Juntos venceremos
domingo 22 de diciembre de 2024

Daniel “Ruso” Brailovsky, el icono americanista

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ISAAC SHAMAH CHATTAJ PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

“El Ruso” Brailovsky, gran jugador, entrenador y comentarista, nos recibió en “Nucha Gourmet”, cafetería artesanal argentina para entablar una charla.

Gracias Daniel, por darnos esta entrevista para Enlace Judío. Y bueno, como director técnico, jugador y comentarista.  ¿Qué faceta es la que más has disfrutado?

Daniel: ¡Wooow! Es difícil, en realidad siempre nos quedamos con la parte donde jugamos, gracias a dios, cuando me tocó jugar al futbol lo disfruté muchísimo, es distinto porque resuelves las cosas en la cancha, en la parte personal es muy satisfactorio, porque es lo que tú haces, pero el conjunto es lo que hace ganar. Como entrenador tienes que visualizar lo que hace el entrenador y el equipo de enfrente, tratar de innovar y cambiar cosas que van surgiendo dentro de la cancha, pero es otra preparación; también lo disfrutas porque es visualizar e imaginar cosas que pasan o van a pasar en la cancha y a la vez, convencer a tus jugadores para que puedan llegar a plasmar tus ideas. La faceta de comentarista creo que es la más fácil de todas (te vas a enojar porque eres periodista (jajajajajaja) pero la realidad es que vos miras el partido, lo analizas y una vez que termina, comentas lo que apreciaste de éste. Por eso no hay cosa más sencilla para alguien que le gusta el futbol que comentar lo que ve en un partido, algo que ya pasó, no anticipándose a qué pueda pasar en la jugada. Hoy, a mi edad, te puedo decir que lo disfruto muchísimo porque me permite estar con mi familia, venir al negocio de mis hijos, estar con mi mujer, así que lo disfruto muchísimo porque comento futbol y llevo una vida que es mucho más tranquila que la otra, que sin duda alguna te exige 24 horas al día.

¿Cuáles han sido los mejores y peores momentos en cada una de estas facetas en la vida del Ruso?

Daniel: De los mejores, por supuesto lo que aprendí en Uruguay, en Peñarol de Montevideo, club que me da salida, ahí comencé. Una de las peores, definitivamente fue salir de Uruguay, porque el técnico no me quería, no me ponía a jugar. Con esto me regreso a Argentina, donde mi padre estaba delicado de salud y a los 19 años pienso en ese momento que ya no iba a jugar más al futbol, esa es una mala etapa, después de una exitosa, porque a los 17 años ya había jugado Copa Libertadores.

Otra etapa maravillosa fue en Argentina. Donde pude ganar el reconocimiento del mundo del futbol, jugué como Independiente y comencé en All Boys. Maravilloso, dentro de lo futbolístico, insisto dentro de lo futbolístico, el haber venido a México, en ese momento yo no sabía dónde llegaba, no sabía que era el América, en Sudamérica, sólo hablaban del América pero de Colombia, no se hablaba de futbol mexicano ahí, no era muy conocido. Para mí haber llegado al América fue muy espectacular, no lo esperaba así, disfruté muchísimo, salimos 3 veces campeones, nace mi hija acá, vivo acá con mi familia.

Una situación desagradable para mí fue el temblor del 85, donde elijo irme, mi esposa estaba embarazada de mi segundo hijo, las cosas se tornaban de otra manera y fue un golpe muy duro, porque ahí prácticamente dejo de jugar al futbol. Algo especial también fue jugar con tres selecciones (Uruguay, Argentina e Israel, antes esto era permitido) la que más me llegó fue la de Israel, sin duda alguna, a mis 28 años, algo así me llega la propuesta a Argentina, de jugar con la selección de Israel, no lo dudo para nada y me voy para allá, con mi familia, yo creo que para cualquier judío que llegaba a Israel hubiera sido muy fuerte escuchar el Hatikva, jugando partidos internacionales y sobre todo yo, que prácticamente nací en Israel, dado que a los 3 años me fui a vivir allá; fuera de eso, la gente recuerda que jugué con Maradona y con Pelé pero para mí no fue eso tan grande como la estructura familiar que logré hacer, separada de la parte futbolística.

Qué bueno que platicas un poco del temblor del 85, justo te iba a preguntar de eso, sabemos que las cosas estaban complicadas y que la decisión de irse fue difícil ¿Cambiarías algo en este momento? ¿Pensar que a lo mejor te hubieras quedado? ¿Aguantar un poco de tiempo e ir viendo? O a lo mejor también piensas que te volverías a ir, diciendo: “lo primero es mi familia”, que se vale, a fin de cuentas.

Daniel: La verdad, yo el temblor no lo sentí, yo estaba muy asustado más que nada por mi mujer, mi hija y el bebé que estaba por nacer; porque cuando pasa el temblor yo estaba concentrado en un hotel con América y mi mujer se encontraba en un décimo piso en Polanco y a ella sí le toca muy fuerte; la verdad es que yo dormía, por eso no lo sentí, era bastante “Momia” como decimos jajajaja, por eso no sentí absolutamente nada. Tú me preguntas que si cambiaría algo y te digo que remontándome a ese momento, absolutamente no cambiaría nada, para mí es primero la familia, segundo la familia, tercero la familia y siempre primero la familia.

Es cierto que en el futbol todo era maravilloso, me daban todo, estaba muy bien en México y me debía al América. Hoy, a mis 57 años, te digo que posiblemente haría otras cosas a esta edad, pero a esta edad no estaría jugando al futbol. Entonces, es imposible pensar en un cambio, la verdad es que siempre tengo que ver por el bien de mi familia, nunca quise quedar bien con nadie, porque podría cambiar el verso del libreto, pero insisto en lo mismo. Gracias a dios la gente del América, tanto directiva como afición me lo entendió; sé que me comporté mal a nivel contractual, sé que hice mal porque había un contrato de por medio, pero  a nivel sentimental me lo entendieron. Hoy, con esta misma edad haría exactamente lo mismo.

Regresando un poco al América, donde además de jugador, fuiste entrenador, ¿Qué significa el América para ti?

Siempre he dicho que fue mi etapa más fuerte futbolísticamente hablando, fue maravillosa, fue muy cortito, fueron 3 años a tope,  a los pocos días de haber llegado me hicieron sentir como si hubiera nacido en la institución, el club, la afición y los jugadores teníamos una química muy fuerte, fantástica. En poco tiempo me hicieron figura, hasta ídolo,  lo cual me parecía extremoso porque estuve poco tiempo, para poder serlo se necesita estar un tiempo prolongado, pero en ese cortó tiempo lo ganamos todo: 3 títulos e hice goles en partidos importantes, las liguillas y las finales. Me parece que  gracias al América, sin querer quedar bien con nadie, soy quien soy en México, el América me dio todo.

Platícanos de la final de la Copa Sudamericana que dirigiste con el América  contra Arsenal de Sarandí. ¿Volverías a protestar de esa manera o de alguna otra, se hubiera podido hacer algo más tratando de ejercer presión a la Conmebol?

Mira, yo te digo que en realidad yo no protesté, a pesar de que así se manejó en su momento. Yo asumí una responsabilidad de algo que podía suceder. Don Julio Grondona, que en paz descanse, mi padrino futbolístico que me ayudó muchísimo en la vida, era el dueño de Arsenal de Sarandí y cuando íbamos a jugar esa final, me sorprendió por completo, que sólo se hablara de situaciones reglamentarias previo al duelo, ya sabíamos que el segundo partido se iba a jugar en Sudamérica, como está reglamentado en esta copa y la Libertadores. Lo que no me pareció, era que a los 25 minutos del primer tiempo de un partido, que el primero de Conmebol (representante y vicepresidente de Conmebol en su momento)  te doy nombre y apellido,(Eugenio) Figueredo, llegue a nuestro vestidor y diga: “no hay gol de visitante” y lo acompaño al vestidor de Arsenal y enfrente de mi dice “no hay gol de visitante”, a los 25 minutos nos hacen el gol y dice “sí hay gol de visitante”; nunca en la historia del futbol sudamericano, nunca, existió gol de visitante en una final, pero esto  justo en esa fue así. Al final perdimos acá tres a dos y allá ganamos dos a uno, parejo en goles. Tanto era el enojo, que la directiva del América me pidió que no fuera por la medalla del segundo lugar, por eso se piensa la protesta; me molestan las injusticas dentro del futbol y me molesta que se vea más el tema económico que el deportivo, pero en su momento, por respeto a Julio Grondona, solamente dije que me parecía una injusticia y nada más”.

Fuera del arbitraje en esta final ¿Se hubiera podido hacer algo más a nivel deportivo para poder cambiar el resultado de estos encuentros?

Daniel: sí, por supuesto, en este momento, después de años te preguntas y analizas qué se hubiera podido cambiar y la verdad sí hubiera habido muchos cambios, a pesar de que teníamos muy estudiado a Arsenal y que  yo siempre dije que los jugadores dieron todo, cometimos errores infantiles que cambiaron el encuentro, tuvimos un gol en contra de media chilena de Rojas, en la cancha de Racing faltando 3 o 5 minutos, se encontraba totalmente sólo, hubo un error de Davino y de Castro, fíjate como tengo en la mente ese momento después de casi 10 años( jajajaja) no queríamos hacer faltas por miedo al árbitro y demás. En fin, hubo muchos errores que hoy de mi lado de comentarista, te digo que sí pudimos cambiar pero en ese momento es muy difícil pensar en todo lo que pasó y que inmediatamente puedes cambiar, no crees que pueda haber tantos cambios para perder un partido.

Después de tu carrera como entrenador, incluyendo el paso por el Necaxa, donde las cosas no salieron como se esperaban ¿Volverías a dirigir un equipo de tener la oferta correcta?

Daniel: Es una buena pregunta esa, de la parte del Necaxa yo siempre asumo responsabilidades, en ese momento estaba claro que yo quería dirigir y me salió una buena oportunidad con directivos de primera. Hablaron conmigo, hicimos un plan, tratamos de traer algunos jugadores, pero no se pudo y de todos modos entré… y en realidad fue un fracaso rotundo, yo no estaba acostumbrado a perder tantos partidos, tantos puntos, y a pelear con un equipo por el no descenso. Me frustró muchísimo,  porque el presidente me decía: “entrenas bien, planeas bien los partidos” y estábamos seguros de eso, hablábamos con Fernando Huerta, mi auxiliar, y veía lo mismo y a la mera hora del partido nos iba mal. Entonces, yo creo que el mensaje que les mandaba a los jugadores no les llegaba y a la hora del partido, a pesar de que todo salía bien en la semana, el mensaje se perdía ahí. Asumimos el fracaso y dijimos “hay que aceptar e irnos a lo siguiente”.

Ya nos contaste de lo especial que fue Peñarol, por ser el primero y América por la importancia. ¿Qué nos cuentas de Maccabi? No nos has contado mucho, es evidente que cuando llegaste era un futbol más modesto.

Daniel: “Como te comentaba, de Peñarol, fue mi salida, crecí y aprendí mucho, me dio madurez futbolística. All boys me da la oportunidad de regresar al futbol, después de un año de estar parado y si bien es un equipo chico en Argentina y fue corto el periodo, para mí fue una etapa maravillosa, porque de ahí me empiezan a conocer en Argentina. Me buscan todos los equipos de primera división y con ellos llego por primera vez a la selección de Argentina. De Independiente, fue muy buena, porque ya estaba en un grande del futbol argentino y al lado tuve jugadores de altísimo nivel  y unos técnicos como el “Gitano” Suarez y el “Zurdo” López, quien también me toca en América, el América conocido por todos y que ya platiqué lo especial que fue y el Maccabi, en una liga semi-amateur, pero me dio la gran oportunidad de jugar en Israel, en la selección en donde todos los judíos del mundo quisieran poder tener la oportunidad de jugar. Así que la verdad fui muy afortunado, porque de todos saco cosas muy lindas.”

Platícanos un poco de los sobrenombres “El Ruso” y “Piñe” ¿Con cuál te quedas, recuerdas de dónde vienen?

Daniel: Me quedo con los dos y te voy a explicar por qué. “Piñe” es un nombre idish y cuando muere mi bisabuelo, el primer nieto que nace soy yo, así que me ponen “Piñe”, desde chiquito todos mis amigos me conocen por “Piñe”, no me decían Daniel o Alberto, me decían “Piñe”, así que imposible dejarlo. Y el del “Ruso”, que lo llevo bien puesto, me acuerdo que una vez mi Papá me dijo, si vas a jugar al futbol, recuerda que primero llevas la bandera de Israel y vas a tener que pelear contra viento y marea con mucha gente, porque no hay muchos judíos en el mundo que jueguen, salvo en Israel. Y el “Ruso” surgió en la Argentina, ya que a los judíos que caemos bien a los que querían, te dicen  ruso, rusito, y a los que no, les decían judío en manera ofensiva, entonces me quedo con el “Ruso” de por vida, muy pegado en toda mi carrera, inclusive en Israel, unos que me conocían, me bromeaban y me decían “Ruso”, aunque ahí no tendría lógica porque judíos somos todos, pero ahí quedó.

Platícanos un poco de los sobrenombres “El Ruso” y “Piñe” ¿Con cuál te quedas, recuerdas de dónde vienen?

Daniel: Me quedo con los dos y te voy a explicar por qué. “Piñe” es un nombre idish y cuando muere mi bisabuelo, el primer nieto que nace soy yo, así que me ponen “Piñe”, desde chiquito todos mis amigos me conocen por “Piñe”, no me decían Daniel o Alberto, me decían “Piñe”, así que imposible dejarlo. Y el del “Ruso”, que lo llevo bien puesto, me acuerdo que una vez mi Papá me dijo, si vas a jugar al futbol, recuerda que primero llevas la bandera de Israel y vas a tener que pelear contra viento y marea con mucha gente, porque no hay muchos judíos en el mundo que jueguen, salvo en Israel. Y el “Ruso” surgió en la Argentina, ya que a los judíos que caemos bien a los que querían, te dicen  ruso, rusito, y a los que no, les decían judío en manera ofensiva, entonces me quedo con el “Ruso” de por vida, muy pegado en toda mi carrera, inclusive en Israel, unos que me conocían, me bromeaban y me decían “Ruso”, aunque ahí no tendría lógica porque judíos somos todos, pero ahí quedó.

¿En tu carrera te pasó alguna mala experiencia por el hecho de ser judío o por ser argentino aquí en México?

No, no, por ser argentino en México para nada y te soy honesto, por ser judío en otro lado tampoco, pero te cuento una anécdota, donde sí tuve problemas por ser judío fue en Israel… ¡increíblemente! Jugábamos un partido con la selección de Israel en Haifa contra Alemania y les íbamos ganando, de repente se me acerca un jugador de ellos y el tipo este me dice “Heil Hitler”, en Israel y en la cancha,  yo llevaba 4 o 5 meses en Israel nada más y el tipo medía dos metros, pero empecé a correrle en la cancha y el tipo corría más, se me calienta la cabeza y reacciono mal, tal es así que mucho tiempo, y te hablo de meses, hubo charlas a nivel diplomático sobre este chico, a este tipo lo sacan de la cancha en el partido, después de que el técnico me dice que te pasa porque al fin y al cabo yo era el único profesional de la selección que había llegado a Israel, le cuento y él le avisa al árbitro, se habla con el comisionado y se para el partido, yo estaba en shock y al tipo se lo llevaron y así como se para en Haifa de ahí lo sacan del estadio y del país.

Ahora que ya has estado más tiempo en la comunidad judeo- mexicana y que has estado en contacto con el Deportivo israelita ¿has visto a algún chico que digas, posiblemente podría llegar a primera división?

Mira, hace algún tiempo que no voy al Deportivo y aunque no me acuerdo de nombres, sí seguí mucho a mi hijo Erick y sí, veía chicos que jugaban muy bien y por supuesto que podrían llegar a jugar futbol. El tema es que para jugar futbol profesional tienes que sacrificar muchas cosas, por ejemplo: no puedes salir de fiesta un viernes o sábado, tienes que entrenar en las mañanas y las tardes, si tienes novia, tienes que ir al cine en la tarde, no en la noche, si tus amigos van a una fiesta a las 10 de la noche, obviamente no puedes ir a esa fiesta y te hablo si estás soltero porque casado o con novia, tu novia querrá salir y como futbolista no puedes salir. Tienes que empezar de cero

¿Algún consejo que les puedas dar a estos chicos?, que a lo mejor desde más temprana edad sueñan con ser futbolistas y después en muchos casos se va perdiendo.

Si tienen la calidad necesaria, todos se dan cuenta, los compañeros, ellos, los técnicos y si en realidad quieren ser futbolistas, es fundamental no dejar de prepararse, no dejar de estudiar y te lo digo de viejo porque ya lo vi, esto te ayuda también en cómo ves muchas cosas dentro y fuera de la cancha. Además de entender que vas a tener que sacrificar muchísimo. Si no estás capacitado mejor ni hacerlo, porque uno nos ve a nosotros cuando estamos en la cancha y dicen “mira cómo juega, yo podría jugar igual” y es cierto, hay muchos mejores que yo que se quedaron en el camino, pero no pudieron soportar todo lo que yo soporté para salir adelante en esto; tienes que soportar muchas cosas, tienes que vencer muchas cosas y encima de esto llevas la bandera de ser judío y la de Israel adelante y somos pocos en el mundo siendo judíos que podemos vencer esto. Que no se me malinterprete, yo soy judío y sionista pero sin duda complica algunas cosas.

Ya por último, ¿Qué es lo que extrañas más de tu faceta como jugador, además de jugar que es maravilloso?

Te digo la verdad… el estadio Azteca a reventar, nosotros jugábamos con más de 80,000 personas todos los partidos; el ver el estadio lleno y sentirte parte de eso, saber que la gente te va a ver a ti, yo disfrutaba la presión, el saber que había que jugar lindo y ganar, lo disfrutaba muchísimo. Eso es con lo que me quedo, como decimos en mi país hacer de todo para que la gente se divierta.

Daniel, muchísimas gracias a nombre de Enlace Judío.

 

@isaacsc26

 

 

 

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