Francia: la dificultad de hablar de los judíos en la escuela

Encuentro con Ginette Kolinka (centro), deportada judía. (Foto: Jean-Riad Kechaou).

Sí, las palabras de estos adolescentes son antisemitas.

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – “Sin embargo, este antisemitismo es superficial y se puede combatir con bastante facilidad”.

Enseñar el Holocausto puede traer encendidos debates con algunos estudiantes a los que les gustaría más evocar el conflicto palestino-israelí. Sin descuidar la enseñanza del Holocausto, no se debe excluir la enseñanza de este conflicto que cristaliza fuertes tensiones comunitarias en el país.

Esta es la historia de un intenso debate con un estudiante sobre este tema y su encuentro con una deportada judía llena de humanidad, Ginette Kolinka.

“Me harta, señor, que hablemos de judíos en la escuela!
Pero, ¿por qué dices eso? Hoy estoy dando un curso sobre el Holocausto y tú estudiaste judaísmo en sexto hace tres años. ¿En qué otro curso he hablado de judíos?
¿Ah, sí? Tengo la impresión de que sólo se habla de ellos como en la televisión y ¿¿por qué no hace un curso sobre los palestinos, entonces??
Espera, Anis, una cosa por vez, hoy estudiamos el Holocausto, no es el momento de discutir el conflicto palestino-israelí que estalló después.
¡Nunca es el momento de todos modos! Nunca hablamos de los palestinos en la escuela (parte de la clase asiente).
Has hablado bastante en Bellas Artes cuando estudiaste las plantillas de Banksy en el muro de separación en Bethlehem, ¿verdad?
Sí, pero no con usted, ¿vamos a estudiar la historia de los palestinos este año o no?
Escucha, déjame hacer este curso sobre el Holocausto y prometo que pasaremos una hora estudiando este conflicto”.

El debate se intensifica a pesar de mis intentos de apaciguamiento. Anis es un estudiante inteligente, pero difícil que con frecuencia interrumpe las clases y allí me suelta en pocos minutos un concentrado de teorías antisemitas y ‘complotistas’. Cada año, algunos estudiantes tienen este tipo de conversación y crean un tremendo anacronismo explicando que los judíos merecieron el Holocausto en términos de lo que infligen hoy a los palestinos. Sí, las palabras de estos adolescentes son antisemitas. Sin embargo, este antisemitismo es superficial y se puede combatir con bastante facilidad. Esto ya no me hace daño como cuando empecé, sino todo lo contrario. Aunque me gustaría que mi curso sobre el genocidio judío se realizara en un tono solemne, como en todos los cursos en los que se evocan dramas de la humanidad. Por otra parte, las observaciones de algunos alumnos me permiten desmontar su prejuicio. Si hubiera que excluir o castigar a estos estudiantes, abandonaríamos esta tarea esencial que se nos ha pedido: educarlos para que descifren el mundo de una manera más objetiva en una óptica de tolerancia y convivencia.

Ese día de enero Anis no quiso dar el brazo a torcer, Francia y la Educación nacional eran según él totalmente partidistas en su acercamiento a la historia y deliberadamente omiten el sufrimiento de los palestinos. Obviamente, esto está mal, pero es evidente que en la universidad, los programas de historia prefieren no tratar este conflicto de una manera frontal por miedo o ignorancia, ya que cristaliza muchas tensiones en la comunidad. Mientras que este conflicto se inicia en un contexto de la Guerra Fría, sólo se lo puede mencionar en el contexto de la “geopolítica del mundo actual” tras el colapso del mundo comunista. Es lo que dice el boletín oficial que uno debe seguir para construir nuestros cursos: “La persistencia de un horno de conflictos en Oriente Medio”. Esta consigna tan imprecisa hace que los manuales prefieran hacer un archivo general, con un mapa de los diversos conflictos en Medio Oriente (Guerra del Golfo, Afganistán, el conflicto entre Israel y Palestina, etc.). Tampoco hay nada nuevo en los programas que se implementarán en septiembre de 2016 con la reforma de la universidad.

Ginette Kolinka en Auschwitz-Birkenau

Algunos defienden este ángulo de estudio explicando que el conflicto entre Israel y Palestina se estudia en el curso final, es demasiado complejo para enseñarlo en la escuela y su importancia es limitada en los conflictos actuales.

Este argumento no es válido, porque olvida que muchos estudiantes no llegarán al curso final y, entre ellos, esas mismas personas que son más vocales en nuestros cursos y de ahí que sea más necesario enseñarlo en tercero.

Así que unas semanas después del estudio del Holocausto di un curso sobre el conflicto.  Evidentemente desmontó muchos prejuicios como el de creer que se trata de una guerra de religión entre el Islam y el Judaísmo (aunque algunos beligerantes de ambos lados hagan todo lo posible para que lo interpretemos así) en vez de un conflicto territorial. Los líderes de los países árabes no apoyan por unanimidad al pueblo palestino como ellos pensaban y muchos cristianos palestinos lucharon por Palestina como George Habash, uno de los fundadores del Frente Popular para la Liberación de Palestina. Cuatro mapas a continuación, mostraron la evolución territorial desde 1948 entre el Estado de Israel y los territorios palestinos. Esta hora de clase, por supuesto, fue muy beneficiosa porque el simple hecho de hablar de la historia del pueblo palestino ha descartado la creencia de una supuesta conspiración sionista para negar la historia de esta nación.  Muchos estudiantes parecieron muy satisfechos.

Ginette Kolinka

El 5 de mayo, los mismos estudiantes de tercero fueron visitados por Ginette Kolinka, una deportada judía sobreviviente del campo de Auschwitz-Birkenau, que recorrió las instituciones francesas durante veinte años. A pesar de algunos temores, Anis, obviamente, asistió a esta conferencia y acordamos que todas las preguntas que no tuvieran que ver con la Shoá se hicieran al final de la intervención.

Durante dos horas, con un montón de emociones, pero también con mucho humor, la Sra Kolinka les habló de su adolescencia en París en una familia de judíos comunistas y su detención y deportación al campo de Auschwitz. Durante su discurso, les recordó que su testimonio estaba destinado a luchar contra el aumento del racismo y las tragedias que causa. Anis le hizo ese día muchos preguntas relacionadas con su historia. Luego esperó que la habitación se vaciara para ir a su encuentro. Pudo haberlas preguntado delante de sus compañeros pero prefirió hacerlo así. Le preguntó de una manera muy torpe por qué los judios “siempre iban de víctimas” y qué hay de los “otros pueblos que sufren tanto, como los palestinos perseguidos por los judios”. Siguió una versión ‘complotista’ de toma de rehenes en el Hyper Casher en enero de 2015 explicando que permitió a los judios reforzar su victimización. Yo estaba un poco avergonzado por estas palabras pronunciadas sin rodeos por su parte. Sin embargo, con una gran sonrisa, la Sra Kolinka primero le agradeció que hubiera venido a su encuentro y por hacerle todas estas preguntas y alabó su coraje. A continuación, respondió con mucha humanidad que no negaba el sufrimiento de los palestinos y que había que distinguir a los judíos del gobierno israelí. Por último, le recordó que había que estar allí para tener una imagen más clara del conflicto y encontrar que muchos israelíes no están en contra de los palestinos. Al final de su respuesta, mirándolo fijo a los ojos, le preguntó si era posible que “un joven árabe” besara a una “judía vieja”. Anis lo hizo y la abrazó calurosamente. El adolescente se fue emocionado por la escena que acababa de vivir. Antes de salir de la universidad, Ginette Kolinka me dio las gracias por haberle presentado al joven que le había iluminado el día. Un momento agradable.

Unos días más tarde, Anis me dijo “sentirse afectado por sus respuestas sinceras y había aprendido a no hacer la amalgama entre los judíos e Israel”. Por encima de todo, me dijo que era la primera vez que veía a un judío “de verdad”, lo que confirma lo que he creído durante mucho tiempo: la juventud suburbana como Anis a menudo fantasean sobre los judíos en los medios de comunicación no siempre franceses. Para resumir, los judíos son o ricos que están en la televisión como Cyril Hanouna o soldados que disparan contra niños palestinos. La venida de Ginette Kolinka fue un tratamiento radical contra el antisemitismo en este adolescente vacilante. Una judía atea salida de una familia comunista con discurso humanista y benévolo, no se puede pedir más para deconstruir estos prejuicios.

Con esta historia, no se trata de creer que podemos erradicar el antisemitismo con un curso sobre el conflicto israelí-palestino o la llegada de una judía deportada pero este antisemitismo a mi entender no tiene nada que ver con el que estaba presente en Europa en la década de 1930 mucho más arraigado en la mentalidad. Para combatirlo se debe escuchar esta ira para darse cuenta de que si muchos estudiantes se identifican con la juventud palestina puede ser debido a un sentimiento de exclusión (geográfico, social, cultural, religioso). Así que es mejor que estudien este conflicto en entornos institucionales porque de lo contrario lo buscarán en otra parte en busca de respuestas que reforzarán su visión de las cosas.

Fuente: blog de Politis “Un maestro en el frente” – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico

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