¿Rusia, garante exclusivo del Estado judío?

GIANCARLO ELIA VALORU Y TERESA ZRIHEN-DVIR

Un realineamiento geopolítico gigantesco en preparación

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Muchas señales nos llevan a pensar en el progreso de una nueva relación estratégica entre Rusia e Israel. En general, podemos asumir que el estado judío ya pronostica la retirada de Estados Unidos en Oriente Medio – y por lo tanto la intención de definir una política de “sustitución” en la mejora de las relaciones con la Federación Rusa.

Obviamente, las malas relaciones personales entre el presidente Barack Obama y el primer ministro Netanyahu tienen un peso significativo en el resultado, ya que estamos en presencia de una verdadera redefinición del equilibrio geopolítico de la región entera. Además, los Estados Unidos y la actitud expeditiva de la UE hacia el tratado nuclear civil/militar iraní JCPOA (Plan Integral de Acción Conjunta, por sus siglas en inglés), con razón criticado por el primer ministro Netanyahu y todo el ‘establishment’ israelí tuvieron una influencia de consecuencias fuertes.

Rusia ya ha “ganado” la guerra en Siria, mientras que Israel toma todas las consecuencias geopolíticas de la “primavera árabe” bajo el apoyo inicial y ambiguo de los “rebeldes” americanos anti-Assad de Siria – estos elementos por sí solos predecían rediseñar el mapa del Gran Oriente Medio. Qué importa ahora el futuro de Siria, los Estados Unidos serán marginados progresivamente tanto en las áreas sunitas como chiítas, disminuida su influencia previa en una serie de alianzas (con Rusia, Israel, Arabia Saudita y Jordania).

Los signos de un “nuevo comienzo” de las relaciones ruso-israelíes son múltiples. Basta pensar en la restitución por parte de los rusos del tanque israelí M48 Patton capturado por los sirios durante la guerra del Líbano en 1982 durante una emboscada cerca de Sultan Yaakov en el que al parecer habían sido asesinados los tres conductores de tanques. Este tanque, enviado por Hafez al-Assad a Moscú para un estudio técnico e informático, se colocó después en el Museo de Kubinka.

Lamentablemente, no hay noticias oficiales sobre el destino de los tres soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel. Está claro que el presidente Vladimir Putin advirtió a Assad antes de su decisión, y nada impide que la actual dirección alauita de Siria decida en el futuro proporcionar al gobierno israelí información sobre el destino de los tres aurigas.

Además, durante todas las operaciones rusas en Siria, soldados rusos e israelíes se reunieron periódicamente para compartir información y evitar la duplicación de esfuerzos. A cambio, los rusos toleran alguna intrusión – informada regularmente – de la aviación israelí en los Altos del Golán y en el centro de Siria, mientras que el estado judío permitió (con previo aviso) a algún avión ruso sobrevolar su territorio. Es evidente que esta negociación de puerta de enlace entre Rusia e Israel se compone de tres elementos interrelacionados.

Israel quiere que Rusia actúe como mediador creíble que tiene las llaves de poder entre Israel y la región palestina, según lo acordado por ambas partes. Además, el estado judío se opone a cualquier transferencia de tecnología militar, informática y logística rusa a sus aliados en Siria: Hezbolá, las brigadas iraníes Al-Quds de Pasdaran y el gobierno de Bashar al-Assad. No podemos descartar que – en los meses y años por venir – un eje ruso / israelí podría remodelar Medio Oriente. En la actualidad, las grandes potencias sobre el terreno no tienen padre ni madre, y la sustitución de las grandes potencias Irán y Arabia Saudí no continuará porque son demasiado pequeñas como para crear correlaciones estratégicas profundas. Ha llegado el momento para Oriente Medio de anclarse a una potencia mundial, el eje Rusia-China, con Israel actuando como contrapeso regional.

Cabe recordar que China ya ha operado vuelos militares sobre territorio sirio. La política “no intervencionista” de China no significa falta de conocimiento o falta de presión e injerencia. Las negociaciones ruso-israelíes también implican una garantía de Rusia a Israel con respecto a posibles operaciones militares iraníes, la marginación del “Partido de Dios” de los chiíes libaneses, un nuevo gobierno de Assad que no tenga la intención de destruir a “la entidad sionista “, o la actual división de Siria en tres partes, con la consiguiente disminución de las corrientes internas.

Esta es la línea de Estados Unidos, y en parte también la línea de algunos políticos israelíes. Sin embargo, Rusia cree que todo el sur de Siria debe ser devuelto al régimen de Assad, mientras que Israel y EE.UU., Arabia Saudita y Jordania creen que un mini estado en Siria del Sur es lo que Assad y sus aliados iraníes necesitan para invadir los Altos del Golán.

La oferta del presidente Putin al estado judío parece ser la siguiente: Si Israel tiene que aceptar una “Gran Siria”, las fuerzas rusas permanecerán en la región occidental del país para proteger a Israel contra cualquier acción por parte del gobierno iraní o de Assad.

Y esta es la razón que impulsa a Rusia a reabrir las relaciones políticas entre Assad e Israel para eliminar el gobierno baasista de Irán y la línea geopolítica de los chiíes libaneses, que ni siquiera es de su interés. De ahí la razón estratégica para el gesto simbólico del retorno del tanque israelí.

Sin embargo, había algo más en el nuevo proyecto de Rusia en Medio Oriente y la respuesta israelí al aumento del poder ruso en Oriente Medio.

Por ejemplo, durante la visita de Netanyahu a Russia el 21 de abril de 2016, el Primer Ministro israelí y el Presidente de Rusia hicieron hincapié en la importancia de Rusia en el desarrollo y funcionamiento del Leviatán, el nuevo depósito de gas natural en alta mar, que será el verdadero “cambio de juego” en Oriente Medio en un futuro próximo. Si Gazprom está cooperando en la explotación y comercialización del yacimiento de gas en alta mar entre Haifa y Gaza, llegará a ser de vital importancia para la Federación Rusa asegurar – con Israel – las comunicaciones, en particular en relación con una posible acción del Hezbollah libanés o la presión iraní sobre el Golán.

Este nuevo sistema de energía finalmente transformará las relaciones entre Israel y Turquía, que se convertirán en el eje de gas natural desde el campo Leviatán, y permitirá a las empresas de petróleo y gas de Rusia entrar en el mercado de Oriente Medio, la exclusión de las empresas estadounidenses que operan en Turquía y en la mayor parte del mundo suní. Cabe recordar que Irán y Qatar están operando principalmente en el mercado de gas natural, y el gran campo de gas Leviatán israelí podría dar un descanso al estado judío de muchos oponentes musulmanes feroces, chiítas o suníes.

Por lo tanto, las tres visitas de Netanyahu a Rusia en un año son esenciales tanto para la política exterior de Israel como para su futuro económico. Israel también sabe que la administración Obama cree que algunos territorios conquistados por el Estado judío se anexionaron ilegalmente y este hecho podría dar lugar a un acercamiento de las relaciones entre Rusia e Israel en el futuro. Rusia debe mantener su presencia en Ucrania y defender la anexión de Crimea en el plano internacional. Mientras que Israel apoya las demandas de Rusia, es muy probable que este último apoye en contrapartida el derecho de Israel de mantener los territorios palestinos. Por otra parte, en términos estrictamente militares, Israel teme la presencia de armas avanzadas rusas vendidas a Irán – como los sistemas de misiles Iskander y las baterías S-400 de defensa aérea – que ponen en peligro la seguridad de Israel desde territorio sirio.

Por lo tanto, serán necesarias garantías de funcionamiento muy concretas y una idea clara de las defensas rusas hacia el este y a lo largo de la ruta del futuro oleoducto Leviatán para tranquilizar a Israel de las buenas intenciones de la Federación Rusa. Se supone, sin embargo, que el despliegue de los Triumph S-400 y otras armas rusas sofisticadas son esencialmente cosméticos con propósito de “imagen”. Algunos analistas británicos ni siquiera creen que estos informes sean fundados.

Sin embargo, desde el año 2007, Rusia ha instalado un puesto de escucha en los Altos del Golán, que controla el tráfico telefónico de Israel (a través de Internet y electrónica) y especialmente sus centros de decisión. El Estado judío también tiene puestos de escucha en esta zona de seguridad y otras en Oriente Medio. En otras palabras, el presidente Putin y el primer ministro Netanyahu ponen todas sus cartas sobre la mesa, siendo muy conscientes de los proyectos y de “conocimiento tácito” que tienen uno del otro.

Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, en el mejor escenario posible, Israel podría:

a) Sustituir – a largo plazo – a EE.UU. con la Federación Rusa como aliado mundial y una presencia de referencia en la región de Oriente Medio. La clase dominante de Estados Unidos está estrechamente vinculada con el lobby saudí, tanto en términos de subsidios financieros como políticos. Las dos guerras libradas por la coalición lideradas por EE.UU. en Irak han perturbado al principal enemigo de Arabia Saudita, a saber Irán. Colocaron un sistema militar occidental avanzado entre Arabia Saudita y su enemigo iraní y creado un centro de gravedad en el norte de Arabia Saudita, la estabilización de toda la región bajo los sunitas de Arabia Saudita.

Además, b) Israel puede contar con el poder de Rusia como mediador estable y creíble, tanto vis-à-vis los palestinos como en el largo plazo, en relación con el mundo chií y alauí. Los Estados Unidos han colocado todas sus apuestas en la democratización y secularización de las poblaciones y los regímenes en el Gran Oriente Medio, que no tienen ni la misma cultura ni la historia ni la relación entre religión y política como los de Occidente. También es interesante notar que sus operaciones psicológicas y de propaganda eran, y siguen siendo, a menudo incomprensibles para las grandes masas islámicas del Gran Oriente Medio.

La modernización de mayor éxito en el Islam es, en su caso, la yihad, no encajar en el mundo de la cultura occidental, secularizada. Todos los árabes no buscan convertirse en “shahid”, es decir, mártires de Al Qaeda, pero las masas árabes celebran – en las calles – la destrucción de las Torres Gemelas y el ataque al Pentágono.

Esta es la nueva imaginería y la narrativa con la que debemos medirnos según la “imaginaria” – concepto filosófico desarrollado por el orientalista Henry Corbin, quien cree que el término “imaginario” había adquirido un sentido muy limitado en la filosofía occidental – debido al hecho de que el equilibrio de la gran potencia en Oriente Medio ha sido sustituido por potencias regionales más pequeñas que han radicalizado la ideología para ocultar su fracaso o debilidad geopolítica, estratégica y militar.

Desde las dos guerras en Irak, Estados Unidos observó la región oriental a través de los ojos de Occidente – pidiendo prestado el título de una gran novela de Joseph Conrad, (inicialmente – por cierto – en Saint Petersburgo), una estrategia global de democratización y secularización que claramente ha fracasado, y que la clase dominante de Estados Unidos sólo puede responder por la fórmula de Jefferson: sin enredos.

Sin embargo, ¿puede haber una potencia mundial, con una moneda mundial, sin enredos? Esta paradoja de la política exterior de Estados Unidos no se puede resolver en el corto plazo.

Por último 3) Israel, en colaboración con la Federación Rusa estará en condiciones de programar a escala mundial. En el futuro, habrá un lugar para Israel en el Cinturón chino vía Iniciativa en Asia Central, India, América Latina e incluso en algunas partes de África. Todas las regiones en el área estratégica de Rusia y China, mientras que la UE incluso se está retirando del Mediterráneo (al tiempo que aumenta su ya considerable tasa de antisemitismo) soñando, en colaboración con los Estados Unidos, en un renacimiento irracional de la guerra fría, resultado de las operaciones actuales de la OTAN en Polonia.

Es interesante señalar, sin embargo, que tanto Crimea como Ucrania están en manos de los rusos, al menos de facto, y que una operación militar contra las posiciones de la OTAN en la frontera con la Federación Rusa puede realizarse desde estas zonas – una operación a la que la OTAN tendrá que oponerse.

Fuente: Thérèse Zrihen-Dvir – Regard d’un écrivain sur le Monde – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico