Desenmascarando al usurpador, al terrorista y las víctimas palestinas

JORGE JUÁREZ PEÑAFLOR / ENLACE JUDÍO MÉXICO — Tan simple y sencillo que con la honestidad podemos encontrar la verdad, sin violencia. Por muchos siglos, el mundo vivió engañado por el poder omnipotente de la Iglesia Católica, hasta que Copérnico y más tarde Galileo se dieron cuenta de que la tierra no era plana sino esférica, y giraba alrededor del sol. Esta misma institución religiosa se ha encargado de engañar y propagar el odio a los judíos como también los árabes palestinos siguen engañando al mundo con difamaciones más criminales que un ser humano pueda expresar contra el Estado de Israel.

Los palestinos, apoyados por los antisemitas europeos, dicen que los judíos les robaron su tierra, cuando Israel es el verdadero dueño de Palestina -nombre que fue impuesto por los romanos cuando los judíos fueron expulsados por Adriano en el 70 dC. Pero a pesar de la expulsión, algunos judíos se quedaron y otros han ido regresando a través de los siglos a Israel hasta tener de vuelta su Estado en 1948.

Los árabes, que se hacen llamar palestinos, nunca han tenido un Estado. Sin embargo, se sienten víctimas, cuando son ellos, los árabes musulmanes, quienes quieren exterminar a los judíos, utilizando todos los medios de la guerra, el terrorismo, la política y hasta lo religioso y cultural, hecho que queda demostrado con la reciente resolución de la UNESCO que niega la realidad histórica sagrada judía del Monte del Templo y del Muro de los Lamentos y que declara que todo Jerusalem es islámico. Esto es una gran aberración por parte de la UNESCO, que es controlada por los antisemitas.

¿Por qué los árabes palestinos utilizan la guerra y el terrorismo contra Israel? Porque todas las naciones árabes musulmanas son fundamentalistas y no les conviene que exista ningún país que sea democrático que acepte todas las religiones y libertades, como es el caso de Israel.

¿Por qué muchas personas en Europa apoyan a los palestinos a pesar de ser terroristas? Porque los europeos desde tiempos inmemorables fueron engañados, adoctrinados, para tener un odio patológico contra los judíos que ha ido pasando de generación en generación, hasta que terminó en un Holocausto.

Los palestinos han conquistado a las masas europeas, incluyendo a grandes intelectuales que han ganado Premios Nobel de Literatura, como el escritor peruano Mario Vargas Llosa. Además, los árabes han usado a sus hermanos que se hacen llamar palestinos, convirtiéndolos en refugiados, terroristas y víctimas utilizando toda clase de difamaciones religiosas, políticas y culturales para destruir a Israel.

El terrorismo en Oriente Medio ha crecido por culpa de los europeos y estadounidenses, que por medio de las organizaciones gubernamentales están apoyando a los palestinos con millones de dólares que en su mayoría se destina a actos de terrorismo: desde tener escuelas que enseñan a los niños y las niñas a odiar y a matar judíos, hasta la construcción de túneles usados para atacar civiles israelíes.

¿Cuál es la diferencia entre los árabes palestinos y los judíos israelís? Que los árabes palestinos se sienten víctimas y se han dedicado a destruirse y destruir, es decir, no han trabajado para hacer producir la tierra, la tecnología, y se han convertido en un gran peligro para las naciones democráticas.

Los judíos, a pesar de haber vivido los peores horrores de un Holocausto no se sentaron a llorar sino que se pusieron a trabajar, trasformando el desierto en un vergel y luchando contra todas las adversidades que se les presentaron, tanto antes como después de la fundación de Israel; pero ahora Irán quiere construir armas nucleares para exterminar a los israelíes.

Tan simple que no se necesita ser muy inteligente para desenmascarar al usurpador árabe y al terrorista apoyado por los antisemitas europeos y darse cuenta del conflicto palestino-israelí y ver a todas las naciones árabes unidas que han utilizado de una manera astuta a la ONU para conseguir sus fines: el aniquilamiento de Israel, que es el primer país democrático en la historia del Oriente Medio.