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domingo 22 de diciembre de 2024

El inexorable declive de los judíos de Turquía

NORA SENI, HISTORIADORA.

Este artículo es una transcripción y traducción exclusiva de un video de akadem.org, en el cual Nora Seni, relata la historia de esta comunidad, que se encuentra hoy, después del intento de golpe de Estado,  víctima de la incertidumbre, pues se vislumbra en el país un renacer de la xenofobia. El video completo, en francés,, se puede ver en esta dirección:   https://www.akadem.org/sommaire/themes/politique/geopolitique/les-juifs-dans-le-monde/les-juifs-de-turquie-24-06-2013-53405_192.php

Los judíos de Turquía son mayoritariamente los descendientes de los judíos del sur de España y de Portugal que llegaron en 1453; son un residuo pues de esta migración. Lo interesante para destacar es que a principios del siglo- mejor dicho se creó  la república turca con el patrimonio del imperio otomano en los años 1920- había entre 70,000 y 80,000 judíos en Turquía.Actualmente, hay unos 17.000 judíos aproximadamente.

La caída vertiginosa de esta población continúa: la mayor parte se fue cuando se creó el Estado de Israel, por razones económicas, debido a la política de acogida que tenía Israel. Eso fue muy importante; absorbió y solucionó la pobreza judía que había en Turquía. Los que se quedan son parte de una población más bien próspera. Y que durante la primera guerra mundial sufrió del trato anti minorías y del antisemita del gobierno.

Hoy, sabemos que  es que por los años 30 se realizó un “pequeño” pogrom con “uno o dos muertos”. Edirne  y Quelclarelé, ciudades donde había una comunidad notable de judíos, sufrieron un antisemitismo planificado a nivel del gobierno central que les hizo irse a Estambul de donde nunca regresaron. Sus bienes fueron restituidos pero jamás volvieron. Esa comunidad nunca volvió a constituirse. En 1942 en plena guerra, se impuso un impuesto a los no musulmanes, siendo los judíos lo más afectados por ello, el cual  arruinó a muchos, y los llevó al exilio: éste es  un recuerdo traumático para la comunidad judía turca. De todo eso jamás se ha hablado, ni en los libros de historia oficiales, en los manuales escolares, etc. Pero los trabajos de historiadores lo documentaron.

En el siglo XIX, las hostilidades son más que nada debidos a la instigación de la comunidad griega. En ocasión de la Pascua judía, se lleva a cabo la acusación de crimen ritual. Un niño desaparece y se dice que los judíos lo tienen. Mientras se aclara el asunto,  eso lleva a pogroms.

Con la república de Ataturk, el panorama cambia: los judíos, como los armenios, como toda la población recibe el estatuto igualitario de ciudadano y legalmente todo el mundo vale igual.

Hay una desconfianza entre comunidades que se prolonga durante la Segunda Guerra Mundial, incluso después. Que fue combatida por políticos de la turquificación de la sociedad.

No negaré que hubo acontecimientos en septiembre 1955 que son verdaderos pogroms con masacres, destrucción de negocios de las minorías no musulmanas, en parte por la división grecoturca.

Al mismo tiempo, se realiza una renovación del mundo político, en la cual existe un reclamo del Islam. Ahora, yo distingo entre el islamismo, los islamistas, y el gobierno musulmán conservador. El gobierno de hoy es el que toma el poder en 2002, un gobierno que se llama islamoconservador. Nació de movimientos islamistas pero se proclama no islamista. La diferencia es que su política no incluye la Sharía y gobierna respetando la laicidad. Desde este punto de vista, los judíos no tienen por qué inquietarse.

Por supuesto está el panorama de que lo que el islam significa, en el imaginario de todos, con el conflicto árabe­ israelí y otros. Hubo espasmos antisemitas durante, notablemente durante el sistema de partido único hasta los años 50. La retórica antisemita se desarrolló a la sombra del nazismo, del fascismo italiano.

Turquía, como potencia emergente de estos diez últimos años, ha beneficiado en gran medida de una política de softpower. Como ejemplo,  estas  telenovelas  que arrasan en en el mundo árabe. Hay 132 millones de personas que vieron, en el Ramadán,  la telenovela Noor, y que causa furor entre la gente de Líbano, Túnez, Egipto y en Israel también.  Es una manera que ha permitido en cierto momento hablar más del modelo turco: no es la confrontación directa con la policía, sino “standing men”, hombres y mujeres que se posicionan en una plaza, que permanecen inmóviles, y que protestan así. Es una forma de retomar el espacio vital que ha sido tomado por el autoritarismo de este gobierno.

INSTITUCIONES DE LA COMUNIDAD JUDÍA EN TURQUÍA

La comunidad también ha creado nuevas instancias que la integran mejor, tanto en el judaísmo europeo como en la sociedad turca:  instituciones que la hacen funcionar, una vida comunitaria.

Hay una instancia que se creó en 1992, con ocasión del 500 aniversario de la acogida del Imperio Otomano de los judíos de España; una especie de instancia de cabildeo, creado por iniciativa de un oficial turco para que los judíos participen en el “lobby” judío estadounidense  para que este país no reconozca el genocidio armenio.

Se fundó un museo de la historia judía- el cual es un depósito  con objetos relacionados con la Comunidad judía.  También una instancia de preservación de la lengua judeo­española, lo que llamamos ladino. Existe la publicación Shalom, la cual funciona bastante bien.

Los judíos conmemoran cada año el Día de la Shoá y abren en esa ocasión las puertas de las sinagogas a los intelectuales turcos, a funcionarios, oficiales y al público.

Paralelamente, ahora existe una integración polémica institucional judía en el proyecto turco de estudio del genocidio étnico, un grupo de trabajo que apoya a Turquía para que logre su entrada a la UE.

El antisemitismo, tal como lo conocimos en Europa no existió  durante mucho tiempo en Turquía. Es decir que la vida cotidiana, urbana, en las ciudades importantes otomanas y turcas no han conocido pogroms ni acoso al estilo de las ciudades europeas, Francfort y otras. A cambio, hay una desigualdad escrita en el Imperio Otoman entre los elementos musulmanes y no musulmanes y una desigualdad entre los no musulmanes mismos, siendo los judíos el grado más bajos de la escala, por la cantidad de su población.

Hay un anti minoritarismo que está escrito en la letra de la vida turco otomana, la vida urbana. Pero la organización urbana se hace por barrios comunitarios: sin embargo, no son guetos. Hay una homogeneidad relativa de barrios judíos en los cuales se habla judeoespañol, otro barrio con griegos que hablan el griego,  etc. No son guetos. No son  lugares de donde no se puede salir, sino  lugares que están organizados alrededor de lugares de culto.

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