuncio mediático
Para Bolfy Cottom, especialista en legislación cultural, el anuncio de crear la ansiada Secretaría de Cultura que regirá los esfuerzos en esta materia a nivel nacional, sólo se trata de un anuncio de carácter administrativo, efectista y mediático que sólo tiene por objetivo plantear una especie de solución pragmática a los problemas que enfrenta el país.
Aseguró que personalmente no le sorprendió el anuncio. “Es algo que estuvo desde sus orígenes en la plataforma electoral de Enrique Peña Nieto cuando era candidato a la Presidencia”, sin embargo reservó su opinión sobre los efectos que tendrá hasta no conocer el fundamento de la nueva entidad.
“Lo que se puede hacer ahorita es especular, porque realmente no conocemos más argumentos de fondo. Primero tenemos que conocer el planteamiento del proyecto, saber cuál es su exposición de motivos. A partir de ahí sabremos qué es lo que se espera y lo que se buscaría de Presidencia de la República”.
El problema, aseguró Cottom, es que en materia cultural, México vive etapas de procesos inconclusos, y por desgracia parecería que esta secretaría resolverá todos los problemas, pero lo cierto es que no es así.
“A esto agreguemos que están pendientes los derechos laborales de los trabajadores que en ese sentido no implique una confrontación ante la conformación de un nuevo sector”, apuntó.
Así que desde un panorama amplio y propositivo, aseguró que de momento sólo se le puede dar el beneficio de la duda para ver qué presentarán. “Ahorita sólo podemos imaginarnos sobre la base de lo que ha pasado hasta ahorita”, aseguró.
Por último, el especialista aseguró que el desafío ahora es hacer que las instituciones funcionen ante un país tan convulsionado y marcado por la violencia y la corrupción. Eso ya es un gran logro. Sin embargo, en los tres años de este gobierno no ha habido grandes avances ni aportaciones en materia cultural de esta administración.
Mayor jerarquía
La creación de una Secretaría de Cultura, que le otorgara a este sector la misma jerarquía e importancia que a la educación y le abriera las puertas para luchar por un mejor presupuesto, ha sido una exigencia de parte de la comunidad intelectual mexicana desde hace varios años y que ahora, por primera vez, es abanderada por el Ejecutivo federal.
Sin estar exenta de polémica y cuestionamientos, esta propuesta se presentó con mayor asiduidad en foros públicos a partir de la creación del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en 1988, pero sin lograr que los legisladores la incorporaran a su agenda de trabajo.
El antecedente inmediato del Conaculta fue la Subsecretaría de Cultura de la Secretaría de Educación Pública (SEP), fundada en 1921.
En 1939 y 1946, respectivamente, se fundaron el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); ambas instituciones, descentralizadas de la SEP, fueron los primeros intentos para crear un organismo estatal dedicado a atender las cuestiones culturales.
Pero, ante la necesidad de contar con una sola entidad que se dedicara exclusivamente al desarrollo y fomento del arte y la cultura, el 7 de diciembre de 1988 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que dio vida al Conaculta, que quedó como un órgano administrativo también desconcentrado de la SEP.
Así que, en caso de que el Congreso de la Unión avale la propuesta que hizo ayer el presidente Enrique Peña Nieto, comenzaría una nueva etapa para el sector cultural del país.
Fuente:excelsior.com.mx
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