Lita Trujillo: heredó $ 631 millones y está en la ruina

La hermosa actriz de Hollywood que besaba Paul Newman, heredera del hijo del dictador de la República Dominicana, socialité absoluta del Madrid de Franco, ahora vive en un barrio obrero y a falta de efectivo amenaza con escribir sus memorias para subsistir (consejo de Vargas LLosa)

P HUERGO CASO PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO: – Iris Myriam Lea Menshell –Lita Milán para el celuloide- fue a nacer en Tel Aviv o New York hace algo así como 83 años o más. Hija mayor de un comerciante húngaro y un ama de casa emigrados a Brooklyn, N.Y., creció bailando mientras el mundo asistía a la II Guerra Mundial; hasta que consiguió ser corista en Las Vegas, portada en “Night & Day” o anunciadora de estropajos “Ajax” A mediados de la década de los ´50 se instaló en Los Angeles para trabajar en Hollywood, interpretando papeles de hispana, gitana o india junto a actores como Jospeh Cotton, Steve MacQueen o Paul Newman. Pero el más ávido era Anthony Quinn, de quien dice que quería poseerla y dominarla.

Y entonces fue secuestrada. Ramfis Trujillo, junto a su compadre Porfirio Rubirosa, -nombres excelsos del mundo play-boy y el latin-lover- pululaba por L.A. dedicado a comprar mujeres como Kim Novak con automóviles, pieles y joyas. Tras cenar en el yate del hijo de uno de los mayores déspotas de toda Latinoamérica, recibió la visita de dos amigos de Ramfis, que quería desayunar con ella en el yate. Se subió a una limusina, primero, y al barco, después, y mientras desayunaban el yate zarpó rumbo a la República Dominicana. Ella lo calificó en Harper´s Bazaar como un secuestro. Su esposa, pue él estaba casado, pidió el divorcio. Su padre, que lo ingresaran en una clínica psiquiátrica en Bélgica.

En 1961, el dictador es asesinado. Ramfis regresa a Sto. Domingo, anuncia que él no quiere el poder, fusila a todos responsables del magnicidio de su padre y acaba por exilarse, primero en Francia, y luego en Madrid, instalándose en un lujoso palacete del barrio de La Moraleja y dedicándose a su pasión automovillística. El 28 de diciembre de 1969, regresando a su palacete en su Ferrari azul, colisionó contra el Jaguar de la Duquesa de Alburquerque. Ambos fallecieron. Sus restos yacen en el cementerio de El Pardo.

Para la herencia hubo un trato entre ella y sus dos hijos: ella se quedaba con el efectivo y ellos co el patrimonio. Y aunque el palacete de La Moraleja no era ya suyo, se quedó a vivir allí. Con una gran historia de amor con un torero, Jaime Ostos, que un día sin más la dejó para casarse con una doctora. Ella, habitual de las fiestas de Marbella en la época de la jet-set, siguió en el palacete. Hasta que sus hijos decidieron venderlo. Fue entonces cuando tuvo que trasladarse a vivir a un apartamento de 200 ms. en la zona del Bernabeu, asombrada de que sus hijos hayan firmado su sentencia de muerte, acompañada por sus amigos más fieles, el escritor Raúl del Pozo, la periodista Carmen Rigalt y María Zurita, la sobrina del rey emérito Juan Carlos de Borbón.

Y aquí algunas escenas de su mejor trabajo: besar a Paul Newman

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