Mexicana es seducida por egipcio musulmán: su historia

ANÓNIMO

Hola chicas, les cuento mi historia. Conocí a un egipcio musulmán por un programa de chat, luego intercambiamos skype. Al poco tiempo me dijo estar enamorado y me propuso matrimonio, me dijo que tenía una empresa con 20 personas a cargo. Me pidió que fuera a su país y que él pagaría todo. Yo me enamoré, son muy galanes, y lisonjeros también; me pidió sexo por cam, a lo que me negué y lo bloquee. Me llamaba las 24 hrs. para que lo disculpara y yo accedí.

A los dos meses de estar planeando mi viaje me dijo que su compañía había sufrido un incendio pero el seguro lo cubría; más tarde, que vendió la compañía para poder casarse y venir al país. Me preguntaba si yo podía pagar el pasaje y le dije: “lo siento, yo no tengo ese dinero, ni los medios”.

Pasaron unos días más, estaba como molesto, al mes me envía el pasaje. Nos conocemos en su país, fui a su casa, la familia me había preparado una habitación para mí sola, me atendieron como una reina. A la semana comenzaron a presionarme para que me casara rápido. A los 15 días ya nos habíamos casado solo por civil, él me dijo que no podía casarse con una extranjera por la mezquita. Con los días, ya su humor comenzó a cambiar, yo no lo noté por el enamoramiento que tenía. Al mes nos vinimos y comenzó los trámites para la residencia, su familia le mandaba unos 1000 dólares mensuales, dinero que se gastaba en salidas a lugares caros y comprar cosas que no eran de utilidad. Yo le dije  que ahorrara por necesitábamos posteriormente.

En resumen, una relación de tres años. A los 2 meses de casados comenzó a consumir marihuana y le encontré hasta cocaína. Ingresó hachís al país y yo sin saber, poniendo en riesgo mi futuro. Nunca trabajó, pensó que yo tenía dinero guardado o cuentas bancarias y que tenía que abrir un negocio para que él trabajara, ya que él vendió su empresa y gastó todo por mí.

No dejó de echarme en cara un solo día la plata que gastó. Su familia comenzó a menguar el importe de la ayuda, ya solo enviaba 300, él nunca pagó un servicio, todo lo pagaba yo, vivía gratis en mi casa. Con los meses comenzaron los insultos y gritos, luego dio lugar a los empujones, tirones de cabello y cachetadas. Ustedes se preguntarán por qué aguanté todo eso, quizás la respuesta es trillada pero lo amaba y pensé que podría cambiar, cosa que no hizo y siguió incrementándose. También, aparte de no hacer nada de nada, se la pasaba conectado a internet, chateando en su idioma con viejas amistades y mujeres, estaba flirteando y yo trabajando en la casa y en mi trabajo.

Cuando me entero que estaba embarazada me dio una gran alegría, pensé que eso era lo que necesitaba. Cuando le dije estaba más que feliz, a los dos días cambio, comenzó a insultarme y a decir que pediría un examen de ADN, que yo ya soy grande, tengo 39 y el 34, que seguro sería un embarazo complicado. Me dijo que ya no me quería y le dije “O.K. ya sabes por dónde está la puerta”. Lo peor vino cuando me dijo “yo no quiero que tengas un hijo mío, vamos a ir a un doctor” Yo le dije “estás loco, yo voy a tener a mi bebé” y me dijo que no me daría una moneda para la crianza.  Le dije que no me hacía falta, pues yo tengo sustento y me dijo que me golpearía para que lo perdiera.

Ahí fue donde reaccioné. Yo erróneamente permití que se me maltratara, pero no sería lo mismo con la vida de mi hijo. Hubo denuncia, desalojo y restricción. Él aún sigue en el país. Desde el 2 de septiembre que se fue me habló 3 veces por teléfono para insultar y  amenazar de que me quitará al bebé y hacerme sentir mal. También dijo que estaba trabajando, claro, ahora ya no tiene la vida que llevaba, conversa diariamente con una musulmana que vive en Canadá, la conoció estando aún en mi casa y le descubrí conversaciones románticas y me maltrató cuando lo confronté.

Conclusión: no creo que haya tenido ninguna empresa, tenía interés monetario y la ciudadanía quizá, para entrar a América, se llevó todo lo que me había regalado él y su familia, se llevó lo que yo le regalé. Yo nunca le importé, solo fui un medio para lograr o pretender lograr sus objetivos. Yo sigo con mi embarazo y buscaré ayuda legal para cubrirme de cualquier tramoya que quiera hacer.

¡Cuidado chicas! esto es lo que a mí me pasa.