Yossi Sarid, ex ministro, miembro del Knesset, Presidente del partido de izquierda Meretz y columnista de Haaretz, murió de un infarto el viernes por la noche, a los 75 años de edad.
ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Sarid fue miembro de la Knesset de 1974 a 2006, representando al partido Maaraj en un principio y posteriormente como miembro de Meretz. Se desempeñó como ministro de protección del medio ambiente y de educación en los gobiernos de Yitzhak Rabin, Shimon Peres y Ehud Barak.
El año pasado, en una conversación con lectores de Haaretz, se le preguntó acerca de lo que él consideraba como su mayor logro.
“Yo no soy el que debe enumerar mis logros en el gobierno y la Knesset como si fuese una lista de compras,” respondió. “Otros mencionarán mis triunfos en mi entierro, si así lo desean. Dentro de mi corazón, agradezco el hecho de que cuando tuve que comprometerme, mis compromisos no fueron corruptos. Después de todo, traté de mantener mis manos y consciencia limpias, y en ocasiones incluso logré hacerlo. Tras 35 años de vida pública, este también es un logro.“
Sarid nació en Rehovot en 1940. Su padre, Yaakov Sarid (Sznajder originalmente) se desempeñó como director general del Ministerio de Educación. Su madre, Doba Sarid (Grober) era maestra. Al finalizar su servicio militar y antes de entrar a la política, Sarid fue reportero de Radio Israel y Davar.
“Yossi Sarid fue un importante líder del campo de la paz en Israel,” señaló el líder de la oposición, Isaac Herzog este viernes,” un líder con voz clara y nítida que expresaba una verdad inquebrantable de todo su corazón. Esta voz fuerte y única es la que trajo a Meretz logros inolvidables, y lo convirtió en ministro de Educación, dejando una huella duradera en el sistema educativo y la nación. Sus creencias, escritos y acciones seguirán siendo un legado glorioso, que nos acompañará durante muchos años.”
En 2014, Sarid dijo a una revista estudiantil de la Universidad de Tel Aviv que se enorgullecía de su determinación.
“Yo estaba involucrado en la legislación de decenas o quizás cientos de leyes. Pero afortunadamente nunca mentí en mi labor legislativa, si puede haber gloria en ello. El libro jurídico israelí está lleno de leyes que no se hacen cumplir,” apuntó. “Mediante mi trabajo, me dí a conocer como alguien decidido que lucha contra la corriente cuando hay algo malo y sucio, dispuesto a pagar el precio de su determinación.”
En una entrevista a Haaretz en 2010, Sarid dijo que tanto él como su madre deseaban que fuese actor o poeta. “Muchas cosas me hicieron cambiar de rumbo,” comentó.
Al terminar su servicio militar, dijo a su madre que deseaba ser locutor en Radio Israel. “Ella me preguntó: ‘¿Ellos lo saben? Yo respondí que ‘no, pero lo sabrán,'” recordó entonces. Pronto se convirtió en un ancla, fue reportero y editor en la estación de radio.
Sarid comenzó a abrirse paso en la política a principios de los ‘60. Cuando tenía 24 años, fue elegido portavoz del partido Mapai.
“Este cargo fue de gran importancia para mí,” indicó. “Les dije: ‘¿quieren decir que hablaré en nombre de todos los grandes – Ben Gurión, Golda, Sapir, Galili, Yigal Alon y Dayan?'”
En 1974 fue elegido a la Knesset por primera vez en representación de Maaraj. En 1984 abandonó el partido y se unió a Ratz, que más tarde se convirtió en Meretz. En 1992 fue elegido a la Knesset representando a este último partido, y se desempeñó como ministro de protección del medio ambiente bajo el primer ministro Yitzhak Rabin. Sarid sustituyó a Shulamit Aloni como líder de Meretz, cargo que desempeñó hasta 2003.
En 1999, fue nombrado ministro de Educación bajo el primer ministro, Ehud Barak, pero se retiró de la coalición un año después, a raíz de una disputa con su adjunto, Meshulam Nahari de Shas.
En 2001, cuando Ariel Sharon fue elegido primer ministro, Sarid sirvió como líder de la oposición y renunció a la presidencia de Meretz tras las elecciones de 2003, cuando el partido logró ganar sólo seis escaños en la Knesset.
En retrospectiva, lamentó su último mandato en la Knesset, que terminó en 2006.
“Fue un desperdicio,” comentó en una ocasión. “Debería haber renunciado cuatro años antes. Era muy infeliz ahí, me sentía totalmente ajeno.”
Desde entonces, se dedicó a escribir libros, poesía y artículos de opinión. Recientemente participaba en un programa semanal en la Radio del Ejército.
El año pasado Sarid dijo a los lectores de Haaretz que “hay dos cosas que perturban su sueño por la noche: la ocupación en Cisjordania y la desigualdad social, porque ambos ponen en peligro la existencia del Estado y no sólo su calidad. Si ambas continúan agudizándose, podrían amenazar el futuro del Estado,” advirtió.
“Yo no soy un gran optimista. Lo siento por eso, pero no quiero mentirme a mí mismo ni a ustedes. En base a la experiencia que he acumulado, he llegado a la desoladora pero también alentadora conclusión de que los políticos no son los que traen el cambio, ellos no son los que toman las decisiones críticas. Las decisiones son el resultado de la realidad y los políticos fingen que ellos las toman,” añadió.
“Es por eso que tarde o temprano la ocupación llegará a su fin, porque las realidades de la vida decidirán por nosotros. El único problema es que la realidad de la vida aquí en algún momento, es la realidad de la muerte, y una mala realidad tiene un mayor impacto que una buena realidad,” dijo. “Si la situación no cambia, y si no se encuentra la voluntad interna para cambiar de rumbo y transformar nuestros valores, Israel será una entidad social y política atrofiada.“
En los últimos años, Sarid sufrió graves enfermedades, incluido un tumor benigno que fue extirpado de su cabeza. “Soy un ex político. Un campeón de “formadores”. En este campo no se puede competir conmigo. A veces me pregunto si no soy un “ex-Yossi Sarid,” comentó este año.
“Yo moriré en la batalla equivocada,” escribió en un poema. El año pasado, cuando tenía 74 años, le dijo a Tom Segev en una entrevista: “Siempre me sorprende haber llegado a esta edad. Estos no eran mis planes. Con mis enfermedades, aseguraba que mis días estaban contados. Pero he vivido hasta una edad avanzada.”
Yossi Sarid dejó a su esposa Dorit, tres hijos, entre ellos el escritor Yishai Sarid, y nietos.
יהי זכרון ברוך.
Que su memoria sea bendecida
Fuente: Haaretz/Ofer Aderet
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