Un gobierno encabezado por Hillary Clinton mantendría las tensiones entre Jerusalem e Israel fuera de la atención pública, afirmó Dennis Ross, ex diplomático de Estados Unidos y asesor de varios presidentes estadounidenses para asuntos de Oriente Medio.
ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO – Clinton, la precandidata presidencial del Partido Demócrata, probablemente siga el ejemplo de su marido Bill – quien solía evitar disputas públicas con Jerusalem, a diferencia del presidente Barack Obama, que ha creado diferencias con Israel intencionalmente, indicó Ross.
Bill Clinton, quien fue presidente entre 1993 y 2001, consideraba que EE.UU. es el único amigo verdadero de Israel en el mundo, dijo Ross, su asesor especial en Oriente Medio. Aunque siempre existieron diferencias con el gobierno israelí, Clinton creía que los argumentos “deberían ser manejados en privado y evitar debates públicos,” explicó Ross.
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Obama “ha sido positivo en lo referente a los problemas de seguridad con Israel, pero nunca dudó en abrir los conflictos con Israel al público,” agregó. El actual presidente crea distancia entre ambos países “conscientemente”, a fin de ganar puntos en el mundo árabe, manifestó.
Sin embargo, esos “cálculos” – que se han observado en varios presidentes antes de Obama – nunca han funcionado. “La principal preocupación de los líderes árabes no es el conflicto palestino-israelí, sino su propia seguridad y supervivencia.”
Ross instó al gobierno israelí a adoptar políticas que expresan su compromiso declarado a una solución de dos Estados, refiriéndose específicamente a la construcción fuera de los grandes bloques de asentamientos.
“No me refiero a que congelen la construcción en los bloques de asentamientos, sino que dejen de construir fuera de ellos, a fin de permitir una solución de dos estados. Si lo hacen, se adelantarán a movimientos internacionales que puedan ser vistos por la mayoría de los israelíes como ignorar las necesidades o inquietudes del país.”
Previamente, Ross advirtió al gabinete israelí de un creciente aislamiento internacional del Estado judío, debido a la actividad en los asentamientos, y recomendó a Israel enfocarse en reparar sus relaciones con Estados Unidos, su principal aliado.
Ross hizo sus declaraciones en calidad de co-presidente del Instituto de Políticas del Pueblo Judío (JPPI, por sus siglas en inglés), que informa a los ministros del gabinete anualmente.
“Siempre y cuando la actividad en los asentamientos no sea congruente con una solución dos estados, Israel tendrá dificultades para mitigar el movimiento deslegitimación, siendo éste un factor en la nueva realidad geopolítica”.
Ross advirtió que a pesar de las mejores condiciones de seguridad para Israel en la región como resultado de la actividad de Hezbolá en Siria y las relaciones del país con sus vecinos árabes pese al conflicto con los palestinos, Israel está cada vez más aislado más allá del Medio Oriente.
“A medida que los palestinos buscan internacionalizar el conflicto con Israel – y los israelíes no logran defender su causa ante los europeos y otros, aumentan las expresiones de deslegitimación del Estado judío en el ámbito internacional,” apuntó Ross.
El diplomático estadounidense advirtió que el movimiento internacional que llama a un boicot contra Israel, conocido como el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones, “tiene por objeto poner fin a la existencia de Israel, pero disfraza su verdadero objetivo al centrarse en la ocupación y la actividad en los asentamientos israelíes en Cisjordania.”
El JPPI recomienda al gabinete aprovechar las próximas elecciones y el cambio de gobierno en Estados Unidos “para mejorar las relaciones con la Unión Americana.”
“Dado que EE.UU. es el principal aliado de Israel y el pueblo judío, mejorar las relaciones bilaterales debería ser la máxima prioridad del país. Una iniciativa israelí, coordinada con el nuevo gobierno estadounidense para avanzar hacia una solución negociada al conflicto palestino-israelí sobre la base de dos estados y dentro de un marco regional podría cambiar todo el panorama,” dijo el JPPI en un comunicado.
“Los verdaderos seguidores del BDS tienen una agenda anti-Israel, e incluso antisemita, independientemente de los esfuerzos para resolver el conflicto entre Israel y los Palestinos,” afirmó Shapiro. “Pero también debemos llegar a los que apoyan una solución de dos estados, pero que podrían ser influenciados por los argumentos equivocados del movimiento BDS.”
Fuente: The Times of Israel / Raphael Ahren
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