ACOM
Acción y Comunicación sobre Oriente Medio
El pasado 13 de enero el Pleno del Ayuntamiento de Gijón resolvió sumarse a la campaña de boicot BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) contra el Estado de Israel. Es notoria la vis antisemita y liberticida de las formaciones aledañas a Podemos que presentaron la propuesta (que para algo son la voz del amo iraní que las patrocina).
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Causó estupor y absoluta vergüenza el posicionamiento personal de la Alcaldesa de Gijón y el de su equipo de Gobierno de Foro Asturias, haciendo gala, bien de una absoluta ignorancia sobre las implicaciones racistas y totalitarias del BDS, bien de un seguidismo acomodaticio a la judeofobia que les marca Podemos a través de su franquicia local “Xixón sí puede”. Sea cual fuere el caso, el resultado es lamentable.
ACOM inició acciones legales contra ese consistorio para revertir una infamia que marca al estado judío, a sus ciudadanos, a sus empresas y a cualquier ciudadano español, judío o no, que simpatice con la existencia de un hogar nacional para ese pueblo. Esa política discrimina a los judíos y nos retrotrae dolorosamente a la Europa de hace setenta años.
Nuestra acción jurídica tiene como objetivo, por tanto, evitar que el nombre de Gijón quede ligado a un mapa de ignominia racista.
Muy cerca de Gijón, en Avilés, el Consistorio se dio cuenta de esta realidad, corrigió su declaración y se allanó a la demanda de ACOM por vulneración de derechos fundamentales amparados en la Constitución española. En Langreo, un Juzgado de Oviedo ha declarado la suspensión de la medida por idéntico motivo.
Lamentablemente la Sra. Alcaldesa, persevera en el apoyo a estas medidas antisemitas. Lo hace, estamos seguros, en contra de la opinión de sus votantes, y a sabiendas de las consecuencias legales, incurriendo en una responsabilidad directa y personal.
Lo hace sabiendo que en países de nuestro entorno, como Francia, donde el BDS es ilegal, correría el riesgo de ingresar en la cárcel. Lo hace falseando la realidad, al hablar de una simple declaración política cuando emite instrucciones precisas a empresas públicas para dar inicio a la ejecución de ese boicot. Lo hace con una actitud servil hacia una organización antisemita como es el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, a la que obedientemente informa de la ejecución de la discriminación contra el estado hebreo con el fin último de su destrucción.
Y lo hace ocultando a los ciudadanos de Gijón que sus medidas ponen en franco y claro riesgo al tejido empresarial gijonés que, al hacer negocios con una entidad discriminatoria de Israel como su ayuntamiento y empresas públicas, correrían el riesgo de infringir la legislación norteamericana que penaliza el boicot y la discriminación contra Israel. Estas medidas van desde la prohibición de cualquier organismo público estadounidense a contratar con empresas que participen en dicho boicot, hasta la liquidación por los fondos públicos de pensiones de los activos de empresas y organismos públicos extranjeros involucrados.
Seguimos exhortando a la Alcaldesa y a su consistorio que reconsideren su postura y eviten los efectos de decisiones innecesarias y extremistas.
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