Por Judith Bergman
“Hay sobradas pruebas de que, mientras las tensiones se han incrementado de manera espectacular, en algunos casos, las fuerzas israelíes parecen haber descartado el libro de reglas y recurrido a medidas extremas e ilegales. Parecen cada vez más propensos a utilizar la fuerza letal en contra de cualquiera que perciban como amenaza, sin asegurarse de que la amenaza sea real”, escribió Amnistía Internacional en un comunicado de prensa el 27 de octubre.
Como ya ha expuesto el blogger Elder of Ziyon, “la documentación en profundidad” de Amnistía está basada en mentiras. Este es el elemento más notorio del intento de Amnistía para insertarse en la situación.
Otro, no menos indignante es el fraseo. Los supuestos investigadores en nombre de Amnistía tienen mucho cuidado en no mencionar explícitamente, ni una sola vez, en contra de quien o qué Israel se está defendiendo. Los apuñalamientos se “realizan”, y “las autoridades israelíes alegan intenciones de ataques punzantes”. Así que según esta jerga, también popular con los principales medios de comunicación como la BBC (“ataque en Jerusalem mata a dos”), los apuñalamientos más o menos se llevan a cabo solos y de nadie es realmente la culpa.
De hecho, la frase “las autoridades israelíes alegan” se utiliza precisamente para plantar dudas en la mente del lector en cuanto a si los apuñalamientos y todos los otros ataques terroristas recientes son en realidad producto de la imaginación paranoica de los israelíes. De hecho, Amnistía describe el terror árabe que barre Israel con un típico nombre inapropiado – “tensiones crecientes”.
Sorprendentemente, Amnistía no menciona una sola víctima del terror judío en su informe; ni siquiera trata de ocultar su descarado sesgo. En cambio, Philip Luther, director del Programa de Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional, dice, “las fuerzas israelíes y los civiles han sufrido ataques y amenazas genuinas a sus vidas en las últimas semanas”.
Ese es probablemente el eufemismo del año. Aquí están los hechos fríos y desgarradores de acuerdo con el servicio médico de emergencia de las Fuerzas de Defensa de Israel y Magen David Adom: Desde el 2 de noviembre, se han producido 58 ataques con puñaladas, cinco con disparos y seis embestidas con coche, en los que 11 personas han muerto y resultaron 153 heridas, 18 de ellos de gravedad. Maguen David Adom también trató a 72 personas por conmoción. No olvidemos – muchas de las víctimas del terror que sufrieron golpes o lesiones físicas vivirán con los efectos en los próximos años. Muchos sufren de trastorno de estrés postraumático, entre ellos pesadillas, ansiedad y miedo constante de salir de la casa son sólo algunos de los síntomas. Los familiares y amigos de los muertos vivirán con el dolor para siempre. Estas son personas reales, pero Amnistía Internacional no considera que valga la pena mencionarlos como estadística.
Este tipo de manipulación de los hechos a través de acusaciones falsas, omisiones e insinuaciones proporciona una justificación implícita para la fiesta de terror árabe, mientras que al mismo tiempo muestra un desprecio deformado de la obligación de todo Estado a defender a sus ciudadanos. Amnistía no está en posición de dictar a Israel, especialmente a la luz del hecho de que Israel toma todas las medidas imaginables para evitar la muerte sin sentido y de hecho da a los terroristas atención hospitalaria de cortesía de los mismos judíos que pagan impuestos a los que los terroristas tan desesperadamente quieren matar.
Ya, las falsedades que Amnistía publica (si no se supiera que el informe había sido publicado por Amnistía, podría sin duda haber sido escrito por el propio presidente palestino Mahmoud Abbas) están envalentonando a los que sufren de delirios anti-Israel. El mismo día que Amnistía publicó sus “descubrimientos”, el diputado británico Sir Gerald Kaufman afirmó que Israel “fabrica los apuñalamientos” como una “artimaña para ejecutar a los palestinos” y que “el dinero judío” ha influido en el Partido Conservador. Es evidente que uno apenas tiene que arañar la superficie para que salgan todos los viejos libelos de sangre, felices de saludar a los nuevos.
Amnistía Internacional ha cruzado todas las líneas rojas hace mucho tiempo, pero este último informe logra calumniar a Israel un escalón más. Eso dice mucho de una organización que ha estado en el negocio de la difamación durante mucho tiempo.
Amnistía está en una misión y no es la de determinar los hechos. La organización depende de donaciones. Sería interesante descubrir, en detalle, la cantidad de fondos que Amnistía recibe con el propósito expreso de ennegrecer el nombre de Israel. Hay unos cuantos sospechosos obvios en cuanto a la identidad de los donantes. Sean quienes sean, no puede haber ninguna duda de que Amnistía convierte en parodia lo que pretende apoyar: los derechos humanos.
Fuente: Israel Hayom
Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México
https://www.enlacejudio.com/2015/11/04/la-verdadera-mision-de-amnistia/
Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico
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