GEORGE CHAYA
En la cultura islámica, el turbante (en lengua árabe: imamah) es un importante elemento espiritual de la fe.
El turbante es un tocado de origen asiático medio-oriental que consta de una chalina enrollada alrededor de la cabeza o sobre un casquete. Los turbantes pueden ser de muchas formas, tamaños y colores, aunque su longitud rara vez excede los 5 metros. Sin embargo desde la revolución islámica en Irán, el color es determinante y excluyente en aspectos políticos religiosos, y esto es evidente entre aquellos que utilizan el color negro (a quienes se relaciona como descendientes directos del Profeta Mahoma) y aquellos que le queda portar el color blanco, que son colocados en un lugar menor y secundario tanto en lo político como lo social.
En la cultura islámica, el turbante (en lengua árabe: imamah) es un importante elemento espiritual de la fe. Los antiguos árabes los usaban y se enorgullecían de ellos; el carecer de uno era humillante y el llamar a la puerta de un hombre sin turbante era considerado un insulto.
En la vida diaria, el turbante fue muy útil para protegerse de la arena del desierto, así como para aminorar los efectos de las altas temperaturas y la intensidad de la luz solar. En los actuales países del Golfo Pérsico, esta prenda ha sido reemplazada por la chalina blanca o roja llamada kufiyya o shumagh.
Los líderes islámicos pueden ser vistos usando turbantes, en particular los eruditos del chiismo, quienes se han vuelto famosos por ellos: los de “color negro” como el Ayatollah Khomeini, el actual “Guía Supremo” Ali Khamenei, o el jefe del grupo político terrorista del Hezbollah (Partido de Dios), Hassan Nasrallah, considerados descendientes del Profeta.
No cabe duda de que en la lucha política interna del Irán actual pueden encontrarse en esta diferencia de colores la suerte política (negativa en sus aspiraciones actuales, por ejemplo, del exponente del “color blanco” Ali Rafsanjani). Estas cofias son usadas también por estudiosos coránicos árabes y persas, donde el color negro es representativo de un sayyed o descendiente del profeta Mahoma y se considera al color blanco inferior en intelecto y devoción de fe.
Los judíos de los países árabes a menudo también llevan turbantes, debido a la asimilación cultural. En Afganistán, alguna vez los estudiantes fueron forzados a utilizarlo bajo amenaza de pena de muerte en tiempos del gobierno Talibán.
El estigma en contra de los turbantes desencadenó algunos hostigamientos a comunidades musulmanas en Occidente después de los ataques del 11 de Septiembre de 2001 y otros golpes del terrorismo yihadista.
El agal (en lengua árabe también llamado iqal, egal o igal) es un cordón que se utiliza para sujetar a la cabeza cuando se coloca la kufiyya (también conocida como kefiyya en lengua árabe) o pañuelo palestino. Éste es un pañuelo tradicional de Oriente Medio y usado principalmente en Jordania, los Territorios Palestinos, Irak, Líbano, el sureste de Turquía, la Península Arábiga e incluso en Israel. Normalmente está hecho de algodón o lino y se suele llevar envolviendo la cabeza de diversos modos, tanto para proteger del frío como del sol. En ambientes desérticos también puede tener utilidad para proteger la boca y los ojos del viento y la arena. Se destacan sus dibujos geométricos en fondo blanco que varían en función de la región, de color negro (en Siria, Irak, Gaza y Ramallah) o rojo (en Jordania, Arabia Saudita y los países del Golfo).
Dado el peso de las consonantes en la lengua árabe y las distintas formas regionales de vocalizar según la zona, la misma palabra, kufiyya; puede ser escrita de varios modos: kaffiyah, keffiya o keffiyeh. Etimológicamente, el nombre kufiyya proviene de la ciudad de Kufa, Irak (Al-Kūfa en idioma árabe) y ha dado lugar al castellano: cofia.
Aparte de kufiyya existen otros términos para designar el mismo pañuelo o alguna de sus variedades. Así, en la medialuna fértil del Mediterráneo y la Mesopotamia también está muy extendido el vocablo chal. La misma prenda es conocida como shimag o hatta en Jordania y otros lugares de confesión sunita musulmana, mientras que en la antigua Persia (en idioma Farsi) se la llama gutra.
La historia acerca de la Kufiyya refiere que sus motivos tejidos podrían tener origen en representaciones de redes de pescadores o de espigas procedentes de la antigua Mesopotamia. En la Palestina previa al mandato británico, solo los felahin (campesinos) y los beduinos llevaban tradicionalmente la kufiyya blanca y negra que indicaba un estatus social humilde y rural. La kufiyya los diferenciaba de los effendi que habitaban las ciudades y que marcaban su superioridad social llevando un tarbush de color marrón.
En 1936, los campesinos emprendieron la revuelta palestina contra las autoridades británicas y, en los primeros años de la insurrección, la kufiyya los delataba cuando entraban en las ciudades convirtiéndolos en un blanco fácil para las tropas británicas.
En agosto de 1938, época en la que la revuelta alcanzó su punto más álgido, el mando palestino ordenó que todos los effendi abandonaran el tarbush por la kufiyya para que los rebeldes pudieran mimetizarse con los demás ciudadanos. Aunque algunos effendi se resistieron, las fuentes de la época relatan que rápidamente los habitantes de las ciudades adoptaron con entusiasmo la kufiyya como símbolo de unidad árabe, a la vez que se convertía para los campesinos en un elemento democratizador que por primera vez borraba las marcas exteriores de distinción social y del antagonismo entre lo rural y lo urbano.
A mediados de la década de 1960, los fedayyines palestinos retomaron la kufiyya como emblema de lucha nacional. Así, los jóvenes palestinos, hombres y mujeres, comenzaron con su uso como muestra de identidad nacional y de activismo. De aquella época data la asociación de la kufiyya con líderes palestinos cuestionados como terroristas, como Yasser Arafat o Leila Khaled cuyas fotografías con kufiyya tuvieron gran impacto mediático. Fuera de la región se la ha identificado desde entonces con la causa palestina, razón por la cual es conocida también como “pañuelo palestino”.
Si bien la kufiyya tradicional de los palestinos es blanca y negra, en el seno de la Organización para Liberación de Palestina (OLP) militantes de organizaciones de izquierdas se han identificado llevando kufiyya blanca y roja, y por contraste las negras se han asociado con militantes de Fatah, la organización hegemónica dentro de la OLP.
Actualmente es normal ver a jóvenes en todo el mundo con versiones de la kufiyya en rosa, azul, marrón y otros colores, sin embargo, muchos árabes ven como un insulto al símbolo tradicionalmente relacionado con la causa palestina.
Por otro lado, algunos consideran la kufiyya como un símbolo de respaldo al terrorismo debido a que terroristas yihadistas suicidas (incluidos palestinos) la utilizan, aunque este pañuelo es una prenda de uso milenario en los países árabes.
Fuente:infobae.com
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