ISRAEL – El proyecto de ley de ONGs de Ayelet Shaked busca restringir a las entidades extranjeras que interfieren en los asuntos de Israel; la UE dice que eso perjudicará la reputación del país como “sociedad abierta y democrática”
AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Que gobiernos extranjeros den dinero a grupos de la sociedad civil israelí es una “intervención flagrante en los asuntos internos de Israel”, dijo la ministra de Justicia, Ayelet Shaked en noviembre, cuando presentó un proyecto de ley que obligaría a algunas organizaciones no gubernamentales a revelar sus fuentes de financiación. Las entidades extranjeras que financian organizaciones no gubernamentales de otro país, argumentó, “infringen normas y reglas aceptadas de las relaciones entre países democráticos”.
La llamada Ley de ONG o Ley de Transparencia requeriría que todos los grupos israelíes que reciben la mitad o más de su presupuesto de gobiernos extranjeros – lo cual es cierto para muchos grupos de izquierdas, pero pocos grupos de derecha – revelaran a sus benefactores extranjeros. Naturalmente, el proyecto de ley, que pasó su primer obstáculo la semana pasada y se espera que se convierta en ley, ha atraído mucha crítica de las ONG afiliadas a causas de izquierda y políticos de la oposición.
La Unión Europea, a pesar de que proporciona financiación a muchas ONG israelíes, no ha hecho comentarios públicamente sobre la legislación propuesta. Sin embargo, funcionarios de alto nivel de la UE, en reuniones con sus interlocutores israelíes, no dejaban lugar a dudas de su fuerte oposición al proyecto de ley.
“Hacemos un llamamiento a Israel para que promueva su sector activo de ONG y se abstenga de acciones que puedan complicar el espacio en el que operan organizaciones de la sociedad civil y que puedan restringir la libertad de asociación y la libertad de expresión”, dice un documento con los temas de conversación entregado al embajador de la UE en Israel, Lars Faaborg Anderson, antes de reunirse con Shaked en noviembre.
“Estamos profundamente preocupados por el proyecto de ley publicado por el gobierno. Mejorar la transparencia es legítimo. Pero este proyecto de ley es discriminatorio y está destinado explícitamente a algunas ONG que critican las políticas del gobierno. Tendrá un impacto negativo en la imagen y las credenciales de Israel en Europa como sociedad abierta y democrática”, dijo el documento.
El juego de “mencionar y avergonzar” de las ONG
La lista de los temas de conversación acusa a los patrocinadores del proyecto de ley de apuntar intencionalmente a ONG críticas con el gobierno y el ejército israelí, lo que plantea “preocupaciones sobre la atmósfera y el espacio en el que una sociedad civil pluralista puede operar en Israel”.
La UE ve en el proyecto de ley una extensión de una “tendencia preocupante de nombrar y avergonzar a algunas ONG, especialmente en el área de los derechos humanos, lo que podría contribuir a una disminución general de la apreciación de los derechos humanos como un valor universal y fundamental en el discurso público”.
Si se aprobara el proyecto de ley podría “afectar seria y negativamente” a la reputación de Israel como sociedad abierta y democrática, señala el documento. “Aprovechar la actividad de las ONG es una tendencia que vemos sobre todo en regímenes autoritarios. Hacemos un llamamiento a Israel para que se mantenga firme en la familia de naciones democráticas y no siga esta tendencia preocupante”.
Son palabras muy fuertes, emitidas a funcionarios israelíes semanas antes que la ley siquiera llegara a la Knesset. ¿Por qué, uno podría preguntarse, está la UE tan molesta por una ley que no restringe las actividades de los grupos, ni siquiera limita la cantidad de fondos extranjeros que pueden recibir – como han propuesto algunos legisladores israelíes – sino que únicamente exige la divulgación completa de grupos que dependen de gobiernos extranjeros para su supervivencia?
La respuesta está en el compromiso declarado de la Unión Europea con los derechos humanos y su creencia en el fortalecimiento de la sociedad civil en todos los países con los que tiene relaciones.
“La Unión Europea considera que los derechos humanos son universales e indivisibles. Promueve activamente y los defiende tanto dentro de sus fronteras como en sus relaciones con terceros países”, dijo un funcionario de la delegación de la UE en Tel Aviv esta semana. “En el caso de Israel, el respeto a los derechos humanos está en el tejido de las relaciones con la UE”.
El Acuerdo de Asociación 2000 que ancla las relaciones bilaterales declara que las relaciones “se basarán en el respeto de los derechos humanos y principios democráticos”. El plan de acción conjunta UE-Israel, el marco práctico para las relaciones diplomáticas, establece que las partes “trabajarán juntas para promover los valores comunes de la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario”.
El apoyo de la UE a organizaciones de la sociedad civil en Israel está “firmemente basado en valores que atribuimos a la contribución de voces plurales, incluidas aquellas con las que no necesariamente estamos de acuerdo, en el discurso público en las sociedades democráticas”, el embajador de la UE dejaba caer sobre los temas de conversación.
Rompiendo el mito de la financiación de la UE
Los críticos a menudo acusan a la UE de dar dinero a grupos que dicen son hostiles al gobierno israelí o el ejército, como Rompiendo el Silencio, que publica testimonios anónimos de ex soldados de las FDI sobre presuntas violaciones de derechos humanos en territorios palestinos.
“Sabemos que Rompiendo el Silencio está financiado en gran medida por la UE”, dijo Gerald Steinberg, presidente de la ONG Monitor, un grupo de vigilancia israelí crítico con la forma en la que los europeos asignan fondos a organizaciones no lucrativas de Israel. Rompiendo el Silencio, acusó, está claramente asociada con el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). La UE destinó recientemente 236.000 euros (1 millón de NIS) al proyecto de Rompiendo el Silencio titulado “Educar para el cambio: Educación sobre Derechos Humanos en la sociedad israelí”, dijo Steinberg. Pero no está claro qué parte de ese dinero realmente se gasta en la educación de jóvenes israelíes en derechos humanos, ya que el grupo es muy activo en el extranjero y alberga pocos eventos en Israel, dijo.
Además, el mecanismo de financiación de la UE es demasiado opaco, se quejó Steinberg, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Bar-Ilan. La UE pone mucho dinero en la sociedad civil israelí, pero no está claro qué criterios asigna a esos fondos, dijo.
“La UE tiene que ser más transparente y abrir los procesos de su financiación de ONGs a la Knesset y al público israelí”, agregó. “¿Cómo se toman estas decisiones? ¿Quién toma estas decisiones, y cuál es su objetivo? Es totalmente una caja negra”.
La UE rechaza esos argumentos. La Unión no financia ONGs per se, sino más bien proyectos específicos que se presentan en convocatorias públicas de propuestas y son evaluadas en un proceso competitivo, dijo el funcionario de la UE en Tel Aviv. Si bien la financiación se concede independientemente de la visión política de un grupo, la UE no financia proyectos que apoyan el BDS, afirmó el funcionario.
“No hay nada secreto en nuestro proceso de financiación. Las directrices para los solicitantes de proyectos establecen claramente los fines y objetivos de los programas y están abiertas para que todos lo vean”, dijo. “Nosotros no dictamos qué proyectos serán aceptados sino que sólo damos los rumbos en los que los solicitantes pueden presentar proyectos”. Los detalles de todos los proyectos aceptados en Israel se publican en la página web de la Delegación de la UE en Israel, mientras que cada asignación otorgada por la UE se publica en la base de datos de Transparencia Financiera de la Unión, sostuvo el funcionario.
“Hay transparencia absoluta”, coincidió Sharon Pardo, quien preside el Centro para el Centro de Estudios de Sociedad y Políticas Europeas en la Universidad Ben-Gurion del Negev quien personalmente solicitó becas de investigación de la UE. Si bien el proceso de aplicación es muy complicado, es profesional, justo y “más transparente que en cualquier otra institución nacional en la que he trabajado”, aseveró.
De hecho, el proceso de obtención de fondos de la UE para un determinado proyecto es tan difícil que podría explicar por qué tantos grupos de izquierda de Israel se benefician de la generosidad de la unión mientras que las ONG de derecha generalmente obtienen su financiación de donantes privados, postuló Pardo. Las organizaciones no gubernamentales en el espectro liberal de la sociedad israelí, son las que están al tanto de las subvenciones de la UE y tienen el know-how para solicitarlas. Grupos más conservadores, sin embargo, no son conscientes de ellas, no les interesan o, simplemente, no pueden solicitar financiación europea. “Es una misión muy complicada y se necesita verdaderos profesionales para llenar la solicitud”, dijo.
Por tanto, es injusto acusar a la UE de escoger lados en los debates internos de Israel, ya que los grupos de derecha pueden competir por las mismas subvenciones que los grupos de izquierda, continuó Pardo. “Siempre y cuando se trata de personas jurídicas que operen legalmente en Israel, cualquiera puede solicitarlas. Las de derecha también pueden solicitarlas, pero el hecho es que no lo hacen. “La mayoría de las organizaciones israelíes que reciben financiación de la UE no tratan principalmente de la cuestión palestina, agregó.
Cientos de millones de dólares
Israel no es recibe un trato especial, sostiene la UE, rechazando una acusación frecuente de que destina cantidades desproporcionadas de dinero a grupos que socavan la política del gobierno electo de Israel.
“Estamos particularmente orgullosos de los numerosos proyectos que hemos apoyado en los últimos años en EE.UU. para apoyar la lucha contra la pena de muerte”, dijo el funcionario de la UE en Tel Aviv. “Este no es un tema controvertido en Estados Unidos, sin embargo, el gobierno de Estados Unidos no critica esta interferencia indebida en los asuntos de un país soberano, y, como Israel, aliado”.
Sin embargo, según la ONG Monitor, la UE ha financiado tres proyectos en EE.UU. entre 2012 y 2014, por una suma de 1,3 millones de euros (5,5 millones de NIS). En comparación, durante el mismo período de tiempo la Unión apoyó a 36 organizaciones no gubernamentales israelíes por un total de 11 millones de euros (46,6 millones de NIS).
Y eso es sólo de la UE; muchos estados europeos individualmente están ofreciendo por separado suculentas subvenciones a grupos israelíes. Shaked sostuvo esta semana que “ONG israelíes están recibiendo cientos de millones de dólares de países que tratan de interferir en el conflicto palestino-israelí”.
Esas enormes sumas de dinero, argumentó, están “debilitando el reclamo moral de Israel y lo presentan como un país que prima facie (a primera vista) está cometiendo una violación del derecho internacional”. Por lo tanto, concluyó, cualquier crítica del proyecto de ley es “parte de la misma tontería de tratar de mancillar el nombre de Israel”.
Según Mordejai Kremnitzer, vicepresidente de investigación en el Instituto Democracia de Israel, es el proyecto de ley de Shaked más que cualquier otra cosa lo que está dando a Israel una mala reputación.
“Nuestros mejores amigos no aceptan esta ley, como por ejemplo los miembros del grupo de amistad parlamentaria Alemania-Israel. Miran a otros países que aprueban dichas leyes y ven a Siria, Rusia y Egipto, y no entienden por qué Israel quiere estar en esta compañía”.
La UE responde con otro argumento contra las afirmaciones de que se está entrometiendo en asuntos internos de Israel financiando organizaciones no gubernamentales que luchan por los derechos humanos.
“Los derechos humanos, en general, y las cuestiones relativas a la ocupación de los territorios palestinos y el conflicto entre israelíes y palestinos de Israel, no son asuntos internos”, argumentan los puntos de conversación filtrados del embajador de la UE. “La defensa y promoción de los derechos humanos y las libertades fundamentales no pueden ser considerados interferencia ilícita, sobre todo cuando estas actividades provienen de dentro de la propia sociedad civil de Israel”.
Fuente: The Times of Israel / Raphael Ahren – Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México
https://www.enlacejudio.com/2016/01/07/israel-por-que-financia-europa-grupos-de-izquierda-israelies/
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