Irán, Hamas y la danza de la muerte

KHALED ABU TOAMEH

Los iraníes y Hamas están explotando los últimos días del gobierno de Obama para restablecer sus relaciones y allanar el camino para que Teherán intensifique su intromisión en los asuntos internos de los palestinos en particular y el conflicto israelí-palestino en general.

Envalontado por el marco del acuerdo nuclear con las potencias mundiales, Irán ya se ha tomado la libertad de interferir en los asuntos internos de otros árabes, particularmente los iraquíes, libaneses, sirios, yemenitas y algunos países del Golfo.

Ahora parece que las políticas fallidas de la Administración de Obama en Oriente Medio han aumentado el apetito de los iraníes, de tal manera que están convencidos de que pueden expandir su influencia a los palestinos también.

Las relaciones entre Hamas e Irán se han tensado en los últimos años gracias a la guerra civil en Siria. La negativa de Hamas de apoyar al régimen de Bashar Assad – el principal aliado de la República Islámica en la región – ha llevado a los iraníes a suspender la ayuda financiera y militar al movimiento islamista en la Franja de Gaza. Sin embargo, recientes señales indican que Irán y Hamas están en camino a una especie de danza macabra – un movimiento que sin duda permitirá a Teherán convertirse en un actor importante en el conflicto israelí-palestino.

Esto, por supuesto, es un mal presagio para cualquier proceso de paz entre Israel y los palestinos en el futuro. Irán tiene un solo objetivo: eliminar la “entidad sionista” y socavar a los árabes y musulmanes moderados y progresistas.

La nueva administración estadounidense haría bien en tomar muy en serio el retorno de Irán al conflicto israelí-palestino, debido a sus implicaciones no sólo para las perspectivas de paz, sino también porque esto conducirá a un aumento de la violencia y los ataques terroristas contra Israel .

La semana pasada, las declaraciones de un alto funcionario de Hamas, Osama Hamdan, que está a cargo de los “asuntos externos” del movimiento islámico, reflejaron los esfuerzos renovados de Irán para infiltrarse en la arena palestina. A pregunta expresa sobre las relaciones de Hamas con Irán, Hamdan fue citado diciendo que tenía buenas razones para ser optimista.

“Las relaciones entre Irán y Hamas están actualmente en proceso de revitalización, y están avanzando en dirección correcta”, anunció Hamdan. Y explicó que “avanzar en dirección correcta” significa que Irán “seguirá apoyando la resistencia” contra Israel:

“Las relaciones entre Irán y Hamas se extienden a lo largo de un período de 25 años. Sin duda, cualquier defecto en esta relación tiene un impacto negativo, pero es posible renovar los lazos. Esta es una relación basada en el apoyo a la resistencia y la causa palestina . “

En realidad, Hamas e Irán no tienen diferencias ideológicas o estratégicas significativas. Ambos comparten un deseo común de destruir a Israel y reemplazarlo con un imperio islámico. Las dos entidades están comprometidas con la “lucha armada” contra Israel, y se oponen vehementemente a cualquier compromiso con él.

La crisis entre ambas partes sobre la guerra civil en Siria no es más que una pequeña disputa táctica. En lo que respecta al verdadero objetivo de destruir a Israel y lanzar ataques terroristas, Irán y Hamas siguen totalmente alineados.

Otro indicio del aparente acercamiento entre Irán y Hamas se produjo a través de los informes de que el movimiento islamista ha designado a un nuevo líder en la Franja de Gaza con estrechos vínculos con Teherán. Emad El Alami, quien previamente sirvió como el primer emisario de Hamas en Teherán, ha sido designado para reemplazar temporalmente a Ismail Haniyeh como gobernante de la Franja de Gaza. En los últimos meses, Haniyeh se trasladó a Qatar. Por el momento, no ha quedado claro si volverá a la Franja de Gaza. Algunos palestinos suponen que Haniyeh podría reemplazar a Khaled Mashaal como jefe del “Buró Político” de Hamas. Si esto sucede, El Alami, considerado por muchos palestinos como el agente de Irán, se convertirá en el gobernante de facto en la Franja de Gaza.

El ascenso de El Alami al poder sin duda facilitará aún más la ambición de Irán de convertirse en un actor importante en el conflicto israelí-palestino a través de la Franja de Gaza. Esto significa que Hamas puede esperar que entre más dinero en efectivo y armas a Gaza en las próximas semanas y meses. Tal afluencia aumentaría significativamente la probabilidad de otra guerra entre Hamas e Israel. Los millones de Irán no serán utilizados por Hamas para construir escuelas y hospitales, ni para proporcionar empleos desesperadamente necesarios a los palestinos en la Franja de Gaza. Las armas suministradas por Irán tampoco serán almacenadas en las bodegas ni en los túneles de Hamas, ni exhibidas en desfiles militares.

Irán espera resultados: Hamas debe utilizar el apoyo financiero y militar para reanudar los ataques contra Israel y “liberar toda Palestina, desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo”.

Cuando los líderes de Hamas hablan del apoyo iraní a la “resistencia” palestina, se refieren a atentados suicidas, ataques con cohetes y otras formas de terrorismo. Dicen clara e inequívocamente que buscan reanudar el apoyo iraní a la “resistencia”, no en beneficio de las decenas de miles de palestinos desempleados y empobrecidos que viven bajo el régimen de Hamas en la Franja de Gaza. El bienestar de los palestinos que viven bajo su dominio es lo último que le importa a Hamas.

Los iraníes, por su parte, parecen estar muy dispuestos a reanudar su papel como facilitadores y donantes de cualquier grupo que se comprometa a eliminar a Israel. Para Irán, no hay nada mejor que tener dos organizaciones terroristas en las fronteras de Israel: Hezbolá en el norte y Hamas en el sur.

Irán ya está apoyando a otros grupos terroristas en la Franja de Gaza, como la Yihad Islámica Palestina y Al-Sabireen. Pero estos son pequeños grupos en comparación con Hamas, que tiene decenas de miles de hombres armados y un fuerte grupo militar, Izaddin al-Qassam. Y no hay nada que impida a Irán extender su control a la Franja de Gaza a través de Hamas, especialmente a raíz de la política del gobierno de Obama de apaciguar no sólo a los iraníes, sino también a los Hermanos Musulmanes.

En los próximos meses, Hamas celebrará elecciones secretas para reemplazar a Khaled Mashaal. La retirada retirada de Mashaal también facilitará la infiltración de Irán en la Franja de Gaza. Sus tres posibles sucesores – Ismail Haniyeh, Musa Abu Marzouk y Yehya Al Sinwar – se han comprometido a fortalecer los lazos con Irán.

Una vez más, los mayores perdedores serán el presidente Mahmoud Abbas y su Autoridad Palestina (AP) en Cisjordania.

Los funcionarios de la AP siguen profundamente preocupados por la intromisión de Irán en los asuntos palestinos, especialmente su apoyo financiero y militar a grupos terroristas en la Franja de Gaza e incluso algunas partes de Cisjordania. Sin embargo, hasta ahora, la presencia de Israel en la Ribera Occidental ha frustrado los repetidos intentos de Irán de establecer bases de poder allí. Abbas no tiene más remedio que cooperar con Israel si quiere impedir que Irán y sus partidarios derroquen su régimen, y quizás lo arrastren al centro de Ramala para colgarlo como traidor.

Sin embargo, Abbas y sus principales asesores están muy preocupados por los esfuerzos de Irán por infiltrarse en la arena palestina. En una conferencia en Bahrein la semana pasada, el secretario general de la OLP, Saeb Erekat, advirtió:

“Irán no tiene derecho a interferir en los asuntos internos de los palestinos. Irán debe respetar la particularidad de nuestro país. Esperamos que Irán se concentre en colocar a Palestina de nuevo en el mapa y no intervenga a través de este u otro grupo”.

Pero probablemente esta advertencia caiga en oídos sordos en los últimos días de la administración de Obama, que obviamente ya no comparte la preocupación de los árabes y palestinos de que Irán sigue siendo una gran amenaza para la estabilidad y la seguridad en la región. Tal vez el nuevo gobierno estadounidense vea a Irán y sus maquinaciones más claramente. La alternativa es permitir que Irán y sus grupos terroristas sigan hundiendo a la región en sangre.

Fuente: Gatestone Institute

Traducción: Esti Peled

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