NEW YORK TIMES
Un día antes de celebrar Thanksgiving, el presidente Obama aseguró a los estadounidenses que “no existía información específica y creíble sobre un posible ataque contra Estados Unidos.” Siete días más tarde sucedió el peor atentado terrorista en la Unión Americana desde el 11 de septiembre de 2001.
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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Lo que puede ser más preocupante no es que Obama estaba equivocado, sino que aparentemente tenía razón. Según los informes, el gobierno no tenía información de inteligencia concreta sobre el atentado del miércoles que dejó 14 muertos en San Bernardino, California.
El ataque parece reflejar una evolución de la amenaza terrorista tan temida por Obama y funcionarios federales: individuos estadounidenses auto-radicalizados que operan sin ser detectados antes de atacar uno de los muchos objetivos sensibles y difíciles de proteger en un país tan extenso como Estados Unidos.
“Hemos entrado a una nueva etapa de amenaza terrorista mundial y de nuestros esfuerzos de seguridad nacional,” dijo el secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson en una entrevista ofrecida este sábado. Los terroristas han “externalizado sus intentos de atacar nuestra patria. Hemos visto estos ataques aquí y en otros lugares. En mi opinión, esto requiere un enfoque completamente nuevo”.
Obama se dirigió a la nación este domingo, abordó la amenaza terrorista y mencionó las medidas que el gobierno está tomando para proteger a la Unión Americana. Johnson señaló que el gobierno debe incrementar la seguridad aérea mediante el refuerzo de agentes en los aeropuertos de salida y, además endurecer las normas del programa de exención de visado que facilita la entrada a visitantes de ciertos países amigos. Junto con otros funcionarios, destacó la necesidad de llegar a las comunidades musulmanas para ayudar a identificar las amenazas que de otra manera se pueden pasar por alto.
Ante la incapacidad de frenar la disponibilidad de armas de fuego en los hogares o la propaganda extremista desde el extranjero, las autoridades tendrían que alentar a los estadounidenses a mantenerse alerta y reportar sospechas.
El ataque puede reavivar el debate sobre privacidad y seguridad en torno al software de encriptación vendido por proveedores del sector privado. Algunos funcionarios del gobierno opinan que es necesario estimular las voces musulmanas contrarias para contrarrestar la propaganda extremista del Estado Islámico, también conocido como ISIS o ISIL.
El atentado en San Bernardino ya ha inflamado el debate político a menos de dos meses de las primarias presidenciales de 2016, y puede plantear nuevos retos durante el último año del gobierno de Obama. Aunque los candidatos republicanos denunciaron al presidente, ellos no son los únicos que afirman que el gobierno debe cambiar su estrategia.
John D. Cohen, profesor de la Universidad de Rutgers y un alto funcionario del Departamento de Seguridad Interna hasta el año pasado, dijo que el gobierno necesita “despertar” y cambiar de enfoque “para impedir este tipo de ataques.”
Alberto M. Fernández, ex director de la unidad del Departamento de Estado encargada de contrarrestar propaganda militante añadió: “El gobierno se muestra tambaleante y completamente sordo ante este último desafío.”
Otros, sin embargo, advirtieron contra una reacción desmesurada, diciendo que el énfasis en los musulmanes podría provocar la clase de ira y alienación que crea un mayor potencial para el reclutamiento de terroristas. Algunos expertos instaron a los funcionarios a mantener el peligro que representa el terrorismo en perspectiva.
En su discurso semanal transmitido por radio e Internet el sábado, Obama advirtió sobre los esfuerzos del Estado Islámico de inspirar a gente en Europa y los Estados Unidos para llevar a cabo ataques e instó al país a defender sus valores, lo que funcionarios del gobierno interpretan como no demonizar a los musulmanes.
“Somos fuertes”, dijo el presidente. ” Sabemos resistir y no nos aterrorizaremos“.
Lisa Mónaco asesora del presidente en la lucha contra el terrorismo, dijo que el gobierno debe tener cuidado de no adoptar acciones que alimenten el mensaje del Estado Islámico de que los musulmanes son perseguidos por occidente.
Johnson, quien se ha reunido con musulmanes en Nueva York, Chicago, Houston, Los Ángeles y otras partes, afirmó que el gobierno necesita a la comunidad musulmana. “El mensaje es, ayúdanos a ayudarte – ayúdanos a identificar a alguien en tu comunidad que pueda estar tomando el camino equivocado e indícanos cómo podemos ayudarte a ampliar el mensaje contrario al del Estado Islámico.”
Syed Rizwan Farook y Tashfeen Malik, los autores del atentado en San Bernardino, superaron todas las medidas antiterroristas acumuladas desde el 11 de septiembre. Ambos lograron esconder armas de guerra en el departamento donde vivían con su bebé de 6 meses de edad.
A diferencia de los autores de los atentados en París, la pareja parecía haber estado inspirada por el Estado Islámico, pero no acataban órdenes del grupo directamente.
Si los investigadores confirman que el ataque fue inspirado por el Estado Islámico, el incidente demuestra el poder del mensaje del grupo militante. A través de las redes sociales, el grupo puede traspasar las defensas del gobierno y llegar al corazón de la nación para alentar a partidarios a tomar las armas en ciudades, suburbios o aldeas.
John P. Carlin, fiscal general adjunto para Seguridad Nacional, dijo en una entrevista el sábado que el Estado Islámico se estaba adaptando. “Se trata de otra versión de la amenaza,” apuntó. “Al Qaeda se enfocó en ataques catastróficos a gran escala causando grandes pérdidas de vidas. Creo que ISIL intenta explorar eso también, pero la táctica de ataques a pequeña escala que pueden fallar, pero inspirar al terrorismo” es relativamente nueva para el grupo.
Carlin agregó que terroristas locales son más difíciles de detectar, en parte porque actúan con menos preparación.
James B. Comey, director del FBI, advirtió en los últimos meses que el Estado Islámico estaba tratando de formar una colaboración, una especie de “crowdsourcing” de terrorismo inspirando a seguidores en el occidente. Sus agentes han estado siguiendo a las personas atraídas por el grupo, pero resulta imposible desconectar el Internet en el hogar de cada militante potencial.
“Una narrativa venenosa que resuena en almas atribuladas e individuos desorientados a través de medios de comunicación social, incitándolos a unirse para matar tiene un gran impacto,” afirmó Comey en una conferencia de prensa el viernes.
En los últimos dos años, más de 75 personas han sido acusadas por las autoridades federales en casos relacionados con el terrorismo. Alrededor de tres cuartas partes están vinculadas con el Estado Islámico y casi todas fueron reclutadas a través de los medios sociales, señaló Carlin. Más de 60 de los casos están relacionados con combatientes extranjeros que buscan unirse a la guerra en Siria, cerca de 15 son extremistas que radican en Estados Unidos. En más de la mitad de los casos, los sospechosos son menores de 25 años; un tercio de ellos son menores de 21 años.
Lo que ha hecho el ataque de San Bernardino aún más alarmante es que Farook y Malik no despertaron las sospechas de las autoridades. Ellos no se ajustan al modelo de los atacantes de París, muchos de los cuales crecieron en Francia o Bélgica, donde los musulmanes no están tan bien asimilados económica, política y socialmente, como lo están en Estados Unidos. Los expertos en antiterrorismo nunca pensaron que una mayor asimilación de los musulmanes en este país podría evitar un ataque aquí. Sin embargo, la suposición de que Estados Unidos es menos vulnerable que Europa se ha visto sacudida por San Bernardino.
“La pareja no estaba ubicada en ningún radar y no tenía vínculos con sospechosos de terrorismo,” comentó Matthew G. Olsen, ex director del Centro Nacional de Contraterrorismo. “Y lo que es realmente preocupante es que parecían ser una pareja bien integrada y estable, con un bebé y un trabajo.”
La falta de señales de advertencia es mucho más preocupante que pasar las por alto, agregó William McCants, ex funcionario del Departamento de Estado, quien se dedicó a la lucha contra el extremismo violento.
“Esto significa que los simpatizantes de ISIS están aprendiendo a hacer menos ruido para evitar ser detectados. De esta manera son más difíciles de identificar a fin de evitar el ataque,” señaló McCants, autor de “El Apocalipsis de ISIS,” una nueva historia del Estado Islámico.
Como resultado, la matanza podría presagiar una nueva y amarga realidad.
“Durante mucho tiempo, viviremos con la posibilidad de ataques menores que no pueden predecirse y rara vez podrán evitarse,” apuntó Bruce Jones, ex funcionario de las Naciones Unidas y director de política exterior de la Institución Brookings.
Fuente: The New York Times/Peter Baker y Eric Schmitt
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