BECKY RUBINSTEIN F.
Para hablar del presente, hay que tener en cuenta el pasado. Nada brota de la nada… Para hablar del presente –conectado al pretérito- traemos a colación a Shulamith Halevy –descendiente de Juda Halevy (S.XII), uno de los poetas más distinguidos de la época dorada de la poesía hebrea en suelo hispano, además de notable médico, autor de “Sionidas”, sentida poesía sobre Sión, por la Tierra Prometida, eternamente anhelada por los exiliados judíos, a raíz de la destrucción del segundo Templo de Jerusalem (70 e.a.), quien escribió:
“Mi corazón está en Oriente, y yo en los confines de Occidente. ¿Cómo gustar de los manjares y disfrutarlos? ¿Cómo cumplir mis votos y mis promesas? (…) Me parecerá tan fácil abandonar todo el bien de Sefarad, como preciado contemplar las ruinas del Santuario destruido” (Literatura hispano hebrea, Ángeles Navarro Peiro, 69-70)
De acuerdo a cierta leyenda, el ancestro de Shulamith, al hallar finalmente la Tierra de Sión y, dar las debidas gracias, un jinete que venía sobre un caballo al galope, lo atropella y mata…
Shulamith, la nacida en Lucerna en abril de 1995, y quien radica hoy día en Jerusalem- de algún modo, siguió los pasos de su famoso ancestro –ambos son poetas, ambos aman a Sión– quien, a pesar del peligro que conllevaba trasladarse de España rumbo a la Tierra Prometida –de occidente a oriente- se hizo a la mar -no siempre en paz- más de las veces, agitada, como relata en sus versos.
Y ahora, una pregunta crucial: ¿Por qué hablar de Shulamith, como su eminente ancestro, descendiente de los levitas del antiguo Israel, encargados del ritual del Gran Templo?
Shulamith es, hoy por hoy, una de las investigadoras, más aplicadas, por decirlo de algún modo, alrededor del tema de los Anusim, del cripto- judaísmo, graduada de la Universidad Hebrea de Jerusalem y del Departamento de historia de la Universidad de Illinois (1981), además de ilustre poeta y especialista en Estudios de Género.
“We are Catholic, querida, but our heart is jewish. What crypto- Jewish mean and what their children understand” *se llama uno de sus “papers”, de sus ensayos, que bien pueden complementar el texto de Los autores judeoconversos en la ciudad de México*, donde se conjuntan -valga la redundancia- autores, descendientes de judíos, quienes, en calidad de conversos, dejaron obra que ha trascendido hasta nuestra época, como Mateo Alemán, Rosas de Oquendo, Luis de Carvajal , el mozo, Juan Ruiz de Alarcón, Treviño de Sobremonte, entre muchos otros, registrados o no, en Autores…
*” Somos católicos, querida, pero nuestro corazón es judío”.”Lo que los padres cripto-judíos expresan y lo que sus hijos entienden”.
*Dicha obra fue escrita por Herlinda Daabah Mustri y por Becky Rubinstein, publicada bajo el sello de “Palabras y Plumas A.C.
Hablaremos someramente del texto de Shulamith por servirnos en la comprensión del fenómeno del cripto-judaísmo en la actualidad, que nos interesa sobremanera, y que la corona como excelsa investigadora.
Halevy inicia su ensayo -mismo que resumimos- con el tema de la transmisión de la fe mosaica de padres a hijos:
Casi sin excepción, la transmisión del judaísmo de padres a hijos es selectiva. Puede ser el primogénito el receptor de la tradición familiar, o acaso el benjamín, hembra o varón, o acaso un nieto. En ocasiones, en la misma familia, se enviaba al hijo de monaguillo o a la hija a educarse a un convento.
Algunos se sentían “diferentes” al no poder degustar de los mismos alimentos de sus pares debido al respeto de las leyes dietéticas, de ahí que, casi no aceptaran comer en casa ajena, e incluso, no siempre recibían invitados. “Somos diferentes” se les decía a los “elegidos” que habrían de guardar el secreto de su origen, de ahí que se le solicitaba “no contar afuera lo que acontece en sus hogares” (3)
En casi todas las familias de anusim –de forzados a la conversión- se les adoctrinaba en costumbres y tradiciones judías: como el encendido de las velas en vísperas del sábado o de las fiestas. Por lo general, la instrucción no era acompañada de explicación alguna.
Era común y corriente el anticlericalismo y los comentarios ad hoc: de Jesús decían “que se trataba de un buen hombre” mas no Dios.
Shulamith Halevy hace referencia a los signos y señales que delatan al cripto- judaísmo, como cuando se comenta de manera explícita “Somos judíos” o “Somos Sefarditas / Chrisaos Novos / Gente de Nacao, etcétera. En ocasiones, hay quien se atreve a enumerar a los familiares provenientes de judíos y a viva voz y sin empacho, se identifican con el pueblo hebreo. Dicen: “Somos sefarditas por los cuatro costados (todos los abuelos lo son). En ocasiones, dicha confesión viene acompañada de una advertencia:
“Sólo puedes casarte con judío/a”. Shulamith trae a colación varios ejemplos, de los cuales seleccionamos un par:
A la edad de seis años de manera accidental mi abuela materna confesó que somos `Sefarditas´. Pregunté lo qué significa. Me explicó que somos judíos provenientes de España y Portugal, que abandonamos nuestro judaísmo cuando nos forzaron a convertirnos al catolicismo, y que aún conservamos cierta noción del ser judíos (…) Para mi abuelo, el término Sefardí significaba un judío secreto. Comentó que sus padres son sefarditas, y que se casó con una sefardita (4)
El joven entrevistado había sido circuncidado al nacer, aunque se consideraba católico observante. A corta edad le comunicaron sobre su origen judío, y que no lo eran más. Se le advirtió que los sefarditas contraían matrimonio sólo con sus iguales.
Shulamith contó, asimismo, sobre una mujer, asentada no lejos de Monterrey, al norte de la República Mexicana, quien durante un funeral, escuchó comentar a sus parientas acerca del ritual judío de la muerte. Diez años después su abuelo se abrió de capa y le confesó que provenían de judíos.
Por otra parte, la investigadora hace referencia a “mensajes ambiguos”, diríamos vacilantes, como el de un oriundo de Brasil, cuando escuchaba noticias de guerra o terrorismo en Israel, llegó a comentar: ”Están asesinando a los nuestros” (6)
En ocasiones el jefe de familia, convencido de que había llegado el tiempo de comunicar a sus hijos sobre su origen neo-cristiano, alude al nombre o apellido netamente judeo-conversos, como sucedió en Brazil y en casa de los dos Campos, apellido de neófitos.
Para concluir – sin haber agotado el tema- Halevy menciona al apellido Rojas — leído en anagrama, en espejo—y que se lee zajor, que en hebreo significa “recordarás” que, transmitido de padres a hijos, resignifica el origen judío de quien “habrá de recordar su procedencia hebrea”, en realidad, una estrategia mnemotécnica. Y también menciona al apellido Ximenes, proveniente de la tribu de Levi, además del apellido Garza, derivado del hebreo y que rememora al gueirush, o sea, a la diáspora.
Halevy comenta, asimismo, sobre las plegarias “domésticas” que competen a la casa y a la familia de origen judeo-converso, inculcadas desde tierna edad al pequeño “y que para nada deben ser puestas en papel”, con sus excepciones. Para muestra basta un botón: “Una mujer de Bahía al norte de Brasil, cada domingo, antes de acudir a la misa dominical –obligada por sus padres transfería ciertas oraciones en una libreta que, por pedido de sus progenitores- iluminaba bellamente.
Por lo general –nos advierte Halevy- los rezos no escritos debían conservarse tal cual.
La estudiosa, asimismo comenta sobre fardos o paquetes sellados –o similares- que pasan de generación tras generación y que de manera tácita se prohíbe abrirlos. También comenta de presentes, otorgados sin razón alguna– el más común, el hexagrama o estrella de David– a la manera de contraseña entre los anusim. A veces –explica Halevy– se decía al “beneficiado”: “Nosotros usamos la estrella” (8)
Los alimentos también son materia de estudio: hay padres de familia que instruyen a sus hijos sobre lo puro o impuro, lo equivalente a la kashrut, a lo limpio y apto para consumirse.
Halevy, asimismo, propone un apartado para los adultos, quienes, por cosas de la vida, se enteran de su pasado judío en su lecho de muerte, como el caso de un anciano de origen español, quien, a las puertas de la muerte, informa a su hija sobre su origen judío. “Dicho método –nos advierte la autora- resulta bastante frecuente en la literatura rabínica” (9)
Otro apartado del ensayo, tiene que ver con “La confirmación en caso de crisis”. El ejemplo resulta por demás interesante: “Un hombre de Guatemala, cuando pequeño, fue enseñado a repetir cierta oración en tiempos de angustia., en realidad, era un rezo judío, propio de la España tripartita, constituida por cristianos, árabes y judíos.
Halevy nos regala ejemplos de gran valía que ayudan a comprender el fenómeno converso.
1.Una mujer de Brasil durante un viaje a Israel constata que “muchas de las tradiciones judías le resultan familiares” (10)
- Católicos que contraen matrimonio con judíos atraídos por la cultura judía. (10)
- Una joven le comunicó a su madre su plan de contraer matrimonio con un judío. Su madre le contestó con un “no tienes que convertirte al judaísmo, judía ya eres”. (11)
En otro apartado Halevy habla sobre el “Silencio” y ejemplifica: “Una mujer de Brasil jamás acudía a la iglesia. “Se ve mejor fuera” –comentaba a su hija. La madre practicaba algunas costumbres de la dietética judía aunque jamás se declaró abiertamente judeo-conversa.
Halevy comenta sobre una familia de judíos del pasado, quienes se intercomunicaban a través de un lenguaje cifrado. “Tenían su propio lenguaje” (15) estaban obsesionados por la limpieza -por lo kasher– y para ellos lo fundamental eran los estudios.*
La investigadora concluye con: “He encontrado que muchos mayores, quienes conscientemente ansían que sus sucesores sean los que recuperen sus raíces, a través del matrimonio con un judío/a. Obviamente, hacia la inclusión total al judaísmo.
*En tiempos cuando regía la Inquisición en la Península Ibérica y en sus dominios, los provenientes de judíos, aseguraban no saber leer ni escribir para no ser detectados. *Kasher: Abarca la comida y las costumbres de lavarse las manos al levantarse, antes de comer o de preparar los alimentos.
CONCLUSIONES:
¿Qué aprendemos de la investigación de la heredera de Juda Halevi, autor de El Cuzari, que narra sobre el rey de los cuzares, quien tras embeberse en las religiones del mundo- opta por el judaísmo?
Según nuestra óptica, hay mucho más que contar sobre la cultura de los cripto-judíos, de los judeo-conversos, de los llamados marranos, supuestamente por el animal que la Ley judía proscribe como alimento kasher?
Hay mucho que andar en esta andadura vieja: por ciertos indicios, los investigadores del tema han abundado en el tema del cual hay mucho que decir, no “a tontas y locas”, sino como se dice vulgarmente “con los pelos en la mano”.
Los autores judeo-conversos en la ciudad de México nace para aclarar dudas y echar abajo falsos y huecos prejuicios: Si en el siglo XX y XXI –de acuerdo a Shulamith Halevy, hay quien recuerda su origen converso, cuanto más en aquellos siglos, cuando se mantenía fresca la memoria.
BIBLIOGRAFÍA
Domínguez, Ortiz, Domingo, Los judeo-conversos en España y América, Madrid, ed. Istmo, 1978.
Navarro, Peiro, Ángeles, Literatura hispanohebrea, Madrid, ed Laberinto, 2006. (col. Arcadia de las Letras)
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