“Tenían edades comprendidas entre los 12 y los 16 años”, según Said Mamuzini, miembro del Partido Democrático de Kurdistán. El Estado Islámico emplea a menores de edad en sus ataques.
FRANCISCO CARRIÓN
Las huestes del autodenominado Estado Islámico han matado en los últimos días al menos a doce niños cuando trataban de huir de un campo de entrenamiento militar en los alrededores de Mosul, la segunda ciudad de Irak en manos yihadistas desde junio de 2014.
“Al menos doce niños han sido asesinados por los combatientes del Estado Islámico. Estaban recibiendo entrenamiento en el campamento militar de Ashti en Mosul y fueron descubiertos cuando trataban de escapar”, ha señalado Said Mamuzini, miembro del Partido Democrático del Kurdistán en Mosul, en declaraciones al portal kurdo Rudaw.
“Tenían edades comprendidas entre los 12 y los 16 años. En su mayoría eran árabes de Mosul”, ha agregado.
Un activista anónimo que reside en Mosul y denuncia a través de internet las tropelías de los yihadistas advirtió el pasado septiembre que la cifra de niños que se sumaban voluntariamente a las filas del IS se había incrementando recientemente.
Los nuevos reclutas tenían entre 13 y 15 años y fueron trasladados a varios centros de entrenamiento en las inmediaciones de la urbe donde recibían una estricta educación religiosa por parte del cuerpo de clérigos de la organización que dirige Abu Bakr al Bagdadi. También en septiembre, Mamuzini alertó del secuestro de al menos 127 menores de edad, que fueron enviados a campos de Mosul para ser entrenados en el uso de armamento y la participación en operaciones suicidas.
En los últimos meses la organización que ha declarado un califato a caballo de Siria e Irak ha divulgado en internet imágenes y vídeos con los cursos de formación castrense a la que son sometidos los “cachorros” del IS.
“Los niños son sometidos a toda clase de incitación a los asesinatos en masa y los crímenes del IS [Estado Islámico, por sus siglas en inglés]”, relató el pasado julio a EL MUNDO un activista desde Mosul.
La infancia está expuesta a la crueldad del IS allá donde va. En las calles de su bastión iraquí, los barbudos han instalado los bautizados como “centros mediáticos”, gigantescas pantallas que difunden sin descanso los vídeos propagandísticos en los que la organización presume de ejecuciones sumarias, amputaciones, lapidaciones o crucifixiones. Los pequeños no son solo espectadores. Tampoco escapan a la brutalidad con la que gobierna la organización de Al Bagdadi.
En junio, dos menores de edad fueron crucificados en la provincia siria de Deir al Zur por infringir el ayuno del Ramadán. Los cuerpos aparecieron en la verja de un cuartel de la “hisba”, la policía religiosa del IS. Una apología del horror que junto al uso de niños soldado, el IS ha completado con una profunda remodelación del currículo escolar tras dictar la segregación por sexo.
“Cuando el ‘daesh’ (acrónimo en árabe del Estado Islámico) llegó a las aulas, lo primero que hizo fue manipular el currículo. Eliminó la química, la física o el inglés. Lo único que permaneció invariable fueron las matemáticas, el árabe y la teología islámica. En historia suspendieron unas lecciones y dejaron otras”, narró a este diario Ali Qasem, un profesor de 48 años que huyó hace meses de Faluya, en la provincia iraquí de Al Anbar.
Fuente:cciu.org.uy
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