Con la Franja en declive, FDI se prepara para la próxima contienda

Los palestinos de la Franja enfrentan una creciente desesperación económica, la reconstrucción se ha detenido y no hay esperanza para el futuro, dice un alto funcionario

SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La Franja de Gaza y sus habitantes se encaminan irremediablemente hacia el desastre, provocado por el desempleo agobiante, una economía inexistente, la escasez de agua y electricidad, una población creciente y la “dictadura islámica” de Hamas, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel están tratando – y hasta ahora con éxito – de disuadir y contener a los líderes terroristas del enclave costero, dijo el domingo un oficial de alto rango del Comando Sur de las FDI.

El oficial del ejército, en condición de anonimato, mencionó de un tirón estadísticas preocupantes de la Franja de Gaza: 41,2 por ciento de desempleo, la tasa más alta del mundo, según el Banco Mundial; un PIB per cápita de NIS 6,488 ($ 1,725), que si Gaza fuera un país, lo pondría cerca del más bajo del mundo, entre Haití ($ 1.750) y Burkina Faso ($ 1.724), según el Fondo Monetario Internacional; una economía basada sobre todo en la ayuda exterior y la caridad de organizaciones internacionales; y una población de 1,9 millones – y sigue creciendo.

Por otra parte, la reconstrucción tras la guerra de Gaza de 2014, conocida en Israel como Operación Margen Protector, ha sido lenta, en parte porque Hamas ha desviado una parte sustancial de los materiales de reconstrucción para crear nuevos túneles de ataque, defensa y contrabando, según las autoridades israelíes.

“Hamas no está reconstruyendo Gaza, está reconstruyendo su capacidad militar”, dice el funcionario a la prensa.

Mientras Hamas trabaja día y noche para rearmarse y cavar túneles más profundos de defensa y ataque, las FDI y el Ministerio de Defensa se han propuesto consolidar la protección de Israel contra la amenaza de ataques terroristas y el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza y prepararse para la próxima ronda de conflicto, dijo.

Aunque muchos detalles del proyecto se mantienen en secreto, Israel está en el proceso de creación de “una barrera que proporcionará una respuesta a las amenazas por encima y por debajo del suelo”, dijo el oficial.

La barrera incluirá un muro de hormigón subterráneo para evitar la tunelización a ciertas profundidades, junto con una valla con sensores.

“Si el presupuesto llega con la prontitud adecuada, la barrera se construirá en cuestión de meses”, dijo el oficial .

Las FDI también trabajan para mejorar sus tácticas de lucha subterráneas, junto con sus estrategias para defender – y potencialmente evacuar a las comunidades israelíes – a lo largo de la frontera de Gaza.

“Estamos convirtiendo el subsuelo en una trampa mortal para Hamas. Estamos invirtiendo mucho esfuerzo en eso”, dijo el oficial.

“Nos estamos preparando para proteger a las comunidades durante una operación y mejorar las defensas. También estamos preparando un plan para evacuar a las comunidades. Habrá flexibilidad en la toma de decisiones para evacuar a las comunidades, y cuáles”, agregó.

En junio, un alto funcionario del Ministerio de Defensa (muy probablemente Avigdor Lieberman) dijo a la prensa que Israel no podía soportar una guerra de desgaste por lo que “la próxima confrontación debe ser la última en cuanto al régimen de Hamas”.

El alto oficial en el Comando Sur del ejército israelí no confirmó que los planes de batalla incluyeran la expulsión de Hamas de la Franja, pero dijo que la próxima pelea sería “pesada” y un “duro golpe” para la organización terrorista.

Más allá de eso, el funcionario se limitó a decir que “los planes que se están preparando seguirán las instrucciones que se establezcan para nosotros en el plano político”.

El oficial mayor, haciéndose eco de afirmaciones de otros funcionarios de defensa y políticos, señaló que una situación económica y social de empeoramiento en Gaza crea un sentido de desesperación de que “no hay nada que perder”.

En lo que se ha convertido en un tema constante en los últimos dos años, el funcionario agregó: “Un estallido, en nuestra opinión, es sólo cuestión de tiempo”.

Sin embargo, subrayó, por ahora Hamas es disuadido.

A pesar de los intentos israelíes e internacionales por controlar el flujo de materiales de construcción, la entrada de cemento en la Franja, primero va a la rama militar de Hamas que “toma lo que necesita”, y de allí se dirige a la población civil, según el funcionario.

Como tal, sólo se ha construido de hecho una fracción de los edificios aprobados, dijo el oficial.

Además del hurto ilícito de materiales y fondos que entran en la Franja de Gaza, Hamas también ha cargado “impuestos draconianos” al pueblo de Gaza, de NIS 5 ($ 1,33) por cada paquete de cigarrillos y NIS 30 ($ 8) por cada caja de cartón de frutas, según cifras de las FDI.

La supuesta requisa de materiales de construcción y los fondos de Hamas desincentiva aún más a Israel de aliviar las restricciones a las importaciones en Gaza y permitir a los residentes de la Franja que entren en Israel para trabajar.

“Hamas utiliza cada facilidad que damos para sus propios intereses”, dijo, señalando los recientes intentos de traer ilegalmente automóviles y aparatos electrónicos a Gaza a través de Kerem Shalom y Erez.

“Los que salen por Erez, pasan mensajes [a agentes de Hamas en Cisjordania] y dirigen ataques, y Kerem Shalom está siendo utilizado para el contrabando”, dijo el oficial.

Además de los problemas económicos de la asediada Gaza, están en camino de casi quedarse sin agua potable en su totalidad en 2020 y convertirse en “inhabitable”, según un informe de 2015 de las Naciones Unidas.

El aplazamiento de las elecciones en Cisjordania y la Franja de Gaza sólo se suma a la atmósfera de desesperación y disturbios en la región costera, dijo el directivo.

Preguntado por los residentes de la Franja que al parecer cruzan a Israel con armas, no para cometer ataques, sino específicamente con el fin de ser arrestados, el funcionario respondió: “Como se suele decir, a veces una prisión israelí es mejor que la vida en Gaza”.

Hace dos semanas, en un incidente “anormal”, un niño de 8 años palestino entró en Israel, dijo el oficial, sólo para ser recogido por las fuerzas de seguridad y, finalmente, regresar a Gaza.

Aunque el ejército ve el conflicto con Hamas como una cuestión de cuándo, no de si, los años transcurridos desde la operación Margen Protector han visto emanar poca violencia de la Franja de Gaza.

“Los últimos dos años no han sido los más tranquilos de una década, sino los más tranquilos en décadas”, dijo el oficial del Comando Sur.

Desde la guerra de 2014, las fuerzas israelíes han herido a cientos de miembros de Hamas y matado a 34, la mayoría en enfrentamientos a lo largo de la valla de seguridad; sin embargo, sólo un caso fue para devolver el golpe a Hamas – unos disparos contra las tropas en la Franja de Gaza, al descubrir y destruir un túnel hacia Israel.

“Eso apunta a la disuasión”, dijo el oficial.

Ninguno de los 40 cohetes desde Gaza que han afectado a Israel han sido disparados por Hamas, sino más bien por salafistas y otros grupos más extremos, por lo general como resultado de “conflicto interno”, según el oficial.

La Fuerza Aérea de Israel ataca las instalaciones de Hamas en respuesta al lanzamiento de cohetes, independientemente de su origen, con el fin de obligar a Hamas a controlar mejor a los “grupos rebeldes” en Gaza, dijo el funcionario.

“Intentamos no causar daño a los civiles, intentamos no golpear la infraestructura civil”, dijo.

Rechazando la alegación de que Israel ataca “dunas de arena” en Gaza, el oficial mostró diapositivas de objetivos recientes, incluyendo antenas, fábricas que producen estructuras de hormigón para túneles y puestos militares.

Durante los últimos dos años, los ataques aéreos y de artillería han sido más medidos, con la notable excepción de un bombardeo aéreo masivo en agosto contra activos estratégicos clave de Hamas, después que un cohete cayera en Sderot.

“Aprovechamos la oportunidad tanto para enviar un mensaje como para poner a prueba algunas de nuestras capacidades”, dijo el oficial, siendo deliberadamente impreciso sobre esas capacidades.

Sin un final para Hamás ni una solución permanente para Gaza a la vista, el oficial tenía pocas esperanzas que ofrecer, aparte de la vigilancia y la preparación de las FDI para la guerra por venir.

Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico