Argentina, un presente antisemita

JOSÉ LUIS PICZENIK

En días pasados, cuando pasaba por un kiosko expendedor de diarios y revistas rioplatense, fijé mi vista en la portada de una revista de nombre “Veintitrés”; sobre un fondo azul espejado había un círculo dentro del cual se dibujaba una esvástica de color negro que resultaba muy llamativa en la galería de imágenes. Dentro de ella, había un artículo de la periodista argentina Débora Maniowicz que se titulaba “la Argentina Nazi” haciendo referencia a hechos sucedidos en estos días en la República Argentina.

El 19 de junio un argentino compró en una subasta realizada por la casa “Hermann Histórica” en Alemania, objetos y vestimenta nazi – otrora propiedad de Adolfo Hitler y Herman Goring – por valor aproximado a los 630.000 dólares. El comprador uso en la subasta el número 888 en alusión a la abreviación “Heil Hitler” y la letra H y expreso que las piezas serian para un museo. El 1 de julio, una amenaza de bomba en el gimnasio del Club Círculo Israelita Macabi -en la zona céntrica de la ciudad de Santa Fe, provincia del mismo nombre – preocupo a la comunidad local. Manos anónimas arrojaron contra una ventana del local una botella con la siguiente advertencia “Esto fue un aviso. La próxima, explota”, seguido de una frase en árabe: “Dios es grande”. El 15 de julio asistieron a la Casa de Gobierno – para una reunión con grupos juveniles – dos jóvenes pertenecientes al partido ultraderechista “Bandera Nacional” del dirigente Alejandro Biondini. La reunión fue convocada por el jefe de gabinete Marcos Peña y la ministra de desarrollo social Carolina Stanley. Voceros del gobierno argumentaron que se trató de una confusión en las invitaciones.

El 18 de agosto el director teatral José María Muscari trató al productor de espectáculos Federico Bal de “enano, payaso, mediático, gordo y judío” lo que se tradujo por unos días en una discusión mediática de proporciones por los epítetos lanzados por el director. El 21 de agosto en el marco de la vigésimo quinta edición de la Feria Internacional de Caza, Pesca y Outdoors-Armas 2016 realizada en la rural de la zona de Palermo, Buenos Aires, se realizó un operativo a cargo de la Policía Federal donde dos personas fueron implicadas en la venta de elementos de propaganda nazi. Los objetos incautados referían a esvásticas de varios tamaños e imágenes con la efigie de Adolfo Hitler. En la exposición había vasos, medallas, monedas, adornos y llaveros de simbología nazi. Esta venta viola claramente la Ley número 23.592 de actos discriminatorios. El 23 de agosto, varios chicos de la Sociedad Escolar y Deportiva Alemana de Lanús Oeste (SEDALO) concurrieron a un baile de disfraces en el boliche Cerebro de la ciudad de Bariloche con pintadas nazis en sus cuerpos y efectuaron señas de simbología nazi. Esto generó una fuerte trifulca con jóvenes del Colegio Ort de la Capital Federal que estaban en el lugar. El 29 de agosto, Carlos Paz, defensor del pueblo de la localidad de Cerrillos (departamento de unos 35.000 habitantes de la provincia de Salta) tuvo términos sumamente ofensivas para los judíos en la red social Facebook. El 31 de agosto aparecieron pintadas nazis en un local de la agrupación política “La Cámpora” ubicada en el barrio Mondongo de la ciudad de La Plata. El grupo que se adjudicó las mismas, se auto identifica “Vanguardia Nacionalista”. Las pintadas contenían la firma de la agrupación con un escudo que se asemeja al “Wolfsangel”, uno de los signos del nazismo usado por organizaciones neonazis. El 31 de agosto el Colegio Secundario de la comunidad judía Martin Buber desalojo sus instalaciones en razón de una amenaza telefónica de bomba en el mismo.

El 8 de setiembre jóvenes estudiantes de Mendoza de entre 18 y 19 años postearon en Facebook leyendas antisemitas con fotos y burlas a la comunidad judía y alusiones al holocausto. El 13 de setiembre el cementerio judío de Moisesville ubicado en la Provincia de Santa Fe, símbolo de la llegada al país de los primeros inmigrantes judíos fue atacado. El 16 de Setiembre la ex jefa del área de rentas de la localidad de General Campos fue acusada de incitación a la discriminación por la emisión de una boleta de tasas municipales con una leyenda antisemita. Las boletas que se distribuyeron a los usuarios en el año 2013 tenían la siguiente leyenda: “¡Haga patria mate un judío! Gral. Campos camino al centenario. Pum!!!! ‘Raff'”. Esta crónica de hechos podría continuar con hechos que seguramente no fueron denunciados y no alcanzaron el conocimiento público.

El foro de antisemitismo que se realizó en Buenos Aires el 17 y 18 de julio pasado, en coincidencia con el vigésimo segundo aniversario del atentado a la Amia, marco entre sus conclusiones un significativo aumento del antisemitismo. 478 fueron los casos denunciados en el año 2015 contra 308 y 236 de los dos años anteriores. Argentina ha tenido en su historia páginas oscuras de odio, discriminación y xenofobia que van desde la semana trágica en el verano de 1919, pasando por la circular antisemita dictada en 1938 por Jaime Marcelino Ortiz, el asilo político a criminales nazis, la captura en el país de Adolf Eichmann, y los atentados más recientes a la Embajada de Israel y la Asociación Mutual Israelita Argentina en los años 1992 y 1994.

La integración judía en el país es absoluta y forma parte indivisible de ella. No es posible separar a un judío argentino de un argentino no judío. La colectividad judía desde su inserción en el país ha contribuido al engrandecimiento de la patria. El legado judío abarca todas las áreas de la vida nacional, la diversificación de la producción nacional, la generación de artículos de consumo masivo, la aparición del cooperativismo agrario, el ingreso de productos que jerarquizaron al país como la soja, el girasol y el algodón y lo posicionaron en el mundo como el granero del mundo obedecen a esfuerzo y aporte comunitario. El fomento de los fondos comunales, la concepción del ahorro y crédito y las centenas de personalidades que engrandecieron la patria en política, economía, comercio, sociedad, cultura, periodismo, deporte, arte y otras disciplinas sería imposible de enumerar.

La banalización y la burla a hechos del pasado es un ataque a la memoria de millones de seres humanos que perdieron su vida por el odio y terror de autoritarismos que deberían desterrarse de la especie humana. Queda claro que los autores de las situaciones referidas son una minoría en el país pero solo a través de la educación, la difusión y la sanción a los responsables se podrán mantener los principios constitucionales de la nación que respetan la mayoría del pueblo argentino.

Fuente:cciu.org.uy