Un día como hoy, 2007: Deja el mundo Alfredo Ripstein, pilar de la cinematografía mexicana

Algo que caracterizó al productor dentro del terreno profesional, fue su ferviente interés por realizar producciones en las que participaran escritores y dramaturgos reconocidos, ya fuera en la elaboración del guión o cediendo su obra para adaptarla al cine.

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El productor mexicano Alfredo Ripstein, pilar de la cinematografía mexicana durante la segunda mitad del siglo XX, y quien realizó más 120 películas, falleció el 20 de enero, a los 90 años de edad, a consecuencia de un paro respiratorio.

Alfredo Ripstein Aronovich, hijo de un comerciante de origen polaco, nació el 10 de diciembre de 1916 en Parral, Chihuahua, pero a temprana edad viajó a la capital para establecerse y continuar con sus estudios. Terminó su carrera de Contador Público, y para finales de la década de los 30, ya había comenzado a trabajar en el ambiente cinematográfico.

Inició en la Financiera Industrial Cinematográfica, de Simon Wishnack. Después, el dueño fundó la productora Filmex en 1939 para la cual requirió de los servicios de Alfredo, con tan buen desempeño, que en 1942 ya era gerente de producción y productor ejecutivo.

En esta etapa realizó filmes como El zorro de Jalisco (1940) de José Benavides; Allá en el Bajío (1942) de Fernando Méndez; El baisano Jalíl (1942) y Adiós juventud (1943) de Joaquín Pardavé; Canaima (Dios del mal) (1994) de Juan Bustillo Oro y La reina de la opereta (1945) de José Benavides Jr, entre otras.

Aunque su acercamiento al cine fue más bien por casualidad, pues llegó supliendo la falta de un productor, el joven aprendió rápido el oficio de hacer películas, y ocho años después, decidió independizarse para fundar su propia compañía; ahí nació Alameda Films S.A.

Posteriormente llegaron a trabajar importantes estrellas del cine de la época, como Pedro Infante, Marga López, Joaquín Pardavé y Arturo de Córdova, así como directores de la importancia de Alejandro Galindo, Alfredo B. Crevenna, Chano Urueta, Fernando Méndez, Miguel M. Delgado, Rogelio A. González, Luis Alcoriza, Sergio Véjar y Alberto Gout.

Luego vendría una nueva generación de directores, como Alberto Isaac, Jorge Fons, Carlos Carrera y su hijo, Arturo Ripstein. Sin embargo, estuvo alejado durante un largo tiempo de la actividad fílmica debido a un accidente que sufrió.

Algo que caracterizó al productor dentro del terreno profesional, fue su ferviente interés por realizar producciones en las que participaran escritores y dramaturgos reconocidos, ya fuera en la elaboración del guión o cediendo su obra para adaptarla al cine. Tal es el caso de personajes como Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, con quienes trabajó en el inicio de sus carreras.

Otros que participaron con su obra o como guionistas en las producciones de Ripstein fueron Vicente Leñero, José Revueltas y Elena Garro.

También, Jorge Ibargengoitia, Emilio Carballido, Juan de la Cabada, Sergio Magaña, Luisa María Linares, Max Aub, Julio Alejandro de Castro, Sergio Galindo, Naguib Mahfouz y Sara Sefchovich, entre otros.

Hacia 1993, y ya mejor de salud, Ripstein realizó Principio y fin (1993), El callejón de los milagros (1995) y El crimen del Padre Amaro (2003) películas que le significaron el Ariel de Oro a la Mejor película; la última también obtuvo la nominación al Oscar como Mejor película en lengua extranjera.

En 1998 incursionó en la distribución cinematográfica con objeto de traer cine de calidad a México; así, adquirió los derechos de distribución de los filmes Happines (Felicidad), de Todd Solondz; Los últimos días (The Last Days), de James Moll, ambas presentadas en el Foro de la Cineteca Nacional.

También adquirió 8 « (1999), de Peter Greenaway, presentada en la edición XXXV de la Muestra Internacional de Cine. En 2001 produjo la controvertida y exitosa película El crimen del padre Amaro, con guión de Vicente Leñero, basada en la novela de José María Eca de Quiroz, y que durante tres décadas el productor buscó realizar.

En 2003 recibió la medalla “Salvador Toscano”, de parte de la presidenta del Conaculta, Sari Bermudez; ese mismo año también le entregaron el Mayahuel de Plata, en la Muestra de Guadalajara por El Crimen del padre Amaro.

Otras películas que también produjo fueron Puños de roca (1960), Una Bala es mi testigo (1960) El mundo de los vampiros (1960), El aviador fenómeno (1960), Currucucú paloma (1964), Cinco asesinos esperan (1964), La muerte es puntual (1965), Los recuerdos del porvenir, (1968).

El crepúsculo de un dios, (1968), Futbol México 70 (1970), Rosario (1970), Pepito y la lámpara maravillosa (1971), Triángulo (1971), Cinco mil dólares de recompensa (1972), Chabelo y pepito contra los monstruos (1973), Chabelo y pepito detectives (1973) y Picardía mexicana (1977).

Fuente:elsiglodetorreon.com.mx