GATESTONE INSTITUTE – Un programa de tertulia en la televisión palestina enfrenta fuertes condenas y amenazas por traer a un cantante judío israelí que es extremadamente popular entre los jóvenes palestinos.
Por Bassam Tawil*
Las condenas exhiben la cara fea del Movimiento contra Israel Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), cuyos seguidores se oponen con vehemencia a cualquier forma de “normalización” entre palestinos e israelíes.
Los activistas del BDS exigen que quienes llevaron al cantante, Zvi Yehezkel, al programa de televisión en Ramala sean castigados. A los activistas ni siquiera parece importarles que el cantante apoya la paz entre Israel y los palestinos.
Están más molestos por el hecho de que una cadena de televisión palestina en Ramala se atreviera a invitar a un judío a una entrevista. Los activistas del BDS tampoco se avergüenzan de exponer su antisemitismo expresando su indignación por el hecho de que Yehezkel sea un judío observante con kipá.
A juzgar por las airadas reacciones a la entrevista de Yehezkel, sólo se puede deducir que los miembros del movimiento BDS son unos racistas profundamente antisemitas que odian a los judíos sólo por su fe y apariencia.
Decenas de palestinos aparecieron en las redes sociales denunciando el abuso en el programa de televisión palestina y sus presentadores, llamándolos “traidores”, “espías”, “perros” y “cerdos”.
La artista palestina Faten Kabha escribió que decidió cancelar una entrevista con el programa de televisión “después de invitar a un sionista judío en el corazón de Ramallah”.
El Sindicato de Periodistas Palestinos, un cuerpo dominado por activistas de Fatah en Cisjordania, y varios grupos políticos también se unieron al carro de las denuncias por la aparición del cantante judío en un programa de televisión palestina; y los activistas “anti-normalización” también se enfocan en el Grand Park Hotel de cinco estrellas de Ramallah por acoger al cantante judío.
Uno de los líderes de la campaña “anti-normalización”, Fadi Arouri, exigió que el hotel se distanciara del programa de televisión, que fue grabado en una de sus salas, o se enfrentaran a ser etiquetados defensores de la “normalización” con Israel. Al parecer, él haría bien en preocuparse de ser etiquetado como racista.
Arouri, en su página de Facebook, también criticó a la Sociedad Palestina de Radiodifusión y el hotel por traer al cantante judío a Ramallah. Amenazó con añadir el hotel a la lista de los defensores de la “normalización” con Israel, diciendo: “Os combatiremos de la misma manera que luchamos contra la ocupación y sus instituciones”.
Arouri y sus amigos también están enojados con el programa de televisión por usar nombres hebreos de ciudades israelíes durante la entrevista con Yehezkel, que vive en Ashkelon, y argumentaron que el presentador debería haber utilizado el nombre árabe de Majdal en lugar de Ashkelon.
El cantante judío tiene suerte de que Arouri y sus amigos no supieron de su presencia en Ramallah en tiempo real, de lo contrario, habrían atacado el estudio de televisión y lo habrían obligado a huir de Ramallah, tal como han estado haciendo estos activistas del BDS durante los últimos años: interrumpiendo violentamente las reuniones entre israelíes y palestinos en Cisjordania y Jerusalem Este, e intimidando a los participantes como matones abusadores.
Se trata de personas que se comportan de una manera que no merece ser recompensada con nada, por no hablar de un estado. Se parecen mucho más a todos los matones tiránicos que a lo largo de la historia pasan sus vidas diciéndole a la gente cómo tienen que vivir, y usando la violencia o amenazas de violencia, para coaccionar a cualquiera que no esté de acuerdo.
Lamentablemente, parece que ya hay demasiados de ese tipo de matones en nuestro mundo árabe y musulmán, tal como regularmente señala el presidente con visión de futuro Abdel Fattah el-Sisi, así como muchos otros.
La protesta pública sobre la aparición de un cantante judío en un programa de la televisión palestina es otro recordatorio de cómo nosotros mismos los palestinos nos hemos vuelto intolerables con los israelíes, incluso con aquellos que simpatizan con nuestra causa y creen en la paz y la convivencia.
La campaña en los medios sociales en contra del cantante y el programa de televisión también proporciona una prueba de los sentimientos cada vez más racistas entre nuestra gente. Despreciamos a cualquiera que lleve una kipá porque automáticamente suponemos que es un “colono” que odia a los árabes y musulmanes. Es vergonzoso leer muchos de los comentarios publicados por los activistas palestinos en relación con la religión y la kipá del cantante.
Con este tipo de actitudes, ¿cómo podemos hacer la paz con Israel? Si el anfitrión de un cantante judío en un programa de la televisión palestina ha atraído tan feroz oposición y denuncias, ¿qué pasará el día que cualquier líder palestino firme un tratado de paz con nuestros vecinos judíos?
¿Cuántas veces han aparecido palestinos en los medios de comunicación israelíes durante las últimas décadas? ¿Alguien ha oído hablar de este tipo de protestas de los judíos de Israel? Los medios de comunicación israelíes incluso han llevado a cabo entrevistas con algunos de los peores enemigos de Israel, incluidos palestinos que despiadadamente asesinaron judíos inocentes. Aún así, nunca vimos reacciones desagradables y racistas como las publicadas en las redes sociales después de la entrevista con el cantante judío.
Con los años, hemos enseñado a nuestro pueblo a odiar no sólo a Israel, sino también a los judíos– como ya está cimentado en la Carta de Hamas. Lo hemos hecho a través de la incitación en las mezquitas, los medios de comunicación y la retórica pública. Ahora hemos alcanzado el mismo escenario que los nazis de Alemania – el mismo con el que, irónicamente, acusan falsamente a los judíos – donde nuestras gente considera que la aparición de un judío en una televisión palestina representa un acto de “traición” y un “crimen”. En realidad, somos nosotros los nuevos nazis.
El caso del cantante judío muestra que la gente del BDS y “anti-normalización” no son más que un grupo de racistas de camisetas marrones trabajando para destruir cualquier posibilidad de paz y convivencia entre los palestinos e Israel. Su reacción histérica a la entrevista de televisión con Yehezkel demuestra que nuestro pueblo continúa marchando hacia atrás, hacia un mayor extremismo, racismo y nazismo.
*Bassam Tawil es un académico con sede en Medio Oriente.
Fuente: Gatestone Institute / Bassam Tawil
Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México
https://www.gatestoneinstitute.org/6574/palestinians-yehezkel-interview
Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico
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