“Espero que mamá no haya escuchado mis gritos”

ISRAEL – Rananá Meir, de 17 años de edad, hija de Dafna Meir, la mujer brutalmente asesinada a puñaladas por un terrorista árabe en la entrada de su casa de Otniel en el sur de Judea, recuerda el horror de ver a su madre asesinada ante sus ojos.

ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Meir, de 39 años, era enfermera en el Hospital Soroka de Beer Sheva, y madre de seis, incluyendo dos niños adoptados. Dafna luchó contra el terrorista e impidió que atacara a tres de sus hijos que se encontraban en casa, incluyendo a Rananá. Meir fue enterrada el lunes en medio de elogios llenos de lágrimas, y el terrorista de 16 años de edad fue arrestado el martes.

Rananá revivió el momento del ataque en una entrevista con el canal 2 este miércoles: “Yo estaba estaba acostada en la habitación de mis padres hablando por teléfono. Escuché gritos y en un principió pensé que mi mamá probablemente se había asustado por un ciempiés o una cucaracha.”

“Pero entonces los gritos se acrecentaron. Comprendí que algo sucedía. Cuando subí las escaleras, mi mamá estaba tendida en el suelo, todavía luchaba contra el terrorista.”

La adolescente en duelo recuerda ver que el terrorista intentaba sacar el cuchillo de su madre para atacarla a ella también.

“Vi que trataba de sacar el cuchillo. Grité a mis dos hermanos que no vengan a la sala. Entendí que el atacante quería continuar. Tomó unos segundos hasta que se dio cuenta de que no podía removerlo y salió corriendo,” relató.

“Mamá luchó contra él, ella no lo dejó quitar el cuchillo e impidió que nos hiciera daño. Grité. Él se asustó y huyó. Me acerqué a mamá. Quería remover el cuchillo, pero luego recordé que en el curso de Maguen David Adom nos indicaron no retirar objetos extraños.”

En ese momento Rananá llamó a Maguen David Adom y ellos enviaron una ambulancia. “Yo gritaba todo el tiempo. Mamá todavía respiraba, le pedí que siguiera respirando, que no se detuviese, pero ya sabía todo había terminado. Ella intentó mantener la respiración. Yo sentía que me escuchaba a pesar de que ya no respondía.“

“Espero que no haya escuchado mis gritos,” dijo la joven de 17 años de edad.

Su padre, Nathan, había llevado a uno de sus hijos al médico en Gush Etzión y Rananá lo llamó para informarle de la tragedia. En ese momento corríó a casa.

“Tardé cuarenta minutos en llegar a Otniel,” recordó. “Me detuve para recoger a mi hijo que estudia en la Yeshiva Mekor Haim. Intentaba contactar a amigos del equipo de rescate en el poblado, que sabía que estarían allí en caso de un atentado.”

“Todos me decían que atendían a Dafna. Pasaron cuarenta minutos, y entendí que si la trataban todo este tiempo la situación es muy grave. Encendí la radio y escuché que una mujer fue asesinada en un atentado en Otniel. Entonces comprendí que todo había terminado.”

Fuente: Arutz Sheva

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