Muere policía herida por terroristas en Jerusalem, redada FDI en busca de cómplices

ISRAEL – La oficial de policía fronteriza Hadar Cohen, de Or Yehuda, sucumbió a sus heridas sufridas por disparo y arma blanca cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalem el miércoles, después que los esfuerzos por salvarla en el Hospital Hadassah de Jerusalem Monte Scopus resultaran infructuosos.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La segunda oficial entró al hospital en estado grave con heridas por todo el cuerpo, incluida la cabeza. pero ha ido mejorando, actualmente su estado es moderado.

“Cuando llegamos a la escena vimos dos mujeres jóvenes, de unos 20 años, tendidas en el suelo con heridas punzantes en la parte superior del cuerpo. Una de ellas estaba inconsciente, la otra consciente pero aturdida“, dijo el paramédico de MDA Nissan Jefetz.

El director del servicio de rescate de Magen David Adom Eli Bin dijo que los médicos llegaron al lugar y trataron de reanimar a Cohen, que había sido apuñalada en el cuello varias veces y había perdido mucha sangre.

Hadar fue trasladada al hospital en estado crítico poco después de las 2 pm hora local. Los paramédicos que la atendieron en el lugar dijeron que luchaba por su vida.

Funcionarios del hospital dijeron que recibió un disparo en la cabeza. “Logramos estabilizar su estado por un tiempo, pero la herida era tan severa que no tuvo ninguna oportunidad”, dijo un portavoz del hospital.

Una tercera víctima, identificada sólo como israelí, de 20 años, sufrió heridas leves y fue atendida en la escena.

Cohen llevaba apenas dos meses en la policía de fronteras, y todavía estaba en formación cuando patrullaba la zona. Le sobreviven sus padres, un hermano y una hermana.

Era parte del equipo de tres miembros que detectaron a los tres palestinos que se comportaban de manera sospechosa y pidieron ver sus documentos. Cuando uno de ellos lo sacó, los otros abrieron fuego y sacaron un cuchillo para atacarlos.

Otro atacante esperaba cerca, no lo habían visto, hasta que comenzó a disparar.

Según la policía, Cohen logró devolver el fuego antes de ser herida de muerte, a pesar de ser sorprendidos por los atacantes.

Los 3 atacantes palestinos, identificados por la agencia de noticias palestina Ma’an como Ahmed Abou Al-Roub, Mohammed Kameel y Mohammed Nassar, todos procedentes del norte de Cisjordania, llegaron al lugar armados con rifles “Carl Gustav” aparentemente de fabricación local, cuchillos y dos bombas de tubo, según la policía. Inicialmente sospecharon que un tercer elemento hallado en la escena era una bomba, pero los zapadores determinaron que se trataba de una bolsa abandonada.

Los 3 fueron abatidos por la policía, que encontró artefactos explosivos en sus cuerpos.

“A juzgar por el armamento, podemos decir que [los terroristas] planearon un ataque más grande y sofisticado”, dijo el jefe Adjunto de la policía de Jerusalem Avshalom Peled. “Se trata de una escalada respecto a lo que hemos visto hasta ahora. Los policías evitaron un ataque combinado mucho más grande”.

El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, visitó el lugar poco después del ataque.

“Nuestros valientes guerreros no tuvieron miedo de lanzarse” a los terroristas. “Fue una batalla real. Los agentes de policía y la policía de fronteras de Jerusalén impidieron un desastre. Su [rápida] disposición les permitió enfrentarse [a los atacantes] y salvar vidas. El público en Jerusalem debe mantenerse alerta, y no dudar en participar. Esa disposición impedirá ataques”.

Dos de los atacantes eran de Qabatiya en el norte de Cisjordania, y el tercero de la cercana Jenin. Todos de 20-21 años.

Según el Shin Bet, no habían participado previamente en actividades terroristas.

En un comunicado el miércoles, Hamas felicitó la “operación única y heroica”, un “golpe al sistema de seguridad de la ocupación”.

La policía cree que los asesinos de la Puerta de Damasco planearon atacar a un grupo de civiles.

La policía y el Shin Bet investigan si el trío actuaba solo, o fueron enviados por una organización terrorista establecida. También intentan establecer si el trío vinieron con sus armas de fuego y explosivos, o si les ayudaron cómplices en Jerusalem.

Uno de los tres terroristas había prometido en un mensaje de Facebook llevar a cabo un ataque a tiros, con el pretexto de vengar la muerte de otro palestino que intentó un ataque en un cruce fronterizo en el norte de Cisjordania el pasado noviembre.

Los tres atacantes eran miembros de familias relacionadas con Fatah.

Ahmad Ismail Rajeh Zakarneh, Muhammad Ahmad Hilmi Kamil y Najeh Ibrahim Abu al-Rub provenían de la localidad de Qabatiya cerca de la ciudad cisjordana de Jenin.

Qabatiya, de nuevo en el mapa del terror.

Después de dos meses de calma, otros 3 jóvenes de la pequeña ciudad de Cisjordania – de clase media, amigos de toda la vida, sin vínculos con extremistas islamistas – se dispusieron a matar israelíes

Qabatiya está otra vez en los titulares. Después de dos meses de calma, la ciudad está de nuevo en el centro del mapa del terror, igual que en los días de la primera y segunda intifadas.

Los tres palestinos de Cisjordania que apuñalaron y dispararon a las fuerzas israelíes habían estado sentados y esperando que un grupo grande de civiles israelíes entrara o saliera de la Ciudad Vieja, y tenían previsto dirigirse a ellos.

Husam Badran, funcionario del grupo terrorista Hamas, llamó al ataque “un punto de inflexión”, aparentemente refiriéndose a su gravedad y sofisticación en medio de la ola de terror que ha consistido principalmente en lobos solitarios con puñal.

Según fuentes palestinas en Qabatiya, un cuarto amigo, otro miembro de la familia Kamil, fue muerto en los últimos meses por disparos de las FDI.

En los primeros meses de la intifada ‘lobo solitario’, que comenzó en septiembre, otros seis jóvenes que estudiaron en su escuela dejaron Qabatiya con el fin de llevar a cabo un ataque en el cruce Jalameh en el norte de Cisjordania, el 2 de noviembre.

Uno de ellos, Muhammad Zakarna, que trabajaba como vendedor cerca del puesto de control, fue filmado corriendo con un cuchillo hacia las fuerzas de seguridad israelíes.

Bajo presión de Israel, incluidas medidas tales como el cierre de la travesía y un bar en la entrada a Israel para los palestinos de Jenín, la AP ha comenzado a tomar medidas a fin de prevenir ataques en Jalameh. Colocó fuerzas de la policía palestina en el lado palestino del cruce y tomó medidas en la propia Qabatiya, entre los jóvenes y en el interior mismo de la escuela de donde han salido tantos atacantes. Y, de hecho, la erupción de los ataques se detuvo – hasta el miércoles.

El trío salió el miércoles de Qabatiya en el extremo norte de Cisjordania, hizo el largo viaje a Jerusalem, logrando hacerse con armas de fuego y explosivos en el camino, y llegando a la entrada a la Ciudad Vieja con suficiente fuerza como para perpetrar un ataque mucho más mortal que el que realmente tuvo lugar.

Qabatiya es uno de los pocos centros de población palestina del que han surgido terroristas en la actual intifada, una lista que incluye el pueblo de Samua cerca de Hebrón, y los campos de refugiados de Shuafat y Qalandiya alrededor de Jerusalem. En referencia a estos lugares, cada vez es más dolorosamente claro que cualquier fin de la violencia es inconcebible.

Es cierto que la dimensión popular de este levantamiento ha desaparecido, pero los ataques con disparos están en aumento. Sólo esta semana, un oficial de seguridad de la Autoridad Palestina, de 34 años, Ahmad Sukari, padre, abrió fuego contra tres soldados de las FDI en un puesto de control en la entrada norte de Ramallah.

Sukari y los tres terroristas del miércoles no provienen de filas extremistas islámicas ni de la sociedad palestina marginal. Son palestinos de clase media y miembros de clanes bien establecidos – dispuestos a salir a cometer atentados, mucho más graves de lo que vimos hace cuatro meses, con armas más mortales.

Y todo el tiempo, en medio de los disparos, puñaladas y embestidas de coche (no olvidemos, se impidió un ataque de embestida el pasado domingo), Hamas ha trabajado sin descanso para llevar a cabo ataques aún más graves, tales como atentados suicidas y disparos masivos. La gran mayoría de estos ataques se han visto frustrados hasta ahora, pero es de suponer que igual que el trío del miércoles llegó al lugar de su planeado ataque, logró abrir fuego y apuñalar a alguien con consecuencias fatales, Hamas y otros lo seguirán intentando.

Mientras tanto, Israel se preocupa sobre todo de poner freno a la violencia y prevenir una escalada. La duda es si la prevención por sí sola, sin una acción más significativa, incluso en el frente diplomático, realmente evitará un deterioro más amplio.

El ejército rodeó la ciudad cisjordana de Qabatiya y está practicando redadas, aparentemente en busca de presuntos cómplices.

También estableció puestos de control temporales por todo el pueblo e inspeccionan de cerca a todo el que entra y sale.

La operación se inició cuando el primer ministro Benjamin Netanyahu convocó a reunión a los jefes de seguridad en Jerusalem tras el ataque. Entre ellos, el ministro de Defensa Moshe Yaalon, el ministro de Seguridad Pública Gilad Erdan, el comisionado de la policía Roni Alsheich, el Jefe de Estado Mayor teniente general Gadi Eisenkot y un alto oficial de Shin Bet.

Se decidió aumentar el número de tropas desplegadas en Samaria y Judea, reforzando aún más la presencia del ejército en el territorio a casi cinco meses de la ola de terror en curso.

En respuesta a los ataques, las fuerzas israelíes han impuesto en los últimos días los cierres de la principal ciudad palestina de Ramallah y la localidad cisjordana de Beit Ur al-Tahta.

Los palestinos critican las medidas como castigo colectivo.

Fuente: The Times of Israel / Avi Issacharoff y Marissa Newman– Traduce y edita: Silvia Schnessel para Enlace Judío México

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