YIFAT ERLICH
Un verdadero drama está teniendo lugar pasando desapercibido para el Rabinato, cuando un movimiento secreto de matrimonios halájicos privados está saliendo de las sombras y se convierte en un sistema abierto, organizado.
SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – “Era importante para mí tener una boda feminista pero halájica, y en ningún caso a través del Rabinato”, dice Hannah, estudiante de doctorado en leyes que se casó hace un mes en un matrimonio ilegal privado. “También era importante para mí que fueran mujeres las que dijeran las bendiciones y también bajo la jupá (palio nupcial), y en especial mi madre, para quien escogí una bendición especial”.
Y tenía un motivo especial para ello: Hace diez meses, Hannah fue perseguida por un terrorista cuchillo en mano, cerca de la estación central de autobuses de Jerusalem, mientras estaba en medio de una llamada telefónica con su madre en Francia.
“Grité y corrí hacia la carretera. Mi madre oyó los gritos en el teléfono. El terrorista apuñaló a otra mujer que estaba a mi lado, y fue herida. Había caos. Hubo disparos en todas direcciones porque pensaban que había otro terrorista. Pasaron 20 minutos hasta que las cosas se calmaron, y entonces me acordé de mi madre y la llamé. Cryó que su hija ya estaba muerta. Cuando oyó mi voz, dijo, ‘bendito sea Él por realizar un milagro para mí en este lugar’. Recitó la misma bendición en voz alta, con lágrimas en los ojos, bajo nuestra jupá”.
El deseo de Hannah de diseñar la jupá de manera que coincidiera con su personalidad no era sólo emocional. Como abogada, había investigado y estudiado el tema a fondo. “Nos podríamos haber casado en Francia o los Estados Unidos. Mi marido emigró hace tres años de Boston y yo emigré hace ocho años de Francia. Pero pensamos que no sería correcto, que sería mejor casarnos en Israel en una boda privada, y al mismo tiempo ser definidos oficialmente como pareja de hecho. Más adelante, podemos presentar una petición al Tribunal Supremo de Justicia para que el estado reconozca nuestro matrimonio”.
Hannah no quiere revelar su nombre real tanto para proteger su privacidad como también porque podría llevar a la policía a llamar a su puerta. En el Estado de Israel, según la Ley de jurisdicción de las Cortes Rabínicas, el matrimonio sólo puede llevarse a cabo bajo las reglas ortodoxas halájicas. Una Orden de Enmienda al matrimonio y el divorcio establece que una persona que no pudo registrar su propio matrimonio o el de un matrimonio que organizó para otra persona se enfrenta a un período de dos años de prisión.
Las bodas realizadas por celebridades o bodas reformistas no se definen como matrimonio en virtud de la ley, así como quien los conduce no corren el riesgo de ser detenidos, y la pareja se considera pareja de hecho. Sólo una persona como Hannah, que se casó en una boda halájica no a través de los tribunales rabínicos, corre el riesgo de detención. Ahora, las personas que la ayudaron a ella y a decenas de otras parejas a casarse de esa manera se niegan a ocultarlo por más tiempo y lo revelan aquí por primera vez.
En las últimas semanas, el teatro ha tenido lugar pasando desapercibido para el Rabinato: El movimiento secreto de cientos de parejas que se casaron en matrimonios halájicos privados está saliendo de las sombras y se convierte en un sistema abierto, organizado.
¿Cómo sucede esto? Gracias a una conexión imposible entre grupos opuestos que están trabajando en fascinante cooperación, a pesar de tener intereses completamente diferentes. En un extremo se encuentra la abogada Batya Kahana-Dror, una ardiente feminista y una mujer religiosa ortodoxa liberal que fue directora de la organización Mavoi Satum por los derechos de las “agunot” (mujeres a las que se les ha denegado un divorcio judío), el cual es patrocinado por el Fondo Nuevo Israel.
Junto a ella se encuentra Avraham Dov Levin, un rabino lituano ortodoxo del barrio de Mea Shearim de Jerusalem, con sombrero de ala ancha en la cabeza y una espesa barba en el rostro, que se desempeña como jefe del Beit Din Tzedek de Jerusalem, una corte rabínica privada y que fue alumno del prominente líder fallecido de Lituania el rabino ortodoxo Yosef Shalom Elyashiv y ex miembro del Consejo religioso de Jerusalem.
Ella quiere un matrimonio igualitario en el que también las mujeres desempeñan un papel en la ceremonia de la boda, permitiendo a una mujer liberarse de la unión sin depender completamente de la aceptación de su marido. Quiere un matrimonio de acuerdo con los estrictos estándares halájicos y piensa que el matrimonio a través del Rabinato no siempre es kosher. En lugar de participar en un tira y afloja entre ellos, los dos han comenzado a trabajar juntos para romper el monopolio del Rabinato sobre el matrimonio y el divorcio en Israel.
El precio: 100 shekels
El matrimonio halájico privado puede ser ilegal en Israel, pero ya es una práctica establecida. Cada vez más parejas en los últimos años, cientos y tal vez miles, tanto en la sociedad ultra-ortodoxa como en las sociedades religiosas, se casan en privado y sin registrarse en ningún lugar. Kahana-Dror ha ayudado a decenas de parejas a casarse de esa manera y ahora se ha unido a la corte Jaredí privada para ofrecer el matrimonio según la ley judía.
Entonces, ¿cómo funciona? Kahana-Dror es abordada para parejas, judíos seculares y religiosos, que deseen contraer matrimonio según la ley judía, pero no a través del Rabinato. En un primer momento, la información sobre este “servicio” se difundió de boca en boca, y ahora ya está publicado en la página web de Mavoi Satum. La organización tiene previsto distribuir un folleto informativo de promoción para el público en general.
Kahana-Dror dirige las parejas a la corte del rabino Levin, donde se verifica que tanto el esposo como la esposa son judíos y no están casados. Después de recibir el permiso para casarse, la pareja firma un acuerdo prenupcial ante abogados de Mavoi Satum. El acuerdo resuelve la división financiera de la propiedad en caso de separación, y la pareja se compromete a informar al tribunal el divorcio por consentimiento halájico. Además, el acuerdo incluye la condición de que el matrimonio podría ser invalidado en caso de una negativa a conceder el divorcio, si el marido desaparece o si el marido se convierte en un vegetal.
La ceremonia de la boda se lleva a cabo en un formato elegido por la pareja. Las dos secciones de una boda judía, el compromiso y la ceremonia de matrimonio propiamente dicha, también puede celebrarlas una mujer. Las siete bendiciones pueden ser recitadas por mujeres también. Puede haber dos testigos masculinos y femeninos, y la mujer puede dar al hombre un anillo. El rabino Levin presenta a la feliz pareja un certificado de matrimonio, siempre y cuando todos los adornos feministas sean además del núcleo halájico requerido: dos testigos varones religiosos firman una ketubá kosher, y el hombre da a la mujer un anillo mientras recita el texto, “he aquí, que estás comprometida a mi”.
Seis parejas se han casado en la pista privada hasta el momento. Los certificados emitidos por el rabino Levin no tienen valor jurídico, son meramente simbólicos. Los nombres de estas parejas casadas pronto serán publicados en la página web de Mavoi Satum para dar acceso público a la información, para que un hombre o una mujer casados en la pista privada no puedan casarse con otros sin un divorcio.
Fuente: Ynetnews – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico
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