SAMUEL WESTROP / INSTITUTO GATESTONE – El 4 de noviembre, el regulador de la beneficencia británica, la Comisión de Caridad, publicó un informe de su investigación sobre la Academia Islámica de Educación e Investigación (iERA), un grupo salafista británico y una organización de formación religiosa. La encuesta fue inicialmente bien recibida por los grupos musulmanes moderados y los analistas del contra-extremismo, pero muchos se decepcionarán con las recomendaciones de la Comisión de Caridad.
SILVIA SCHNESSEL PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Se han escrito más de una docena de piezas para el Instituto Gatestone examinando los vínculos de iERA con el extremismo, así como el fracaso del gobierno, de los medios de comunicación e incluso de las organizaciones judías para hacer frente a este grupo salafista de rápido crecimiento. En 2014, uno de estos artículos reveló en exclusiva que los “Portsmouth Five”, un notorio grupo de reclutas de ISIS del sur de Inglaterra, eran todos miembros de un grupo juvenil de iERA.
En 2014, el Consejo de Ex-Musulmanes de Gran Bretaña publicó su propio informe exhaustivo, que miraba aún más de cerca a los funcionarios, los predicadores y los vínculos extremistas de iERA. Tras una importante cobertura mediática, la Comisión de Caridad inició su investigación. El alcance de la “investigación”, dice la Comisión de Caridad, era mirar los vínculos extremistas de la iERA, así como su “administración financiera”.
No había escasez de pruebas. El jefe de la iERA, Abdur Raheem Green, es un ex-yihadista que advierte a los musulmanes de un “hedor” judío, estimula la pena de muerte como castigo “adecuado y efectivo” para la homosexualidad y el adulterio y ha dictaminado que pegar a la mujer está permitido”.
Foto: El jefe de la Academia Islámica de Educación e Investigación (iERA), Abdur Raheem Green, es un ex-yihadista que advierte a los musulmanes de un “hedor” judío, estimula la pena de muerte como castigo “adecuado y efectivo” para la homosexualidad y el adulterio. Dictaminó que está permitido “golpear a la esposa”. (Fuente de la imagen: BBC captura de pantalla de vídeo)
Otros funcionarios de iERA han incluido a Zakir Naik, un predicador islámico cuya ONG acaba de ser allanada y designada como “ilegal” por las autoridades indias; y Abdullah Hakim Quick, quien ha pedido a Dios que “limpie y purifique Al-Aqsa de la inmundicia de los ‘Yahood’ (judíos)” y “limpie todas las tierras de la inmundicia de los Kuffar (infieles)”.
En su informe, la Comisión de Beneficencia toma nota de la promoción de los predicadores del odio por parte de iERA, pero, tal como ha hecho en el pasado, trata la caridad como víctima de tal extremismo y no como instigadora. Según la Comisión, la burocracia es la solución: el extremismo de iERA se resolverá con más “procedimientos adecuados … para impedir el abuso de la caridad, su estatus, instalaciones o bienes”. Los oradores externos, recomienda la Comisión de Caridad, deberían “firmar descargos de responsabilidades de Anti-Extremismo, Protección de Datos e Igualdad de Oportunidades de la beneficencia”. iERA, concluye la Comisión de Caridad, debe producir “evaluaciones de riesgo” para todos los eventos y poner en marcha una “política de contra-extremismo” efectiva.
Quienes estén más familiarizados con iERA sabrán que pedir a esta caridad salafista que produzca y siga su propio plan de contra-extremismo equivale a exigir que el Ku Klux Klan implemente acciones positivas para crear mejores procesos. Pero tales demandas tienen sentido para los funcionarios de Londres, que se adhieren a la línea del gobierno de que, dado que el Islam británico es intrínsecamente bueno, cualquier ejemplo real de extremismo sólo puede ser obra de corruptas influencias externas.
Los analistas del contra-extremismo ya han visto antes tal ceguedad de la Comisión de Caridad. En 2013, la Comisión informó sobre las oficinas de una organización benéfica sin nombre:
“Visitamos las instalaciones de la institución y vimos imágenes del líder de un grupo que es una organización terrorista proscrita exhibidas en las paredes de las oficinas de la institución, y también identificamos que la organización había organizado marchas en las que estaban presentes simpatizantes de la organización proscrita”.
¿Acaso se cerró esta institución, evidentemente dedicada al apoyo de una organización terrorista prohibida? No. En su lugar, la Comisión decidió “dar instrucciones a los síndicos para que desarrollen e implementen controles sólidos para administrar las actividades de la institución y el uso de sus instalaciones”.
También en 2013, la Comisión de Beneficencia abrió una investigación sobre International Islamic Link, una organización de beneficencia chiíta financiada por los contribuyentes previamente descrita como “la oficina de … Ayatullah Nasir Makarem Shirazi”. Aytollah Shirazi es uno de los clérigos más duros del régimen iraní. Es conocido por emitir una fatwa por el asesinato del activista iraní pro-democracia Roozbeh Farahanipour. También por su firme compromiso con la negación del Holocausto y su apoyo para matar a los adúlteros y homosexuales.
Cuando la Comisión de Caridad abrió una investigación sobre International Islamic Link, la organización dijo a la Comisión que no tenían ningún vínculo con este clérigo iraní. Sin embargo, y a pesar de evidencia clara en sentido contrario, la Comisión declaró que estaban “satisfechos” con la respuesta de la institución.
La Comisión de Caridad trata las declaraciones de los fideicomisarios de las organizaciones extremistas como verdad irrevocable, y responde a las pruebas de extremismo simplemente instando a una supervisión burocrática más estricta.
En 2014, el Instituto Gatestone publicó información sobre la Red Islámica. El sitio web de este grupo extremista abogaba por el asesinato de los apóstatas, alentaba a los musulmanes a odiar a los no musulmanes y afirmaba que “los judíos planean y anhelan poseer las tierras musulmanas, así como las tierras de otros”. Después de investigar a la institución, la Comisión de Caridad decidió dar a la Red Islámica folletos titulados “Cómo manejar los riesgos en su institución”.
La reciente calamidad de la Comisión de Caridad en iERA es sólo un ejemplo más de un regulador de las instituciones de caridad débil e ineficaz. Las organizaciones caritativas extremistas no son instituciones privadas: la condición de beneficencia ofrece beneficios legales y financieros extraordinarios, incluida la oportunidad de que organizaciones islamistas radicales reclamen subsidios del gobierno a través de un esquema de “devolución de impuestos” llamado Gift Aid. Aunque las cuentas del iERA no mencionan la cantidad si es que recibe del programa Gift Aid, el grupo alienta a los donantes a “dar su consentimiento a la ayuda de regalos”.
Si una organización privada desea promover la ideología islámica no violenta e intolerante, entonces una sociedad libre debería permitir que lo haga. Pero ningún gobierno debe permitir que las redes extremistas exploten la condición de beneficencia. Cierren estas organizaciones benéficas y prohíban a los activistas islamistas que vuelvan a ser fideicomisarios de una organización de caridad.
Fuente: Gatestone Institute – Traducción: Silvia Schnessel – © EnlaceJudíoMéxico
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