Israel / La más nueva república islámica del mundo honra al Estado judío

ISRAEL – Paul Hirschson, embajador de Israel en Gambia, disecciona la importancia del cambio de nombre de una pequeña nación de África Occidental

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Un  mes después de que Gambia se declarara “República Islámica”, su gobernante desde hace mucho tiempo esta semana acogió calurosamente al embajador del único estado judío del mundo.

El Embajador de Israel Paul Hirschson el martes inspeccionó una guardia de honor presidencial en la capital Banjul antes de entregar sus cartas credenciales al vicepresidente Isatou Njie Saidy. Al día siguiente, se sentó para una charla de una hora con el presidente Yahya Jammeh, quien ha estado al frente de este pequeño país de África Occidental desde que asumió el poder en un golpe de Estado de 1994.

Gambia fue noticia a principios de diciembre, cuando Jammeh cambió oficialmente el nombre de su país al de “República Islámica de Gambia” en lo que explicó fue un intento de reflejar mejor la identidad religiosa del país. Más del 95 por ciento de los 1,9 millones de ciudadanos de Gambia son musulmanes. Como era de esperar, Banjul simpatiza con los palestinos, pero ha mantenido relaciones cordiales con Jerusalem en los últimos años.

“Me dieron una calurosa bienvenida”, dijo Hirschson el jueves después de concluir una visita de tres días a Gambia, el estado más pequeño de África continental. (Hirschson tiene su sede en Dakar, Senegal, y tiene responsabilidad de embajador de varios países de África occidental). “Tienen buenas relaciones con los palestinos y con todo el mundo árabe y musulmán, pero no se privan de poner un titular en el periódico diciendo que el nuevo embajador de Israel estuvo aquí y presentó sus cartas credenciales al presidente”.

Hirschson, que nació en Sudáfrica, fue entrevistado en dos ocasiones por las estaciones de televisión locales durante la visita de esta semana, y su foto apareció en varios periódicos, incluyendo una portada.

“Definitivamente no son tímidos en sus relaciones con Israel”, dijo a The Times of Israel de Dakar. “El presidente me dijo: ‘Si no le quisiéramos aquí, no estaría presentando sus cartas credenciales. Es una cita textual. Él es plenamente consciente de que tomó una decisión pública”.

La gente que Hirschson encontró en las calles de Gambia todos sabían que representaba Israel y fueron muy amables y cercanos, agregó el embajador.

En su conversación con el presidente de Gambia – quien se dirige como Su Excelencia al jeque profesor Alhaji el Dr. Yahya Abdul Azziz Jemus Junkung Jammeh Babili Mansa – Hirschson discutió, entre otras cosas, las actuales turbulencias que agitan Oriente Medio y gran parte de África.

“Definitivamente me dijo que hay un infierno de mucha inestabilidad en nuestra región y que debemos [Israel] hacer nuestra parte para tratar de calmar las cosas”, dijo Hirschson. “Esto refleja una preocupación genuina, no sólo en Gambia, sino en toda la región de que hay cierta sobrecarga de inestabilidad, que va desde aquí [África Occidental] hasta Irán, con algunas islas de estabilidad, incluido Israel. La gente está al borde de esto”.

El líder del estado islámico más nuevo del mundo dijo cándidamente el enviado israelí que mientras Gambia e Israel son amigos, Banjul no siempre está de acuerdo con todas las políticas de Jerusalem. Según Hirschson, Jammeh responsabiliza tanto a israelíes como a palestinos por el estancamiento del proceso de paz. “También tiene críticas acerca de los palestinos y el mundo árabe, y también las expresa”, dijo el enviado israelí. “Él es amigo de ambos y neutral en el conflicto. Creo que con eso quiere decir que apoya a ambos lados”.

¿Qué hay en un nombre?

En un mundo que se siente sumamente amenazado por el Estado Islámico en Irak y Siria, y con la República Islámica de Irán, ampliamente reconocida como uno de los patrocinadores más importantes del terrorismo, ¿por qué el presidente Jammeh elige este momento para añadir “islámico” al nombre de su país?

Oyendo al presidente, la decisión fue sencilla. “Recientemente, declaré Gambia como Estado islámico y República sobre la base de que la mayoría de los gambianos son musulmanes y la necesidad de defender la identidad y la fe islámica del país en un entorno donde los derechos de todos los ciudadanos serían protegidos y respetados”, explicó durante su discurso anual de Año Nuevo.

Jammeh, que se hace llamar “jefe custodio de la Sagrada Constitución de Gambia”, pidió además a los musulmanes y los cristianos “trabajar en armonía por el bien común del país, independientemente de nuestras diferencias étnico-lingüísticas” y “erradicar el tribalismo” ya que es rechazado por Dios. “Vivamos como una familia fuerte y unida”, dijo, “y ser mutuos guardianes uno del otro; seamos devotos musulmanes y ciudadanos patriotas también”.

El cambio de nombre de Gambia puede ser más que mera semántica. El 4 de enero, el presidente decretó que las mujeres que trabajan para el gobierno – el empleador más grande del país – deben cubrir su cabello durante las horas de trabajo, pero se les permitía ir con la cabeza descubierta al acabar sus turnos. Para el jueves, Jammeh había supuestamente rescindido la orden ejecutiva.

También se habla de cambiar la bandera del país para reflejar su nueva identidad. Naturalmente, la pequeña minoría cristiana de Gambia “está empezando a preocuparse”, dijo Sidi Sanneh, ex diplomático de Gambia y destacado disidente, al diario The Economist la semana pasada.

Pero Hirschson, quien también es embajador de Israel en Senegal, Cabo Verde, Sierra Leona y Guinea Bissau, está convencido de que el cambio de nombre no indica un deseo de convertirse en un régimen más profundamente religioso o radical.

“Cuando oimos este término – Estado islámico – conjura todo tipo de imágenes de Irán y ISIS”, dijo. Esa no fue la impresión que Hirschson recibió durante su visita de tres días. “Esta no es una sociedad fundamentalista en absoluto. Son religiosos y conservadores, pero también son abiertos y amables y acogedores. El alcohol se vende libremente y  turistas y mujeres caminan en bikinis. Hay música en las calles y todo el mundo está perfectamente relajado”.

Citando al presidente, Hirschson dijo que el cambio de nombre sirve principalmente para distanciar el estado de su pasado colonial – en 2013 Jammeh abandonó la Commonwealth por la misma razón – y abrazar la identidad religiosa de una gran mayoría de sus ciudadanos.

Pero probablemente hay otras razones para la decisión de Jammeh también, entre ellas algunas que tienen que ver con la miseria de su país: el reciente brote de Ébola ahuyentó a los turistas. Y debido al pobre historial del estado de los derechos humanos, la ayuda financiera de los Estados europeos se ha detenido. Oficialmente declarar república un “Estado islámico” ayuda a acercar a Gambia a los estados árabes ricos, especialmente en la región del Golfo.

Además, el país está haciendo una oferta para acoger la cumbre de la Organización de Cooperación Islámica de 2018, un importante evento que podría impulsar su economía tremendamente. El nuevo nombre de Gambia sin duda no le perjudicará en ese esfuerzo.

Aún así, Hirschson alertó contra descartar el cambio de marca de Gambia como oportunismo económico.

“Pulsas un botón y nunca sabes cómo será el juego”, dijo el diplomático israelí, dando a entender que autodenominarse “Estado islámico”, podría ser una pendiente resbaladiza, con consecuencias imprevistas, postuló. “Uno no es realmente el dueño de su futuro. Estas cosas a veces adquieren vida propia”.

Fuente: The Times of Israel / Raphal Ahren– Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México

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