El ISIS secuestra laboratorio de química de la Universidad de Mosul para fabricar bombas

MARGARET COKER EN LONDRES Y BEN KESLING EN BAGDAD

La coalición liderada por EE.UU. bombardeó el campus en marzo, pero se desconoce la extensión del daño. 

                              

El Estado Islámico ha estado usando un laboratorio universitario de química bien abastecido en Mosul, Irak, durante el último año para confeccionar una nueva generación de artefactos explosivos y entrenar a militantes, según funcionarios militares estadounidenses e iraquíes y dos personas familiarizadas con la universidad.

El General Hatem Magsosi, el máximo oficial de explosivos de Irak, dijo que las instalaciones en la Universidad de Mosul han realzado la capacidad de iniciar ataques en Irak por parte del Estado Islámico y de exportar experiencia en fabricación de bombas cuando sus combatientes dejen el llamado califato y regresen a sus países de origen.

El armamento almacenado incluye bombas químicas basadas en peróxido y chalecos suicidas como los usados en los ataques de Bruselas y por al menos algunos de los atacantes de París, según el general y demás miembros del ejército iraquí, así como un funcionario de la coalición liderada por E.E.U.U. que está combatiendo al Estado Islámico.

Otras bombas hechas incluyen explosivos a base de nitrato y armas químicas, dijo el General Magsosi. “La Universidad de Mosul es el mejor centro de investigación del ISIS en el mundo”, dijo el general, usando otro nombre del Estado Islámico. “Los reclutas van a Raqqa [Siria], luego a la universidad de Mosul para utilizar las instalaciones existentes.”

Su estatus actual no está claro, sin embargo. La coalición liderada por E.E.U.U. ha atacado el campus con ataques aéreos más de una vez, muy recientemente el 19 de marzo. “Sabemos que ISIS ha usado algunos de esos edificios para propósitos militares y los bombardeamos”, dijo el Coronel Steve Warren, portavoz del ejército de E.E.U.U. en Irak. El Pentágono dijo el 19 de marzo que estaba tomando como blanco una instalación de almacenamiento de armas y cuarteles del Estado Islámico, pero no dio más detalles.

El Coronel Warren dijo que los laboratorios de fabricación de bombas de Mosul están entre los más grandes que ha establecido el Estado Islámico. Él dijo que la universidad tiene un campus desmadejado y la coalición continuaría atacando tales instalaciones si son identificadas.

La semana pasada, el Pentágono dijo que el ejército de E.E.U.U. había matado a un hombre que identificaron como uno de los principales funcionarios militares del Estado Islámico. No dio ninguna información adicional, pero el General Magsosi dijo que el hombre, conocido como Abu Eman, era el experto principal en el laboratorio de bombas de Mosul.

Cuando el Estado Islámico capturó Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, en el verano del 2014, la universidad era uno de los botines. La Universidad tenía una reputación fuerte en todo Irak por sus departamentos de ciencia, dicen los graduados.

Para marzo del 2015, docenas de ingenieros y científicos del Estado Islámico habían establecido un centro de investigación en el laboratorio de química, el cual estaba lleno de equipo y químicos, según gente con conocimiento de la universidad.

Mucho del personal regular, incluidos profesores especializados en química orgánica, industrial y analítica, permaneció en la ciudad en la época, pero los nuevos laboratorios fueron provistos de personal por los propios hombres del Estado Islámico, según una de esas personas.

Al menos desde agosto, docenas de individuos—que se presume son extranjeros debido a que no hablaban el árabe iraquí—fueron vistos moviéndose a través de los laboratorios, dijeron las dos personas. Ellos dijeron que se les dijo que allí habían sido establecidas unidades especializadas para investigación de explosivos químicos y armas tanto como de construcción de bombas suicidas.

Un grupo aparte del colegio técnico de la universidad fue destinado a construir componentes para bombas suicidas, dijo uno de los dos.

Durante el mismo marco de tiempo, ha habido un aumento en la utilización de bombas por parte del Estado Islámico que mezclan precursores químicos dentro de una sustancia explosiva en polvo conocida como triperóxido de triacetona, o TATP, tanto en Irak como en Europa.

No está claro cuantas de estas armas, pueden ser remontadas a la investigación o entrenamiento conducidos en Mosul.

El General Magsosi dice que las unidades de detección de bombas llamaron la “Receta de Satán” a los explosivos a base de peróxido porque son muy difíciles de detectar y generalmente son muy letales.

Aun no se sabe si los militantes que llevaron a cabo los ataques en París y Bruselas pasaron tiempo en la planta de Mosul durante su tiempo en territorio del Estado Islámico. Los investigadores dicen que sospechan que al menos un miembro de la red, Najim Laachraoui, hizo explosivos a base de TATP que estaban dentro de cintos y maletines suicidas y fueron usados en esos ataques.

Un análisis de los registros de arresto que involucran a presuntos yihadistas indica que la inclinación por los explosivos químicos a base de peróxido es prevaleciente entre personas sospechosas de ser combatientes extranjeros simpatizantes del Estado Islámico.

La semana pasada, la policía francesa arrestó a un hombre en el suburbio parisino de Argenteuil que tenía una bomba de TATP y de quien el Ministerio del Interior dijo estaba en las etapas avanzadas de planificar otro ataque.

En abril del 2015 la policía alemana arrestó a dos presuntos radicales islámicos después de allanar su casa cerca de Frankfurt y encontrar una bomba casera y demás armamento. Ellos habían estado vigilando al hombre después de que él y su esposa compraran tres litros de peróxido de hidrógeno—el cual puede ser utilizado para hacer TATP—en una tienda de mejoras para la casa, dijo en la época el fiscal general de Frankfurt. Las autoridades dijeron que sospechaban que la pareja estaba planeando atacar una carrera de bicicletas.

Ese mismo mes, la policía indonesia recuperó y neutralizó una bomba TATP plantada en un centro comercial de Yakarta, supuestamente por un hombre local que había combatido para el Estado Islámico.

Hamish de Bretton-Gordon, un ex oficial del ejército inglés que comandaba el regimiento de guerra química del Reino Unido, trabajó con la policía indonesia para analizar lo que él llamó un explosivo casero sofisticado. El artefacto, albergado dentro de una caja de cartón, comprendía cuatro botellas de químicos envueltos con cables, baterías y reloj, dijo.

“Tenía un conjunto bastante sofisticado de detonadores,” dijo Bretton-Gordon, indicando que existía algún tipo de entrenamiento.

También en abril del 2015, unidades de la policía federal iraquí que combaten para recapturar la cuidad de Tikrit recuperaron un bidón de peróxido de hidrógeno, lleno de un explosivo químico casero similar a una bomba de TATP. Fue uno de los primeros casos en que fueron encontrados tales químicos en el campo de batalla en Irak, pero en los meses siguientes, los equipos de destrucción han recuperado muchas otras bombas a base de peróxido en batallas en Tikrit y Anbar.

Un laboratorio de química como el de la Universidad de Mosul es un escenario ideal para obtener práctica en mezclar explosivos en un ambiente controlado, dijeron los expertos en explosivos.

Aparte de la receta correcta para una bomba estable, una persona necesita también saber cómo almacenar los explosivos y transportar la bomba ensamblada para evitar una explosión accidental. El TATP es conocido entre los expertos en la policía y el ejército como altamente inestable.

“El TATP es tan sensible que cualquier nivel de calor, fricción y golpe puede llevar a un estallido”, dijo Phil Jowett, un ingeniero retirado de British Royal que ahora trabaja para una consultoría, Soluciones de Contra-amenaza Mundiales.

Los soldados iraquíes responsables de limpieza de bombas dijeron que han estado viendo artefactos más letales y sofisticados durante el año pasado, y ahora pueden reconocer lo que llaman técnicas de firma de diferentes fabricantes de bombas del Estado Islámico. Estas incluyen una técnica de cableado conocida como el “Círculo Destructivo”, una trampa alrededor del artefacto ideada para explotar la bomba cuando los técnicos están trabajando tratando de desactivarla.

Otro estilo de diseño evolutivo en los cintos suicidas del Estado Islámico es el “engaño doble”, o dos series de gatillos detonadores que sirven como una barrera contra el posible mal funcionamiento.

*Alexis Flynn en Londres y Ghassan Adnan en Bagdad contribuyeron con este artículo.

Fuente: The Wall Street Journal

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

 

 

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