Nuestras tradiciones progresistas nos ayudarán en la era de Donald Trump

ANN TOBACK

El resultado de las elecciones del martes pasado es un retroceso histórico para todos aquellos que imaginan a los Estados Unidos como un hogar acogedor y enriquecedor para todos. Este resultado sin precedentes va en contra de los derechos y privilegios que son el fundamento de nuestra democracia y los valores judíos progresistas que han servido como el faro de la comunidad del Círculo de Trabajadores.

Crecí con la famosa cita de Joe Hill: “¡No llores, organiza!” Pero no fue hasta ahora que realmente comprendo y siento la profundidad de sus palabras. Por muy desalentados que nos sintamos, debemos aprovechar este momento para organizar un nuevo movimiento progresista que nos lleve adelante. Debemos asumir los objetivos de los fundadores del Círculo de Trabajadores, que hace más de un siglo llegaron a Estados Unidos en busca de un mundo mejor. Fundadores que lucharon contra los prejuicios que hoy vemos a nuestro alrededor. Ahora tenemos la obligación de reconstruir ese mundo. Podemos y debemos fortalecer un movimiento para hacerlo.

¿Y ahora qué? ¿Qué le decimos a nuestros hijos? ¿Qué decimos a nuestra comunidad?

Les decimos que hay esperanza para el futuro. Les enseñamos el camino para crear un mejor mañana. Y todos ponemos el ejemplo actuando conforme a nuestros valores progresistas. Ciertamente no podemos minimizar lo malos que son estos resultados electorales para todos nosotros, pero debemos tener cuidado de no caer en el derrotismo. Porque, a partir de este momento, el nuevo status quo es impensable.

En este estado de incertidumbre, el Círculo de Trabajadores ha luchado más de cien años por los derechos de los trabajadores, contra la opresión, guiados por nuestros valores progresistas. Hemos luchado largas batallas por el derecho a organizarnos, por una educación para todos y por el acceso a una asistencia médica asequible. Nos hemos mantenido como una comunidad unida contra el racismo, el antisemitismo y los ideólogos anti-LBGTQ y anti-inmigrantes. Y, hemos construido nuestro trabajo en base a la tradición judía de perseguir la justicia social y económica.

Hoy en día nuestras tradiciones activistas progresistas no podrían ser más críticas para construir un futuro que todos podamos apoyar orgullosamente. Así que nuestro mensaje a nuestros hijos y el uno al otro debe ser de múltiples frentes:

Primero: Se mantendrán seguros. Estados Unidos sigue siendo una democracia, y nuestra comunidad seguirá firme a fin de asegurarse que nuestra democracia siga funcionando.

Segundo: Tenemos la oportunidad de crear un mejor futuro. En nuestra comunidad, nadie está solo, actuaremos colectivamente para cambiar el mundo.

Tercero: Trabajaremos estratégicamente para transmitir y compartir nuestros valores progresivos entre nosotros y con aquellos fuera de nuestra comunidad activista.

Hoy, debemos comprometernos nuevamente a la tarea de construir un movimiento progresista que será el arquitecto de un mundo mejor para todos nosotros.

Fuente: Forward

Traducción: Esti Peled

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudíoMéxico

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